31 enero, 2010

LOS TERREMOTOS Y HAITI....

El terremoto en Haití liberó una energía equivalente a una explosión de 200.000 kilos de TNT (trinitrotolueno).

La madre naturaleza, con cierta frecuencia, manifiesta el movimiento que se da en sus entrañas. Una forma de exteriorizarlos es con los temidos terremotos que en algunos casos genera solamente pánico y en otros, además del susto, deja una estela de destrucción y muerte como recientemente sucedió en Haití.

Por: Diego Arias Serna
Madrid (España).- Pero la Tierra desde sus inicios ha estado en constante actividad. De la Pangea (cuando el planeta era un solo bloque) pasó a dividirse en varios continentes separados por océanos, y por las actividades en su interior, se formaron las montañas y volcanes. Hay mares que han desaparecido, lagos que alguna vez existieron, ríos que han cambiado su curso o han dejado su huella y, en forma natural, han aparecido y desaparecido especies vivientes a lo largo de millones de años.
La causa de los terremotos radica en la dinámica de la Tierra. Se calcula que cada minuto que pasa el planeta se mueve —suave o bruscamente— 2 veces, es decir, desde el amanecer hasta cuando se oculta el Sol y vuelve a salir, tenemos 2.880 movimientos sísmicos de manera natural. Y al año suceden aproximadamente un millón cuarenta mil sacudidas. Por fortuna, la mayoría no los sentimos pero sí quedan registrados en los sismógrafos.
¿Cómo se explican los sismos?
Son varios los motivos: actividades volcánicas, el mismo hombre, pero la causa más común se debe al movimiento de las placas tectónicas. La corteza de la Tierra está formada por 12 placas de unos 70 kilómetros de grosor. Ellas son: la Norteamericana, Suramericana, Euroasiática, Africana, Antártica, Indoaustraliana, Filipinas, del Pacífico, Cocos, Caribe, Árabe y la placa de Nazca que está al frente de Chile y Perú, en el Pacífico. Ésta es la mayor de todas, abarca casi todo el océano Pacífico y su actividad dio origen a las islas Hawai.El movimiento de estas placas generalmente es lento y casi imperceptible, otras veces las placas chocan entre sí sobre una masa fundida de magma que está en las profundidades de la Tierra, sirviendo de base a la corteza terrestre. Ésta magma se encuentra en estado líquido, sólido y gaseoso a temperaturas que van desde 700 a 1.500 grados Celsius (oC), y ella impide el desplazamiento de las placas, generándose una acumulación de energía que en algún momento debe liberarse.
Lo hace precisamente durante el sismo.
Pero es justamente el movimiento de estas placas tectónicas lo que a lo largo de los siglos ha originando los continentes y los hermosos relieves geográficos como la cordillera de los Andes con sus volcanes y nevados.Los lugares del planeta donde las placas ejercen presión entre ellas se conocen con el nombre de fallas, como la de San Francisco que va desde California en Estados Unidos hasta Baja California en México. Y es en estas fallas donde más probabilidad hay de presentarse un movimiento telúrico. Sólo un 10% de los terremotos suceden lejos de los límites de estas placas.
La profundidad, factor decisivo
Otro factor a tener en cuenta en un terremoto es la profundidad de su origen, haciendo más daño si éste es de poca profundidad. Así, que si cerca del epicentro del sismo hay población y sus viviendas no son sismo-resistentes, hay mucha probabilidad de que el desastre sea muy grande y eso fue justamente lo que pasó en Haití, puesto que se produjo a 15 kilómetros de distancia de Puerto Príncipe y su profundidad fue de 10 kilómetros.
Si colapsó el palacio de gobierno y la catedral, que debían estar bien construidos, era apenas obvio que las viviendas de la mayoría de su población marginada se fueran al piso, con un terremoto que liberó una energía equivalente a una explosión de 200.000 kilos de TNT (trinitrotolueno), cuando emergió la energía acumulada en las placas tectónicas del Caribe y la de Norteamérica.
Sabemos que los terremotos se dan súbitamente, pero la energía liberada se ha ido acumulando con meses y años de anticipación en forma de tensiones de la corteza terrestre. Entonces tenemos derecho a preguntarnos: ¿si detectando esas tensiones se podría predecir la vecindad de un terremoto?
Los estudiosos de la sismología son tajantes en afirmar que no hay forma directa de observar o detectar estas tensiones cuando alcanzan niveles peligrosos, pero ya hay grupos de investigación que pueden mejorar la probabilidad de predecir la presencia del sismo.
¿Predecir un sismo será posible?
Hoy, con técnicas como el GPS (sistema de posicionamiento global) y otras técnicas de recolección de datos con satélite, los investigadores pueden medir directamente la velocidad del movimiento de las placas tectónicas (10 a 100 milímetros por año) y será posible, conociendo ese movimiento, predecir la energía acumulada y anunciar el sismo.
Al respecto, Jacob Yates, investigador en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la Nasa dice: “Uno de estos métodos es el Radar de Apertura Interferométrica-Sintética (Interferometric-Synthetic Aperture Radar, InSAR). InSAR es un proceso en el cual dos imágenes de radar de un área tectónica se combinan en una operación llamada fusión de datos, con lo cual se puede detectar cualquier cambio en el movimiento de la superficie.Esta técnica es muy sensible como para detectar lentos movimientos del suelo. Y si se combina con la amplitud de la visión que los satélites pueden ofrecer, permite a los científicos observar los pequeños movimientos y contorsiones de los terrenos alrededor de zona de falla, en una forma mucho más detallada de lo experimentado hasta ahora”.
Otro grupo de científicos de la Nasa dirigidos por Carol Raymond del Jet Propulsion Laboratory (Laboratorio de Propulsión a chorros) presentó un estudio recientemente, donde plantea la posibilidad de pronosticar terremotos desde el espacio. Raymond formuló un plan de 20 años para desplegar una red de satélites -- Sistema Global de Satelites para Terremotos, (Global Earthquake Satellite System, GESS) -- que utilizará InSAR para vigilar las zonas de fallas en todo el mundo.
El papel de la ciencia frente a los terremotos
Ella dice: “los científicos podrán eventualmente usar los datos de InSAR para determinar cuándo las tensiones de la corteza terrestre alcanzan niveles peligrosos, emitiendo una “evaluación de peligro” mensual para una falla conocida. Los pronosticadores podrían informar que la posibilidad de un gran terremoto en, por ejemplo, la falla de San Andrés durante el mes en curso, es de 2%, o 10% o 50%”.
Otras ideas se experimentan en la comunidad científica para pronosticar terremotos. Friedemann Freund, investigador en el Centro de Investigación Ames de la NASA y profesor de física en la Universidad del Estado de San José explica: “En los años 80s y 90s, científicos rusos y chinos notaron algunas anomalías térmicas asociadas con los terremotos en Asia -- por ejemplo, el terremoto de Zhangbei de 1998 cerca de la Gran Muralla China. Este terremoto ocurrió cuando las temperaturas en la región rondaban los menos 20º C. Justo antes del terremoto, los sensores termales detectaron variaciones de temperatura de hasta 6 a 9 grados, según los documentos chinos”.
Así que los satélites equipados con cámaras IR (infrarrojas) podrían usarse para detectar puntos de temperaturas anormales desde el espacio. Y eso fue lo que hicieron el grupo de colaboradores de Freund cuando examinaron datos de Infrarrojo recogidos por el satélite Terra de la NASA y descubrieron un calentamiento del terreno en la India occidental, justo antes del terremoto de Gujarat el 26 de enero de 2001, que dejó más de 26 mil muertos. “La anomalía térmica llegó hasta los 4º C”, dice Freund.
Una esperanza
Poder pronosticar terremotos se conoce como el Santo Grial de los científicos de la sismicidad y ha sido considerado imposible por muchos investigadores, pero las nuevas investigaciones arrojan nuevas esperanzas.
Pero en Haití otras “placas tectónicas” han estado presente a lo largo de su historia y han producido, como el terremoto del 12 de enero, miseria para su población. Una primera “placa” se originó con la colonización de los franceses, el tráfico de esclavos negros de África, (llegó a tener una población de 700 mil a finales del siglo 18) y el cultivo intensivo de caña de azúcar para los ingenios azucareros franceses, que acabó con la fertilidad de la tierra. La otra “placa” se ha ido formando con una clase gobernante inepta y corrupta, y como “magma”, una población que ha sobrellevado la secuela del desastre generado por esas dos “placas”.
Así que no es casual que las condiciones de vida en Haití, antes del terremoto, mostraran una situación indignante para la mayoría de su población. El 70% han vivido con menos de 2 dólares al día, el 47% es analfabeta, el presupuesto para educación es apenas del 1.4% del PIB, en un país donde casi el 50% de la población es menor de edad y un 98% de su territorio está deforestado.
Por las cifras anteriores, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ubica a Haití como el país más pobre de América Latina y está en el puesto 149 en el ranking de bienestar o como lo llama la ONU de su Índice de Desarrollo Humano.
Con el panorama anterior, entonces ¿Por qué Haití no había llamado la atención de la prensa y gobernantes de las naciones ricas?
Jared Diamond, profesor de geografía en la universidad de California y premio Pulitzer en 1998, en su libro Colapso, analiza el fracaso y el éxito de las sociedades a lo largo de la historia y pone a Haití como ejemplo de cómo la mala gestión ambiental y el fracaso en la gobernabilidad han arruinado un territorio.Haití: un permanente “terremoto” social.
A pesar de que Haití fue la primera sociedad libre de América Latina, cuando la rebelión de los esclavos conformó la primera república negra en 1804, ha sido el país de América Latina con más problemas de gobernabilidad. De 22 presidentes, entre 1843 y 1915, 21 fueron asesinados.
Desde 1915 hasta 1934 fue invadida por Estados Unidos.
Los Duvalier, padre e hijo, convirtieron a Haití en su propio botín desde 1957 hasta 1986 y con la mirada impávida del resto de naciones, sacaron millones de dólares para acumular en la banca Suiza. La última década de siglo XX y los inicios del XXI, tuvo protagonismo el reverendo Jean-Bertrand Aristide. Y quien se creyó que iba ser la redención de los haitianos, no pudo terminar su primer mandato por un golpe de estado en 1999.
Su segundo mandato terminó en 2004. Pero con él aumentó la violencia, inicialmente auspiciada por la oligarquía que se apoyó en grupos paramilitares y luego llegó la polarización del país entre sus amigos y enemigos.
La suerte de Haití se decidió mucho antes del terremoto del 12 de enero. Y cuando los titulares de los periódicos cubran otras noticias, nos debemos preguntar si Haití seguirá olvidada y quiénes se beneficiarán de las donaciones económicas que se han recogido.
Por: Diego Arias Serna
Madrid, España Doctor en Física, Universidad Complutense de MadridProfesor-Investigador, Universidad del Quindío
Presidente Fundación Semillero Científico

