David Hume vierte los conceptos empíricos de Locke duplicados y establece una lógica rígida. Como todos sabemos Locke indica que solamente unos pocos datos tienen cabida en la realidad, Berkeley no acepta ningún dato de la realidad, rechazandolos todos, y solo acepto los fenómenos psíquicos individuales.
Hume niega todo aquello que los sentidos no alcancen: asi, visto un objeto, el color se advierte por la vista, su suavidad por el tacto, y así otras distintas cualidades, pero no alcanza a más. Eso que llamamos sustancia no lo ve. Por qué hemos de admitir como real lo que no vemos?...nos dice. De igual modo argumentó con respecto a la causalidad. Vemos que los objetos se dilatan debido al calor, que es su causa: tampoco se ve la muerte, ni la vida, ni la germinación de las plantas y animales. Es decir, que para Hume nada de eso es real, sólo los efectos. Pero no hay efecto sin causa, luego....
La razón de ese desvarío está en que Berkeley la realidad no la dejó asentada en lo sensible, sino en el espíritu, y esos fenómenos psíquicos son de admitir los fenómenos mismos, pues eso es lo que aparece a la vista, y con aniquilamiento del YO sustancia de Berkeley, Hume nos dió el nihilismo puro.
Es bueno llegar hacia el pensamiento de Berkeley antes de entrar de lleno en Hume, ya que Berkeley sostenía la irrealidad de la materia con el objeto de destruir a los materialistas y librepensadores. Berkeley sostiene que no hay razón para rechazar la realidad de las ideas secundarias, si lo son las compuestas, para él todas son irreales.
Nuestro espíritu navega en un mundo de "ideas" (sensaciones, reacciones y otros compuestos), y entiende que ese mundo ideal o mental donde los objetos se transforman en ideas es representación de otro exterior fuera de nosotros (Platón), y ese mundo objetivo no existe, porque nadie sabe de sí o de su mente. Teoria peregrina y rara, porque para ver un paisaje no es necesario salir de casa: desde el ventanal o balcón lo contemplamos, no por eso desaparece el campo a nuestra vista, es decir, que la realidad contemplada queda ahí, no se desvanece por nuestra visión: el paisaje queda plasmado en la mente independiente del objeto contemplado. Berkeley todo lo vuelve humo. El sensismo de Locke lo llevó al extremo de querer explicar de un modo empirístico el universo, suprimada la materia, reduciéndola a sensación.
En resumen, las funciones del pensamiento se reducen a impresiones, sensaciones y afectos internos. Las ideas pueden ser por asociación, lo que implica la memoria: por semejanza, por contigüidad en el tiempo y por causalidad.
Los unversales los define como un algo confuso por su semejanza individual, que la mente asocia y le da un nombre: es decir, que por un proceso de abstracción de lo concreto y particular saltamos a lo universal, saltando por las circunstancias de tiempo y lugar, y a esa idea forjada por la mente se le da un nombre.
Las sustancias de las cosas no existen, son puras sensaciones, de donde resulta que sustancia y sensación son los mismo.
La conciencia tampoco existe: es un manojo de impresiones subjetivas engañosas que nos son totalmente desconocidas.
La causalidad como la conciencia tampoco existe: es un fenómeno psicológico que crea nuestra mente por la relación del antecedente con el consiguiente y lo reputa como cosa: pero esa cosa (causalidad) es pura ficción mental. En suma, la identidad personal la reduce a manejo de nervios sensoriales e identifica la conciencia con las sensaciones y el Yo se vuelve polvo. No hay responsabilidad, ni libre albedrío, ni conciencia de su yo conscio, de que el hombre es algo más que nervios y sensaciones: éstos son medios, no causa, ni fin.
De moral no podemos pensar mejor cosa. La moral es algo experimental regulado por sensaciones de agrado o desagrado sin fundamento racional: es un movimiento de atracción o repulsión ciego, no responde a un acto sobrenatural movido por un ser personal. Un caballo domado y un hombre educado se mueven por actos ciegos que les lleva por carambola a un fin recto. Esa es la moral de Hume: muy lejos de la evangélica.
De religión tiene un concepto pobrísimo: no es un impulso volitivo, consciente y sobrenatural que eleva al hombre a otra esfera superior. La religión la acepta por el bien que reporta a la sociedad, pero ninguna religión positiva es revelada, milagros y culto son rechazados. Solamente se rige por la religión racional. El hombre debe evitar toda disputa al respecto y contemporizar con todos para vivir en paz consigo mismo y con la sociedad.
A fin de cuentas, que es lo que nos deja Hume?..Para él todo se reduce a fenómenos sensoriales que afectan a la psiquis y ésta la reduce a pensamiento, y el Yo la persona, la conciencia de sí mismo, no existen, porque la causalidad es pura ficción y el efecto es la misma causa, y todo se vuelve sensación, pensamiento, humo, polvo, nada. Es una filosofía que no pasa del tejado, sin problemas morales: anula la persona, el ser responsable, y niega lo sobrenatural porque no se puede experimentar, no puede encerrarse en una probeta de químicas. Su filosfía arrastra al escepticimso, al iluminismo y al nihilismo flotante en la filosofía moderna.