30 enero, 2010

DIALECTICA DE LA COSIFICACIÓN.....

Con esta expresión Sartre se refiere a la forma inevitablemente conflictiva de relacionarse las personas. El trato con los demás es siempre un conflicto entre libertades, un enfrentamiento en el que se busca cosificar a los demás y evitar ser cosificado por ellos.

Ya se ha dicho que la categoría humana fundamental es la de la libertad. Lo que nos hace personas es nuestra capacidad y necesidad para construirnos a nosotros mismos en función de nuestros proyectos. Esta dimensión es también lo que nos hace sujetos, no meras cosas. Las cosas no tienen subjetividad, ni voluntad, ni metas, ni están abiertas al futuro, las personas sí. Pero el hombre necesita del otro para su propia realización y para el reconocimiento de sí mismo; no es posible la vida humana solitaria.
En este punto se plantea una cuestión fundamental: ¿es posible tratar al otro como a un sujeto, como un ser que tiene sus propios proyectos, como un ser libre? La respuesta de Sartre es pesimista: no. Invariablemente, en la relación con los demás o bien el otro nos tratará como meras cosas o bien nosotros lo trataremos a él; yo intento esclavizar al otro y el otro intenta esclavizarme a mí. La esencia de las relaciones interpersonales es el conflicto. Sartre expresa gráficamente esta idea señalando que “el infierno son los otros”.

El conflicto de las libertades puede tomar muchas formas pero se desenvuelve en dos actitudes principales: o bien uno se esfuerza en reducir al otro al estado de objeto para afirmarse como libertad, o bien uno asume su ser objeto, se convierte libremente en cosa delante de otro para captar su libertad, para reconocerle como sujeto:

1. Intento de relacionarse con el otro reconociendo en él su libertad, su subjetividad: conduce inevitablemente a tratarnos a nosotros mismos como objetos, como seres no libres; las tres expresiones de esta actitud son el amor, el lenguaje (entendido como toda forma de expresión, no sólo como palabra articulada) y el masoquismo Pero las tres fracasan pues aunque consiguen el reconocimiento del otro en su poder, en su subjetividad y libertad, anulan nuestra libertad y subjetividad, hecho que siempre despertará nuestra rebelión pues jamás podemos prescindir de nuestra libertad.

2. Intento de afirmar la propia libertad, la propia subjetividad: lleva a tratar al otro como objeto, como esclavo de nuestra subjetividad. Fracasa porque el otro nunca puede renunciar a su libertad. Sartre describe las conductas de indiferencia, deseo, (particularmente deseo sexual), sadismo y odio, como ejemplos de esta actitud.

28 enero, 2010

MUERE J.D. SALINGER, AUTOR DE EL GUARDIAN ENTRE ENTRE EL CENTENO'

Otra de las pocas imágenes que hay de J. D. Salinger, en la que está agrediendo al fotógrafo en los años ochenta.
J.D. Salinger, autor de El guardiían entre el centeno, en una imagen de juventud

Autor de culto, innovador de la literatura de EE UU, vivió apartado de la escena pública.- Tenía 91 años
BARBARA CELIS - Nueva York - 28/01/2010

J.D. Salinger ha fallecido. ¿Cuál es tu recuerdo de 'El guardián entre el centeno'...?Un personaje misterioso, esquivo con los medios de comunicación, del que apenas se conocen imágenes. Jerome David Salinger, autor de El guardián entre el centeno (1951), una novela que ha marcado a miles de jóvenes de todo el mundo, falleció ayer a los 91 años en New Hampshire (EE UU). El diario The New York Times, el primero en dar la noticia, lo califica de "recluso literario".'
"Hay una paz maravillosa en no publicar", declaró a The New York Times
Escritor "de talento infinito", como le definió Ernest Hemingway tras conocerle en París durante la segunda guerra mundial, años antes de que publicara su obra magna, Salinger llevaba lejos de la vida pública prácticamente cinco décadas, cuando tras el inesperado éxito de El Guardián entre el centeno, convertido en best seller el mismo año de su publicación, 1951, decidió abandonar Nueva York e instalarse en el campo, en la misma casa en la que falleció. Se acercaba así al deseo del mordaz y afilado protagonista de su novela, Holden Caufield, quien en un pasaje del libro afirma: "me gustaría encontrar una cabaña en algún sitio y con el dinero que gane instalarme allí el resto de mi vida, lejos de cualquier conversación estúpida con la gente".
Aquel libro, del que se han vendido más de 60 millones de ejemplares en todo el mundo y del que aún se venden 250.000 cada año, estaba dirigido a los adultos pero su protagonista inmediatamente se convirtió en el antihéroe por excelencia de toda una generación, la de los adolescentes crecidos en plena guerra fría, que vieron en sus críticas feroces contra el mundo y la moral de los años cincuenta el reflejo de sus propias inquietudes y angustias. El enfrentamiento entre el mundo de los jóvenes y el de los adultos reflejaba también el deseo universal de no crecer, otra cara de uno de los muchos sueños americanos y que de alguna manera, se repite generación tras generación -de ahí su éxito universal-. La novela, en la que Holden Caufield rememora en primera persona desde un hospital psiquiátrico los días posteriores a su expulsión del colegio, se convirtió en novela de culto, algo que fue llevado al extremo por uno de sus máximos fans, Mark David Chapman, el hombre que asesinó a John Lennon en 1980. Chapman llegó a citar el libro del escritor como el lugar en el que encontrar la explicación a aquel acto.
Quizá parte de la fascinación que despierta El guardián... se deba también al halo de misterio que ha rodeado a su autor. Una de las pocas imágenes que de él se conservan lo muestran en actitud amenazante contra el fotógrafo. Huyó de los focos y del ruido mediático. Sólo concedió una entrevista, en 1974 a The New York Times y por vía telefónica, para defender su vida privada.
"Hay una paz maravillosa en no publicar. Es pacífico. Tranquilo. Publicar es una terrible invasión de mi vida privada. Me gusta escribir. Amo escribrir. Pero escribo sólo para mí mismo y para mi propio placer", dijo Salinger en aquella única entrevista [léela en inglés].
Un niño problemático
Al igual que Holden, Salinger también fue un niño problemático que fue expulsado de diferentes escuelas. Nacido en Nueva York en 1919, comenzó a escribir en su adolescencia, a la luz de una linterna bajo las sábanas y durante los cuatro años que sirvió en el ejército durante la II Guerra Mundial, siempre llevó consigo una máquina de escribir. Pronto comenzó a buscar colaboraciones en diversas revistas y fue The New Yorker (su revista de referencia, que hoy publica en versión digital todas sus colaboraciones) la que identificó su talento y con la que firmó un contrato de casi exclusividad. Fue ahí donde pudieron leerse los primeros fragmentos de El guardián entre el centeno, aunque Holden Caulfield había visto la luz años antes en una historia titulada Last Day of the Last Furlough, publicada en 1944.
En la cima de su fama Salinger decidió apartarse del mundo. Se mudó a Cornish e hizo de su casa una suerte de fortaleza inexpugnable. Encontrarle se convirtió casi en deporte nacional entre la prensa, que se ha pasado especulando sobre él y su extraña vida desde entonces. Todavía tres obras suyas verían la luz: Franny and Zooey (Franny y Zooey), en 1961, Raise High the Roof Beam, Carpenters and Seymour: An Introduction, en 1963 (Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción) y, su última pieza publicada, Hapworth 16, 1924, un cuento corto que llenó las páginas de The New Yorker, en junio de 1965.
Contra las ediciones ilegales y contra lo que él consideraba invasiones a su intimidad, Salinger y sus abogados lanzaron numerosas querellas. La última, en julio de 2009, que prohíbe la publicación del libro de un autor sueco cuyo protagonista es un Holden Caulfield septuagenario.
En 2000 su hija, Margaret, publicó unas memorias tituladas Dream Catcher(El guardián de los sueños), que permitió a sus incondicionales descubrir algo más de la vida privada de Salinger: allí se retrata a un hombre que vivía en semirreclusión, consagrado a su obra y tiránico con sus familiares. Entregado primero al budismo, luego a la Cienciología y después a la Ciencia Cristiana: un enfermo que bebía su propia orina y estaba obsesionado con la religión. Margaret llega incluso a decir que abusó de su segunda mujer, Claire Douglas, a la que mantuvo como una "virtual prisionera".

Bibliografía de J.D Salinger
- The Catcher in the Rye (El guardián entre el centeno) (1951)
- Nine Stories (Nueve historias) (1953)
- Franny and Zooey (Franny y Zooey) (1961)
- Raise High the Roof Beam, Carpenters and Seymour: An Introduction (1963) (Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción)

Cronología de la vida de Salinger
1) Nace en Nueva York, en 1911. De buena familia, el joven pasa por una academia militar y completa sus estudios en Europa, en Viena, Londres, París y Varsovia.
2) 1948: su primer gran éxito, Día perfecto para el pez plátano, aparece en New Yorker, la revista donde había conseguido publicar algunos relatos.
3) Su obra maestra llegaría en 1951, El guardián entre el centeno. La novela se convierte en un clásico.
4) El autor decide conceder una entrevista. Será la única que conceda en su vida. El privilegio fue para The New York Times. En una conversación por teléfono, el escritor aprovecha -una vez más- para recordar que no tolerará ediciones no autorizadas de sus cuentos.
5) El autor cumple los 90 años en 2009.A los pocos meses, una novela provoca su cólera. Se trata de 60 años después: llegando a través del centeno, una supuesta secuela de El guardián...Salinger se querella y gana el juicio.
6) Salinger muere en 2010, a los 91 años. No aparece nada desde 1965 que lleve su firma. Su última obra publicada es una carta que Seymour Glass, su personaje recurrente, dirige a sus padres desde un campamento de verano
R. G.

25 enero, 2010

ESCANDALO EN LA IGLESIA CATÓLICA....

Juan Pablo II bendice a Marcial Maciel durante una audiencia especial al fundador de los Legionarios de Cristo y del Regnum Christi, en noviembre de 2004.- AP
El sacerdote Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y del Regnum Christi, fotografiado en México en fecha indeterminada.-

La increíble vida de Marcial Maciel
El fundador de los Legionarios de Cristo fue pederasta, tuvo hijos con varias mujeres y plagió el libro de cabecera del grupo. Tantos 'pecados' ensombrecen la beatificación de Juan Pablo II, su gran protector
JUAN G. BEDOYA 24/01/2010

Marcial Maciel soñaba con ser proclamado santo universal... y acabará en los infiernos más profundos de su iglesia. Los últimos descubrimientos sobre la doble y exagerada vida del famoso fundador de los Legionarios de Cristo y del grupo sacerdotal Regnum Christi no dejan lugar a dudas, y eso que aún no ha concluido la investigación ordenada hace un año por Benedicto XVI.
Lo que ya se sabe es demoledor. El líder de uno de los más exitosos movimientos del nuevo catolicismo no sólo fue notorio pederasta y drogadicto. También tuvo hijos -al menos cuatro, quizá seis- con varias mujeres, plagió descaradamente el libro de cabecera legionario, titulado El salterio de mis días, e impuso a toda la organización un cuarto voto de silencio para guarecerse de denuncias. Uno de sus antiguos colaboradores le acusa incluso de haber envenenado a su tío abuelo, el obispo Guízar, que avaló la exitosa carrera eclesiástica del ambicioso sobrino en el convulso México de los años treinta del siglo pasado.

"Un guía eficaz de la juventud", según piropo de Juan Pablo II

Blázquez, obispo de Bilbao, es uno de los cinco 'visitadores' encargados por el Papa de investigar a la Legión en pleno

"¡Cuánta suciedad hay en la Iglesia!", clamó Ratzinger antes de ordenar que Maciel fuese castigado

"¡Cuánta suciedad hay en la Iglesia!" Este clamor le valió un pontificado al entonces cardenal Joseph Ratzinger. Lo pronunció en un vía crucis en abril de 2005, a punto de reunirse el cónclave para elegir al sucesor de Juan Pablo II. El todopoderoso prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex santo Oficio de la Inquisición) sabía de qué hablaba. Los cardenales electores, también. Sobre la mesa del Papa anterior, Karol Wojtyla, se habían acumulado acusaciones de pederastia contra miles de sacerdotes, y también quejas por el encubrimiento de esos delitos por algunos jerarcas en Estados Unidos, Irlanda, Italia, Austria e, incluso, España. El alemán Ratzinger aparecía como el único de los reunidos con información y autoridad suficientes para atajar tal estado de cosas.

El propio Juan Pablo II no se libraba de las críticas. Por citar sólo el caso del fundador de los Legionarios, a la mesa de trabajo del Papa polaco habían llegado durante años cientos de denuncias sobre las andanzas y desviaciones del sacerdote Maciel. El Pontífice las despreció. Maciel era uno de sus preferidos. Llenaba plazas y estadios de fútbol en los viajes del líder católico por el mundo, junto al otro movimiento de moda, el Camino Neocatecumenal del español Kiko Argüello. Aquella protección contra toda lógica amenaza ahora con ensombrecer la anunciada beatificación de Juan Pablo II, a poco que funcione la famosa y vieja figura -desaparecida como tal- del abogado del diablo en todo proceso de canonización.

Cuando el todavía cardenal Ratzinger clamó contra la "suciedad" interna en su iglesia, los cardenales se convencieron de que era el hombre a elegir. Dos días más tarde lo hicieron Papa, el 19 de abril de 2005. Fue entonces cuando se empezó a cavar la tumba del hasta entonces intocable fundador de los Legionarios. Una de las primeras medidas anticorrupción del pontífice Benedicto XVI, en mayo de 2006, le alcanzó donde más dolía. Maciel debía abandonar Roma apresuradamente, y retirarse a su México natal. También debía dejar el poder en manos de alguno de sus colaboradores. La decisión del Vaticano parecía humillante -Maciel era obligado a llevar "una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a cualquier forma de ministerio público", se le ordenaba-, pero no acalló el escándalo. Demasiado poco castigo para documentadas acusaciones de abusos sexuales en varios países. Como disculpa, Roma apeló a la edad avanzada del encausado, casi nonagenario. Maciel moriría poco más tarde, en enero de 2008, en Cotija (Michoacán, México). Asunto zanjado, suspiraron sus antiguos amigos en el Vaticano.

Se equivocaban de punta a cabo. Además del clamor dolorido de las víctimas, que pusieron el grito en el cielo por la benevolencia de Benedicto XVI, ahora entraban en escena autoproclamados hijos y mujeres de Maciel reclamando atención y derechos. Todo empezó en Madrid, adonde Maciel venía con frecuencia, a veces discretamente. Al fin y al cabo, fue aquí donde fue recibido con los brazos abiertos en 1941, nada más fundar en México el movimiento de los Legionarios de Cristo, con apenas 20 años de edad. El ministro de Asuntos Exteriores de entonces, el democristiano Alberto Martín-Artajo, fue el encargado de introducirlo en la nacionalcatólica sociedad franquista. Hoy, los Legionarios cuentan en España con una Universidad -la Francisco de Vitoria, en Madrid-, varios seminarios y cientos de colegios, entre otras muchas propiedades.

Los primeros rumores sobre la doble vida de Maciel provocaron un revuelo morboso entre algunos legionarios, abrumados, sobre todo, por las acusaciones de pederastia, que hasta Roma avalaba oficialmente. Si su adorado fundador conoció mujer y tenía una hija, eso espantaba, según ellos, las sospechas del horrendo pecado de pedofilia. Así que lo que debía ser gestionado en sumo secreto, pronto fue un clamor público, filtrado desde dentro. Maciel no sólo tuvo aventuras amorosas, sino que en Madrid vivía una hija suya, con nombre, apellidos y un número de portal concreto en unos lujosos apartamentos de la calle de Los Madroños. La chica, ya madura -la madre murió hace años-, se llama Norma Hilda y ha pactado silencio a cambio de una pensión vitalicia. Quien selló el acuerdo y se ocupó de que la rocambolesca historia acabase ahí fue el mismísimo secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, durante una visita semioficial a España. Ocurrió en los primeros días de febrero del año pasado. El dinero no fue un obstáculo. Hace décadas que en ambientes hostiles el grupo del Maciel es conocido, con ironía, como los Millonarios de Cristo.

Animado por el éxito del apaño maquinado en Madrid, Benedicto XVI tomó otra decisión, con la esperanza de difuminar el escándalo. Ordenó que la investigación se extendiese a toda la organización. El argumento de la medida era inatacable: si el fundador legionario había llevado una vida de crápula, ¿cómo es que nadie de su entorno lo advirtió y denunció? Para encontrar respuestas, el Papa nombró a cinco "visitadores", todos ellos obispos: Ricardo Blázquez, de Bilbao (España); Giuseppe Versaldi, de Alessandria (Italia); Ricardo Watty, de Tebladpic (México); Ricardo Ezzati, de Concepción (Chile), y Charles Joseph Chaput, de Denver (EE UU). Watty inspeccionaría en México y Centroamérica; Chaput, los centros legionarios de Estados Unidos y Canadá; Versaldi, los de Italia, Israel, Corea y Filipinas; Ezzati, los de Suramérica, y Blázquez, los de Europa, con la excepción de Italia. Para facilitarles el trabajo, el Papa, único que puede atar y desatar esas cosas en la confesión católica, derogó el cuarto voto de la Constitución legionaria, que obliga a los seguidores de Maciel a confesarse sólo con sus superiores y a guardar secreto de los conflictos internos.

En un principio, la inspección ordenada por el Papa fue tomada por el sucesor de Maciel al mando de la Legión y del Regnum Christi, el también mexicano Álvaro Corcuera, como un gesto de confianza. El propio cardenal secretario de Estado, Bertone, había dado pie al equívoco en la carta en la que comunicó públicamente la decisión papal. "La visita apostólica es de fundamental importancia y merece la pena consagrarse a ella con amplitud de miras y limpio corazón. [Los legionarios] Siempre podrán contar con la ayuda de la Santa Sede para, a través de la verdad y la transparencia, en un clima de diálogo fraterno, superar las dificultades existentes", decía la carta del cardenal al sacerdote Corcuera.

Lo que no podían prever entonces ambas partes es el aluvión de noticias sobre la vida secreta de Maciel, ahora sin control posible. Para colmo, había entrado en acción un abogado de prestigio, anunciando acciones judiciales civiles, que siempre sacan de quicio a la Santa Sede. El letrado se llama José Bonilla. Uno de sus hijos fue sometido a abusos sexuales a la edad de tres años en un colegio de los Legionarios y le ganó a la Iglesia católica un juicio penal por esos hechos. Ahora representa a tres de los autoproclamados hijos de Maciel, con nombres propios y en busca de reconocimiento legal y compensaciones económicas. Se trata de tres varones, hermanos entre sí, de nacionalidad mexicana. El letrado asegura que Maciel habría tenido tres hijos más, incluida la española Norma Hilda, cuya existencia ya ha reconocido oficialmente la Legión. Otro hijo viviría en Londres, y una sexta hija se mató en un accidente de tráfico cuando iba a recoger a su padre a un aeropuerto de París. Norma Hilda, por cierto, cursó su carrera en la Universidad Francisco de Vitoria, en Madrid, propiedad legionaria.

Los obispos visitadores que llevan casi un año investigando en las instituciones y centros de los Legionarios de Cristo y del Regnum Christi no sueltan prenda de sus averiguaciones. Tampoco desmienten noticia alguna, y eso que se publican a diario, sobre todo en la prensa latinoamericana. Reconocen, en cambio, que los cinco prelados han sido convocados a Roma de urgencia para presentar a Benedicto XVI un primer informe de lo actuado. José Martínez de Velasco, redactor jefe de la agencia Efe y el primero que desveló los escándalos de la Legión -publicó en 2002 el libro Los Legionarios de Cristo, el nuevo ejército del Papa, y dos años más tarde, Los documentos secretos de los Legionarios de Cristo-, sostiene que la investigación está "prácticamente concluida", pese a que son muchas las personas que han solicitado ser recibidos para dar su testimonio o desahogarse.

Martínez de Velasco afirma, además, que las acusaciones de pederastia contra Maciel prácticamente no se han investigado porque estaban suficientemente contrastadas. Las primeras denuncias sobre abusos sexuales en centros de la Legión llegaron al Vaticano en la década de los años cincuenta del siglo pasado, durante el pontificado de Pío XII, paternal protector también del sacerdote mexicano. Éste había llegado a Roma avalado por su parentesco con un tío abuelo suyo, Rafael Guízar, obispo de Veracruz y en proceso de canonización por Benedicto XVI como uno de los héroes de la persecución y guerra de los Cristeros en el México revolucionario de los años treinta del siglo XX.
Sin embargo, un libro publicado en México con el título El Legionario, escrito por Alejandro Espinosa, sostiene que el obispo Guízar murió envenenado con cianuro por el propio Maciel. "Guízar acogió a su sobrino en su seminario clandestino, pero la buena relación entre ambos duró hasta que el obispo descubrió que el joven Maciel le estaba pervirtiendo su seminario con relaciones sexuales con otros estudiantes. El día en que el obispo murió había tenido una discusión muy fuerte con Maciel", sostiene.
Apoyado con información de algunos testigos del suceso y con confesiones que el mismo Maciel le hizo cuando tenía con él una relación muy cercana, Espinosa armó esta hipótesis. "La muerte de monseñor Guízar no quedó esclarecida. Y cuando años después exhumaron su cadáver, se le halló incorrupto y con el pelo rojizo, tal y como deja el cianuro a los cuerpos. Pero la gente se fue por el lado del milagro", sostiene este ex legionario, él mismo sometido a abusos cuando estudiaba en el seminario que la Legión posee en Ontaneda (Cantabria). Hoy vive retirado en el campo mexicano, con estrecheces económicas y, aún, amenazado por antiguos correligionarios. En cambio, el postulador en México de la causa de canonización de Guízar, el sacerdote Rafael González Hernández, tacha de absurda la historia. "Monseñor Guízar murió en 1938 a causa de una insuficiencia cardiaca y de un ataque de diabetes. Tenía 60 años y ya era un anciano decrépito y acabadísimo, pues gastó su vida al servicio de los fieles. Efectivamente, 12 años después de su muerte, en 1950, sus restos fueron exhumados y se encontraron incorruptos", afirma.

Lo cierto es que, con informaciones de acá y de allá, más lo que le han aportado ya los visitadores, el Papa tiene datos suficientes sobre la situación de la Legión de Cristo y sobre las acusaciones contra el fundador y algunos de sus colaboradores. La decisión que adopte se conocerá el próximo marzo. Según Martínez de Velasco, el Vaticano se debate entre tres opciones: disolver la congregación, proceder a su refundación o designar un comisario pontificio que conduzca a la Legión hasta un Capítulo General de renovación total.

Desde la disolución de los jesuitas en 1773 por Clemente XIV, forzado por los reyes de Francia, España, Portugal y de las dos Sicilias -por motivos de poder, por tanto-, la Iglesia católica no se había enfrentado a un caso igual, esta vez por sucios escándalos sexuales y financieros. Benedicto XVI, él mismo acusado de no haber actuado con diligencia cuando estaba al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se enfrenta al peor momento de su pontificado, sobre todo si la investigación interna confirma una culposa pasividad de Juan Pablo II por amistad personal con Maciel.

"Un guía eficaz de la juventud", según piropo de Juan Pablo II
Los días de gloria de Marcial Maciel, y los de los Legionarios -unos 70.000, de los que 800 son sacerdotes-, estaban contados cuando un grupo de ex seminaristas de la organización se unió para denunciar ante la opinión pública al fundador y a sus protectores en el Vaticano. Unos, en Ontaneda (Cantabria), y otros, en seminarios de México, todos sufrieron abusos sexuales de su padre confesor. Fueron sacerdotes la mayoría. Tardaron en "contactarse", pero al final fueron "atando datos", dicen, hasta llenar de credibilidad una denuncia, que llegó ante Ratzinger cuando todavía no habían explotado los escándalos de pederastia en la iglesia de EE UU. He aquí la identidad de algunos de los denunciantes: además de Alejandro Espinosa, los hermanos Fernando y José Antonio Pérez Olvera, Samuel Barrales, Arturo Jurado, Juan José Vaca, José Barba y Félix Alarcón. La gota que colmó el vaso de su paciencia fue una frase de Juan Pablo II, amigo y protector de Maciel. El fundador de los Legionarios de Cristo es "un guía eficaz de la juventud", dijo el Papa polaco, de visita en México. Era en 1994. Con este sorprendente piropo del distraído Pontífice, el fundador legionario, que iba para los altares según el polaco, empezó su caída a los infiernos de la Iglesia romana.
El proceso contra Maciel, según lo plantearon los ocho ex legionarios y su abogada, la austriaca Martha Wegan, tenía dos planos: el de los abusos sexuales y la adicción a la morfina del fundador, y el que éste dominara la conciencia de sus víctimas mediante la dirección espiritual. Es decir, además de los delitos sexuales, que en 1998 podrían estar prescritos, Maciel había absuelto a sus muchachos en confesión. La figura de la absolución del cómplice, uno de los mayores delitos en la Iglesia católica, no prescribe, y su examen queda reservado a la Congregación para la Doctrina de la Fe. La demanda contra Maciel se presentó en Roma en octubre de 1998 con este título: Absolutionis complicis. Arturo Jurado et alii versus Rev. Marcial Maciel Degollado. Las desviaciones del fundador legionario ya fueron investigadas entre 1956 y 1959, sin resultado conocido. Durante ese tiempo, Maciel fue suspendido como superior general y expulsado de Roma. El cardenal Alfredo Ottaviani, entonces gran inquisidor, encargó al claretiano vasco y futuro cardenal Arcadio Larraona que dirigiese la investigación. Éste envió a sus visitadores al seminario de Ontaneda, pero no resolvió nada.

17 enero, 2010

HAITI:LA MALDICION BLANCA....

Este artículo de Eduardo Galeano fue publicado en abril de 2004 ..

Eduardo Galeano 16-1-2010 a las 20:06
Kaos en la red.

Este artículo de Eduardo Galeano fue publicado en abril de 2004 en varios periódicos latinoamericanos. Su conmovedor relato de la historia de Haiti duele aún más en estos días en que el mundo decidió volver a mirar al país más pobre del hemisferio. Como dice Galeano al final, Haití "aún espera las manos de su gente", por las manos de todos aquellos que tengan conciencia y corazón.

LA MALDICIÓN BLANCA

Eduardo Galeano

El primer día de este año, la libertad cumplió dos siglos de vida en el mundo. Nadie se enteró, o casi nadie. Pocos días después, el país del cumpleaños, Haití, pasó a ocupar algún espacio en los medios de comunicación; pero no por el aniversario de la libertad universal, sino porque se desató allí un baño de sangre que acabó volteando al presidente Aristide.Haití fue el primer país donde se abolió la esclavitud. Sin embargo, las enciclopedias más difundidas y casi todos los textos de educación atribuyen a Inglaterra ese histórico honor.

Es verdad que un buen día cambió de opinión el imperio que había sido campeón mundial del tráfico negrero; pero la abolición británica ocurrió en 1807, tres años después de la revolución haitiana, y resultó tan poco convincente que en 1832 Inglaterra tuvo que volver a prohibir la esclavitud.Nada tiene de nuevo el ninguneo de Haití. Desde hace dos siglos, sufre desprecio y castigo. Thomas Jefferson, prócer de la libertad y propietario de esclavos, advertía que de Haití provenía el mal ejemplo; y decía que había que “confinar la peste en esa isla”. Su país lo escuchó. Los Estados Unidos demoraron sesenta años en otorgar reconocimiento diplomático a la más libre de las naciones. Mientras tanto, en Brasil, se llamaba haitianismo al desorden y a la violencia. Los dueños de los brazos negros se salvaron del haitianismo hasta 1888. Ese año, el Brasil abolió la esclavitud. Fue el último país en el mundo.

Haití ha vuelto a ser un país invisible, hasta la próxima carnicería. Mientras estuvo en las pantallas y en las páginas, a principios de este año, los medios trasmitieron confusión y violencia y confirmaron que los haitianos han nacido para hacer bien el mal y para hacer mal el bien.

Desde la revolución para acá, Haití sólo ha sido capaz de ofrecer tragedias. Era una colonia próspera y feliz y ahora es la nación más pobre del hemisferio occidental. Las revoluciones, concluyeron algunos especialistas, conducen al abismo. Y algunos dijeron, y otros sugirieron, que la tendencia haitiana al fratricidio proviene de la salvaje herencia que viene del Africa. El mandato de los ancestros. La maldición negra, que empuja al crimen y al caos.

De la maldición blanca, no se habló.La Revolución Francesa había eliminado la esclavitud, pero Napoleón la había resucitado:—¿Cuál ha sido el régimen más próspero para las colonias?—El anterior.—Pues, que se restablezca.Y, para reimplantar la esclavitud en Haití, envió más de cincuenta naves llenas de soldados.Los negros alzados vencieron a Francia y conquistaron la independencia nacional y la liberación de los esclavos. En 1804, heredaron una tierra arrasada por las devastadoras plantaciones de caña de azúcar y un país quemado por la guerra feroz. Y heredaron “la deuda francesa”. Francia cobró cara la humillación infligida a Napoleón Bonaparte. A poco de nacer, Haití tuvo que comprometerse a pagar una indemnización gigantesca, por el daño que había hecho liberándose. Esa expiación del pecado de la libertad le costó 150 millones de francos oro.

El nuevo país nació estrangulado por esa soga atada al pescuezo: una fortuna que actualmente equivaldría a 21,700 millones de dólares o a 44 presupuestos totales del Haití de nuestros días. Mucho más de un siglo llevó el pago de la deuda, que los intereses de usura iban multiplicando. En 1938 se cumplió, por fin, la redención final. Para entonces, ya Haití pertenecía a los bancos de los Estados Unidos.A cambio de ese dineral, Francia reconoció oficialmente a la nueva nación.

Ningún otro país la reconoció. Haití había nacido condenada a la soledad.Tampoco Simón Bolívar la reconoció, aunque le debía todo. Barcos, armas y soldados le había dado Haití en 1816, cuando Bolívar llegó a la isla, derrotado, y pidió amparo y ayuda. Todo le dio Haití, con la sola condición de que liberara a los esclavos, una idea que hasta entonces no se le había ocurrido. Después, el prócer triunfó en su guerra de independencia y expresó su gratitud enviando a Port-au-Prince una espada de regalo. De reconocimiento, ni hablar.En realidad, las colonias españolas que habían pasado a ser países independientes seguían teniendo esclavos, aunque algunas tuvieran, además, leyes que lo prohibían. Bolívar dictó la suya en 1821, pero la realidad no se dio por enterada.

Treinta años después, en 1851, Colombia abolió la esclavitud; y Venezuela en 1854.En 1915, los marines desembarcaron en Haití. Se quedaron diecinueve años. Lo primero que hicieron fue ocupar la aduana y la oficina de recaudación de impuestos. El ejército de ocupación retuvo el salario del presidente haitiano hasta que se resignó a firmar la liquidación del Banco de la Nación, que se convirtió en sucursal del Citibank de Nueva York. El presidente y todos los demás negros tenían la entrada prohibida en los hoteles, restoranes y clubes exclusivos del poder extranjero.

Los ocupantes no se atrevieron a restablecer la esclavitud, pero impusieron el trabajo forzado para las obras públicas. Y mataron mucho. No fue fácil apagar los fuegos de la resistencia. El jefe guerrillero, Charlemagne Péralte, clavado en cruz contra una puerta, fue exhibido, para escarmiento, en la plaza pública.La misión civilizadora concluyó en 1934. Los ocupantes se retiraron dejando en su lugar una Guardia Nacional, fabricada por ellos, para exterminar cualquier posible asomo de democracia. Lo mismo hicieron en Nicaragua y en la República Dominicana.


Algún tiempo después, Duvalier fue el equivalente haitiano de Somoza y de Trujillo.Y así, de dictadura en dictadura, de promesa en traición, se fueron sumando las desventuras y los años.

Aristide, el cura rebelde, llegó a la presidencia en 1991. Duró pocos meses. El gobierno de los Estados Unidos ayudó a derribarlo, se lo llevó, lo sometió a tratamiento y una vez reciclado lo devolvió, en brazos de los marines, a la presidencia. Y otra vez ayudó a derribarlo, en este año 2004, y otra vez hubo matanza. Y otra vez volvieron los marines, que siempre regresan, como la gripe.

Pero los expertos internacionales son mucho más devastadores que las tropas invasoras. País sumiso a las órdenes del Banco Mundial y del Fondo Monetario, Haití había obedecido sus instrucciones sin chistar. Le pagaron negándole el pan y la sal. Le congelaron los créditos, a pesar de que había desmantelado el Estado y había liquidado todos los aranceles y subsidios que protegían la producción nacional. Los campesinos cultivadores de arroz, que eran la mayoría, se convirtieron en mendigos o balseros. Muchos han ido y siguen yendo a parar a las profundidades del mar Caribe, pero esos náufragos no son cubanos y raras veces aparecen en los diarios.

Ahora Haití importa todo su arroz desde los Estados Unidos, donde los expertos internacionales, que son gente bastante distraída, se han olvidado de prohibir los aranceles y subsidios que protegen la producción nacional.En la frontera donde termina la República Dominicana y empieza Haití, hay un gran cartel que advierte: El mal paso.

Al otro lado, está el infierno negro. Sangre y hambre, miseria, pestes.En ese infierno tan temido, todos son escultores. Los haitianos tienen la costumbre de recoger latas y fierros viejos y con antigua maestría, recortando y martillando, sus manos crean maravillas que se ofrecen en los mercados populares.Haití es un país arrojado al basural, por eterno castigo de su dignidad. Allí yace, como si fuera chatarra. Espera las manos de su gente.

Tomado de: Página/12, Buenos Aires, domingo 4 de abril de 2004.David Hernández-Palmar. Wayuu. Clan IIPUANA

12 enero, 2010

CELEBRAN 50 ANOS DEL GUGGENHEIM CON UNA DEPURADA SELECCION DE kANDINSKY...

Vasily Kandinsky en la elaboración de Dominant Curve (Curva dominante), en 1936, fotos tomadas del catálogo de la exposición

Detalle de In the Black Square (En el cuadro negro), de 1923
Foto tomadas del catálogo de la exposición

El recinto neoyorquino exhibe sólo 100 cuadros de la vasta producción que resguarda

\Merry MacMasters

Periódico La JornadaMartes 12 de enero de 2010, p. 5

El pintor vanguardista de origen ruso Vasily Kandinsky (1866-1944) es objeto de una gran exposición más o menos cada dos décadas en el Museo Solomon R. Guggenheim, en Nueva York, recinto que resguarda más obra suya que de cualquier otro modernista de envergadura.

A principios de los años 80 del siglo pasado el Guggenheim montó tres muestras que recogieron las actividades del también teórico, incluso, sus bordados art nouveau y obras de artistas y diseñadores contemporáneos suyos.

Llegada de nuevo la ocasión, y con motivo de su 50 aniversario, el museo ahora tomó el camino opuesto, al depurar su relevante producción a alrededor de 100 pinturas, con un apartado de obras sobre papel desplegadas en una galería adyacente.

Intitulada simplemente Kandinsky, la exhibición continúa hasta el 13 de enero de 2010. Organizada en colaboración con la Städtische Galerie im Lenbachhaus und Kunstbau, en Munich, y el Centro Pompidou, en París –los otros dos museos, propietarios de las más grandes colecciones de Kandinsky en el mundo–, la muestra contiene préstamos de todos lados.

Por ejemplo, el óleo Picture with a Circle (Cuadro con un círculo), 1911, proveniente del Museo Nacional de Georgia, en Tbilisi, supuestamente su primera pintura completamente abstracta, nunca había estado en Estados Unidos. Kandinsky, sin embargo, solía ignorar las distinciones entre abstracción y figuración.

Por primera vez, en más de 30 años, la vida y obra de Kandinsky es representada mediante ejemplos sobresalientes que abarcan la producción de 1907 a 1942 de tan relevante pintor. El desarrollo lógico de su pintura hacia la abstracción y las transformaciones particulares que experimentó durante los diferentes periodos de su vida resultan haber sido el producto de un sendero bien ponderado, desarrollado durante el proceso de pintar.
Kandinsky siempre acompañó su trabajo artístico práctico con deliberaciones teóricas. Seguido, sus obras escritas –como el conocido libro De lo espiritual en el arte, publicado en 1912– anticipó los pasos que más tarde implementaría en sus lienzos. Cabe recordar que empezó a pintar a los 30 años de edad –antes estudió leyes, economía y estadística–, tras asistir a una exposición de arte francés en Moscú, donde vio un “almiar” de Monet, cuyo efecto “no-objetivo” lo impactó, y al acudir a una función de Lohengrin (1850), de Richard Wagner.

El carácter cosmopolita de Kandinsky se refleja en esta muestra. Nacido en Moscú, el artista consideraba Munich su segundo hogar y París su tercero. En Munich formó el grupo Der Blaue Reiter, junto con pintores como Franz Marc, Alexei Jawlensky y Gabriele Münter, por quien dejó a su primera esposa en 1907. Como ruso, dejó Alemania cuando comenzó la Primera Guerra Mundial. En su país natal se involucró en el experimento constructivista.
Después de su regreso a Alemania, en 1921 –con su nueva esposa, Nina–, y sus años en la Bauhaus (era vecino de su gran amigo Paul Klee), los nazis lo obligaron a exiliarse por segunda vez en 1933. Desde 1913 en adelante, Kandinsky tuvo relaciones con Estados Unidos por medio de adquisiciones de sus obras hechas por coleccionistas y galeristas, como Arthur Jerome Eddy y Alfred Stieglitz, al igual que mediante sus contactos con Katherine Dreier, Solomon R. Guggenheim y Hilla von Rebay.

Alrededor de 1935, en particular debido a la invitación de su otrora colega del Bauhaus, Josef Albers, quien se fue a Estados Unidos, meditó la idea de hacer lo mismo y escaparse de la situación política incierta en Europa. Sin embargo, París lo detuvo, y en 1939, Kandinsky, quien obtuvo la ciudadanía alemana en 1928 se volvió francés, a los 73 años. Tras estallar la Segunda Guerra Mundial, afirmó que se quedaría en Francia para siempre.

Muchos museos tienen artistas fundacionales y Kandinsky lo es del Guggenheim. Para la crítica de arte Roberta Smith, la rampa circular de “la rotonda de (Frank Lloyd) Wright ciertamente fue diseñada al mantener en mente las abstracciones giratorias y sin anclar del ruso”.
Tal vez Wright niegue la conexión, pero fue escogido por Hilla von Rebay, pintora alemana y directora fundadora del museo, quien tenía muy presente a Kandinsky. Guggenheim, su patrón, se contagió de su fiebre, y entre 1929 y su muerte, en 1949, adquirió gran cantidad de obra del artista. Todas fueron entregadas al Museo de la Pintura No-Objetiva, que él y Rebay fundaron en 1937, el cual fue rebautizado en honor de Guggenheim, en 1952.
Otra exposición, Gabriele Münter y Vasily Kandinsky, 1902-1914: una vida en fotografías, presenta imágenes de la artista alemana junto con una selección tomada por su compañero, como recuerdo de los años en que vivieron juntos.

El artista mexicano Rafael Lozano-Hemmer (1967), por su parte, ofreció en septiembre, al inicio de la muestra, Levels of Nothingness (Los niveles de la nada), una instalación interactiva inspirada en la poética de Kandinsky, cuya narradora fue Isabella Rosselini. La obra fue comisionada en su actual ubicación con motivo del medio siglo de vida del Museo Guggenheim.

09 enero, 2010

LA ATRACCION NO ES CIEGA....

¿Por qué nos gusta una persona y nos repele otra? ¿Cómo funciona el deseo? Sus mecanismos guardan una misteriosa lógica en la que se combinan química, psicología y cultura.

INMACULADA DE LA FUENTE 08/01/2010

Foto: Fuente externa
Parece algo enigmático, pero no lo es. Los expertos aseguran que el deseo no es ciego. En apariencia, la gente se atrae, se repele o se ignora por razones que no siempre se acierta a definir. Pero "el deseo tiene un fuerte componente mental", asegura la psicóloga clínica Mila Cahue, asesora del portal de Internet Meetic-Match. "No existen reglas fijas que indiquen por qué deseamos a alguien. Entran en juego desde el factor genético hasta el aprendizaje sentimental", coinciden psicólogos y sexólogos.

Si uno se siente inseguro, está más receptivo, su abanico se amplía
Los expertos insisten en que las mujeres buscan un hombre fuerte, y los hombres, belleza o sumisión.
El cerebro marca las diversas fases de energía y declive en la pasión
Un 15% de los españoles están insatisfechos sexualmente
No podemos escapar del deseo de amar, es una ley de la naturaleza
"Cada uno va diseñando una imagen fruto de diversos factores: por un lado, una predisposición genética; por otro, el modelo educativo que adquirimos en el entorno familiar y social, y finalmente, el filtro cultural. Es una proyección, un entramado subjetivo que te lleva a desear a alguien que te gusta. Aunque a veces al conocer a esa persona te deja de gustar", precisa Cahue.

En ocasiones incluso se desea a alguien por razones directas: la sensación profunda de que alguien nos hace sentir bien.
Al igual que Cahue, la psicóloga Ángeles Sanz Yaque considera que las características emocionales del sujeto determinan en buena parte el objeto de deseo. Pero, desde el punto de vista físico, el nivel de testosterona es decisivo. También en la mujer. "En el hombre, este nivel es bastante estable, mientras que en la mujer hay fluctuaciones: la influencia hormonal se nota más durante la ovulación", señala.
Hay que sumar, además, el nivel de autoestima y el equilibrio afectivo. Si alguien se siente seguro, selecciona más. Pero si se encuentra en un momento delicado, más inseguro, está más receptivo, y su abanico se amplía. "Los filtros culturales y religiosos también son muy importantes", agrega el psiquiatra José María Valls, secretario de la Fundación Castilla del Pino. "Hay un abismo entre una europea y una afgana a la hora de expresar su deseo. Por otra parte, la mayoría de las religiones ejerce un efecto restrictivo, pero hay que distinguir entre espiritualidad y religiosidad", añade.
"El deseo va más allá de la atracción física. A mí me motiva especialmente el olor, la sensación de bienestar y confianza que me inspira esa piel en particular; todo eso que llamamos química", afirma una madrileña de 45 años que acaba de iniciar una relación. Los expertos han estudiado el lenguaje de la intimidad. "Hay mujeres que encuentran más erótico besar durante largo tiempo a su pareja que emprender acciones sexuales más explícitas. Los besos ayudan a liberar endorfinas, encargadas de generar bienestar y relajación. Cuando se está enamorado se segrega oxitocina (la hormona que permite la dilatación en el parto y la lactancia, a la vez que se la relaciona con la excitación sexual)", indica Cahue.

El deseo cumple, además, una función, la de reequilibrar algo de lo que carecemos. Ése es el motor de muchas fascinaciones aparentemente contradictorias. Ella es ejecutiva de éxito, y él, un bohemio. ¿Por qué se han elegido? ¿Por qué perduran? "No siempre son tan desiguales esas parejas que consideramos flor de un día", explica Cahue. "Quizá los sueños íntimos de esa ejecutiva se acerquen a una vida más bohemia. Y él tal vez aspire a una vida ordenada". Algo que no es aplicable a todas las ejecutivas, desde luego, ni a todos los bohemios.

"Hombres y mujeres siguen respondiendo aún a patrones distintos: el varón tiende a desear a muchas, cuantas más mejor, por aquella razón ancestral de dejar su impronta. Mientras la mujer sigue seleccionando pocas parejas y de calidad, tanto para ellas como para sus hijos", recuerda Valls. Aunque este viejo esquema está cambiando: algunas mujeres empiezan a buscar más variedad sexual, sobre todo si ya tienen hijos. Sea como fuere, "la píldora anticonceptiva ha sido el gran afrodisiaco para la mujer", afirma Valls: al separar procreación y sexualidad, la mujer manifiesta su deseo sin miedo.

"El deseo de amar y ser amado está ahí, es algo visceral, una búsqueda activa del otro. No podemos escapar a esta ley de la naturaleza, aunque seamos capaces ya de tomar decisiones y de no enfocarlo a la procreación", manifiesta Aurora García, psicóloga integrada en el gabinete Álava-Reyes. Podría decirse que se está programado para desear. Aunque no siempre encontremos el objeto de deseo soñado o no entendamos por qué nos resulta deseable y hasta irresistible alguien que no coincide con nuestro ideal físico o social. Aurora García insiste en que la mujer sigue buscando un hombre no dominante, pero sí fuerte. Y los hombres, belleza o sumisión: todavía muchos piensan que si ella es servicial, cuidará mejor de los hijos.

El deseo es un motor para conseguir amor, y otras cosas. Hay expertos que aseguran que las mujeres en periodo fértil se interesan por hombres con marcados rasgos masculinos. Mientras que en otras fases del ciclo menstrual el aspecto físico no es tan determinante.
Muchos estudios responden a viejos estereotipos sexuales. Pero al final "es el cerebro el que interpreta este flujo de información fisiológica que le llega y desencadena a tiempo una sucesión de pensamientos e imágenes", recuerda Cahue.
¿Por qué deseo al final a quien no es mi tipo? En parte, porque se conoce a esa persona en un momento de mayor apertura o cuando se está más activo. O, por el contrario, bajo una sensación de fracaso o de ilusión, explica Sanz. También hay quien fantasea y se engancha en función de sus propias necesidades, "poniendo en marcha una estrategia para lograr que esa persona se comporte del modo que espera". Aunque al final "se da cuenta de que no tiene que ver consigo y que lo importante era el juego", agrega Sanz.

Uno de los enemigos del deseo en las parejas actuales es el desarrollo profesional, altamente competitivo, apunta. "Se tienen los hijos cada vez más tarde, se vive una presión por ascender, y no practican el sexo simplemente porque llegan a casa agotados". Doce horas diarias en la oficina acaban con muchas parejas.

Cuando amor y deseo coinciden, ambos se retroalimentan. Con el tiempo, sin embargo, la emoción del amor se transforma en hábito, y el deseo necesita nuevos estímulos. Cahue no comparte la idea de que la estabilidad traiga el aburrimiento. "La pareja en sí no es aburrida, lo son las personas", sugiere.

La reciente encuesta sobre salud sexual elaborada por el Ministerio de Sanidad confirma que un 20% de mujeres y un 15% de los hombres se sienten insatisfechos en su sexualidad. "Hay parejas que funcionan bajo mínimos, y de algún modo lo asumen. Con esa situación es fácil estancarse y que el deseo se bloquee. Aunque esa falta de deseo es en ocasiones algo subjetivo", advierte Sanza.
Hay gente que inhibe sus deseos porque no ha aprendido a expresarlos o porque no quiere entrar en conflicto con los de otras personas y se bloquea. Hay que aprender a decir "quiero esto" sin que eso implique molestar al otro. De cualquier modo, debajo del deseo hay mecanismos y filtros personales y sociales: no es lo mismo un chico de 18 años que de 60.
La edad influye claramente en el deseo por el efecto hormonal. "Aunque disociemos procreación y sexo, el cerebro marca las diversas etapas de mayor energía o de declive", recuerda Valls. "A los 22 años, el deseo es más vivo. A otras edades se buscan los momentos emocionales, la comunicación", dice Mila Cahue. Pero ¿pervive el deseo? "Si la mujer ha tenido una vida sexual más o menos intensa, el deseo se mantiene en la madurez. Si has ido de más a menos, cuando llega cierta edad echas el cierre", reconoce Ángeles Sanz. En el hombre, la viagra ayuda, pero "si no le apetece, la pastilla no sirve", resume Valls.

Cuestión de aromaSi uno se siente inseguro, está más receptivo, su abanico se amplía
Los expertos insisten en que las mujeres buscan un hombre fuerte, y los hombres, belleza o sumisión.
El cerebro marca las diversas fases de energía y declive en la pasión
Un 15% de los españoles están insatisfechos sexualmente
No podemos escapar del deseo de amar, es una ley de la naturaleza

Cuestión de aroma
Nuestro cuerpo produce unas sustancias químicas llamadas feromonas que nos inclinan al bienestar y al encuentro con los demás. Mucho se ha especulado en las últimas décadas sobre su papel en el deseo sexual. Los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ángel Guerrero y Carme Querol, pioneros en el estudio de las feromonas en insectos, aseguran que "existen evidencias claras de que hay hormonas que regulan ciertos comportamientos en humanos". Aunque se muestran cautos. Consideran arriesgado "extrapolar a los humanos el papel que las feromonas de insectos juegan en el comportamiento y reproducción de los mismos". De cualquier modo, creen que sí son determinantes en la atracción sexual. Aunque, recuerdan, "el hombre y la mujer, a diferencia de los animales que se comportan en base a su instinto, nos controlamos más desde un punto de vista racional".


Los especialistas cuentan que se han comercializado ya perfumes con lo que llaman hormona masculina y hormona femenina. Estas hormonas se han obtenido de las axilas y son aparentemente percibidas por un órgano olfativo denominado órgano vomeronasal (VNO). "Es probable que estas hormonas actúen como un agente de atracción complementario a otros que también utilizan los animales en la naturaleza, como la visión, el sonido, etcétera. En ese sentido son un factor más en el proceso de atracción sexual y reproducción en humanos. No en vano, el amor es un fenómeno complejo en el que juegan muchos parámetros además de las propias feromonas", agregan.

Lo que sí se ha contrastado es que el bebé reconoce a la madre a los pocos día de nacer y, viceversa, la madre puede discriminar el olor de su pequeño frente a otro de la misma edad a través de alguna prenda que haya vestido previamente. Otro ejemplo: se ha observado que niños y niñas entre tres y seis años consideran agradable el olor de las axilas femeninas, mientras que el de las axilas masculinas sólo agrada a los niños, pero no a las niñas.

El poder hormonal
"La principal hormona vinculada al deseo sexual es la testosterona",
afirma el urólogo José Luis Martínez Piñeiro. "A menudo, los problemas de disfunción eréctil, eyaculación precoz o de libido baja suelen estar mezclados. Al tener alguna dificultad física, el sujeto se inhibe, y esa actitud influye en una pérdida de deseo", explica. Por el contrario, cuando las relaciones sexuales son buenas en una pareja, hay una mayor motivación a repetir esa experiencia, lo que añade ya un componente psicológico. "Aunque las disfunciones tengan un origen orgánico, suele darse un factor psicológico asociado. Si el nivel de testosterona disminuye, repercute directamente en la libido. Esto se ha comprobado en personas con cáncer de próstata: al tratarlos, se les baja a propósito el nivel de testosterona y, como consecuencia, cae de inmediato también el deseo". Otra hormona que interviene en el deseo es la prolactina. Si aumenta, disminuye la erección y la libido.

La testosterona está también vinculada al deseo femenino, al igual que la DHEA y otras hormonas que fabrican las glándulas suprarrenales. "Se ha comprobado que algunas personas con tumores de glándulas suprarrenales experimentan un incremento de la libido. Al igual que en las deportistas de elite a las que se les administra testosterona", explica Martínez Piñeiro.

La edad desencadena una serie de problemas en el hombre. "Si mantiene la libido y los problemas son de erección, las pastillas conocidas como Viagra, Cialis o Levitra pueden ser una ayuda. Pero hay que tener presente que estas pastillas no incrementan el deseo: mejoran el rendimiento, y eso hace que afronten las relaciones de pareja mejor y, como consecuencia, puede reactivar el interés sexual y sus expectativas", precisa el especialista. "Sus efectos son similares. La diferencia es que Viagra y Levitra deben tomarse de media hora a una hora antes de la relación, y su efecto suele durar unas seis horas. Cialis se puede tomar con la comida y con alcohol, y tiene una horquilla de tiempo más amplia. Con una pequeña dosis continuada, pacientes diabéticos pueden mantener una vida sexual normal", añade Martínez Piñero. Aunque cada uno tiene sus preferencias, matiza. Además de tomarla con control médico, no se puede mezclar con nitroglicerina, empleada para tratar la angina de pecho.

05 enero, 2010

2010....NUESTRA ESPERANZA ????


Por: Karina


...La gente dice mas o menos las mismas cosas siempre que hay un año nuevo.
Siempre que comienza una nueva tanda de doce meses la gente desea, para en lo adelante, mas o menos las mismas cosas.

Para sì...Para los demàs.
Siempre que se acaba un año, el que le sigue es tan igual como el anterior, a excepciòn del nùmero del año, pero la gente que siempre dice, desea y lucha mas o menos por las mismas cosas, se empeña en llamarle "Año Nuevo"...
Ese asunto de años es una conveniencia inventada por el hombre, que vive inventando, para poder tener dentro del espacio y sobre todo el tiempo en que se mueve un paràmetro de mediciòn como si fuera un metro.

Para inventar este asunto de los años desde tiempo que se pierden en las brumas, el hombre ha aprovechado la vuelta completa que su casa, la tierra, a toda velocidad dà alrededor del sol con cierto retraso por lo que cada cuatro años hay que añadirle a los trescientos sesentaicinco un dìa màs. Son los llamados años bisiestos.
Los años estan "hechos" de meses y los meses de dias. Para los dìas aprovecha el hombre la vuelta, que su casa la tierra, tambièn a super velocidad dà sobre su eje imaginario por supuesto.

Antes los años tan solo tenian diez meses. Cada mès llevaba un nombre lleno de hermosìsima simbologìa.
El nombre de Enero viene de Ianuarius. Ianuarius segùn antiguas consejas era un dios que tenìa dos caras. La de atràs de la cabeza que miraba siempre al pasado, y la normal de alante que solo veìa el futuro. Es el nombre màs adecuado para Enero que es el mès que despide el pasado- representado en el año terminado- y mira a las cosas por venir representado en los dìas y meses por delante.
El de febrero viene de februarius que a su vez arranca, dentro del mismo latìn de febris que significa fiebre. Febrero es el mès que por su intenso frio en los paìses nòrdicos da y levantalas mas càlidas temperaturas del cuerpo para poder mantener su equilibrio tèrmico. Tambièn en febrero el seno de la tierra recalienta para conservar, letales, los gèrmenes que habrìan de florecer en primavera.
Marzo viene de martius. Martius, Marte, dios de la guerra.
En primer lugar era un mes apropiado, o mas apropiado para ocuparse, el hombre antiguo, de su oficio predilecto, hacer la guerra. No quiere decir que al hombre de ahora no le guste y se ocupe de la guerra como su trabajo predilecto, lo que pasa es que en aquellos tiempos pretèritos daba màs trabajo guerrear en los fuertes inviernos que ahora.Ademàs tambièn simboliza marzo otra guerra, la de la madre natura que al irse poco a poco apròximando al sol, comenzaba la lucha tìmida de la primavera por desplazar el gèlido invierno y aventurar sobre la zona templada de la tierra sus calideces.

Aprilis, aperio...de donde arranca abril. Aperrire, Aperire es abril. Abril es la apertura a la esperanza. La primavera. El florecimiento...el color...el trino de las aves...la poesìa...Mayo, nos viene de maior, que es mayor. Ha triunfado la primavera. Corre a llenarnos el verano. Como entonces los meses contaban solo con diez meses como dijimos el año pues habìa llegado a la "mitad" de su vida.
A junio lo dedicaban los antiguos a Juno la diosa del hogar. Tambièn celebraban en el iunior o sea al joven que como el verano ardìan sus pasiones con mas fuerza de nunca.

Los meses de julio y agosto que no existian al principio fueron añadidos respectivamente por los emperadores Cayo JULIO Cesar y Cesar Octavio AUGUSTO.
El resto de los meses tienen nombres que corresponden a su ubicaciòn en el antiguo calendario septiembre, sèptimo mes; octubre, octavo mes; noviembre, noveno mes y diciembre el dècimo.Siempre que comienza un nuevo año la gente tiene màs o menos los mismos temores, se hace los mismos cuestionamientos y siente idènticas incertidumbres...asì como tambièn se traza metas alcanzables algunas...inalcanzables otras...se concientiza y hace un trato consigo mismo de mejorar si es que algo no va bien en su vida....Hemos comenzado un "nuevo año"....ojalà las cosas salgan bien...para bien de todos, valga la redundancia...

02 enero, 2010

LA VERDAD TRANSPARENTE DE CAMUS....

REPORTAJE

El autor se perfila, a los 50 años de su muerte, como uno de los grandes de su siglo
JOSÉ MARÍA RIDAO 02/01/2010

Albert Camus no dejó nunca de ser un escritor leído, pero sólo la publicación póstuma del manuscrito inacabado de El primer hombre, en 1994, derribó las últimas barreras que habían impedido considerarlo como lo que fue, uno de los más grandes del siglo XX. Las últimas barreras eran, en realidad, una sola: el anatema lanzado contra él por Sartre y su camarilla de Les temps modernes tras la publicación de El hombre rebelde, donde Camus cuestionaba el papel que la izquierda intelectual asignaba a la violencia revolucionaria.
La sobrecogedora belleza de El primer hombre, la novela en la que trabajaba cuando, el 4 de enero de 1960, le sorprendió la muerte en un accidente de automóvil, no fue ajena a este cambio en la apreciación de la obra de Camus, pero seguramente no lo explica por sí sola. Porque la principal aportación de El primer hombre a la obra de un autor que ya había publicado novelas indiscutibles como El extranjero o La peste iba más allá de su excepcional mérito literario: mostraba lo que en vida Camus jamás mostró, huyendo del exhibicionismo al uso entre artistas e intelectuales de todas las épocas; mostraba la experiencia íntima desde la que había concebido la totalidad de sus libros y de sus posiciones políticas y morales.
Fue de los pocos escritores que condenó las bombas de Hiroshima
Se negó a establecer identidad alguna entre Alemania y el nazismo

Ante los asombrados lectores de El primer hombre aparecía desnudo por primera vez, sin las máscaras de la ficción o las deliberadas opacidades del ensayo, un mundo de fascinante belleza y, a la vez, de aterradora miseria, que no era otro que el mundo argelino en el que Albert Camus pasó su infancia y primera juventud. El escritor que recibiría el premio Nobel en 1957 y al que poco después darían la espalda quienes ingenuamente había considerado sus iguales, sin advertir desde una desarmante humildad que su calidad humana e intelectual era infinitamente superior a la de ellos, describe con la ternura de la que sólo son capaces quienes deciden celebrar la vida por encima de todas las adversidades a una madre vestida de negro y analfabeta, sin otra diversión cuando regresa de su trabajo de doméstica que contemplar en silencio la calle desde un balcón.
Describe, además, al maestro que creyó en él y lo libró de abandonar la escuela para buscar un salario de huérfano que aliviara las imperiosas necesidades de una casa donde lo único que había eran elementales virtudes humanas, como respeto y amor. Describe, en fin, el momento en que visita por primera vez la remota tumba del padre, caído como poilu en la guerra del 14, y descubre con un estremecimiento de asombro que él, el hijo, es ahora mucho mayor que el padre cuando murió y cuya imagen casi adolescente apenas consigue recordar: sus sentimientos filiales quedan de pronto desplazados por un incontenible torrente de compasión hacia una vida joven truncada, y la historia se le aparece como un monstruo mitológico que sacrifica en la fatuidad de su fuego seres humildes y anónimos.

Era desde este mundo, desde esta experiencia íntima descrita en El primer hombre, desde donde Camus siempre había hablado. Las polémicas muchas veces maliciosas en torno a alguna de sus tomas de posición, como aquélla en la que, refiriéndose a Argelia, aseguró que entre la justicia y su madre, escogería a su madre, cesaron de inmediato. Y no porque se reconociese por fin que Camus no se equivocaba, sino porque, gracias a las páginas absorbentes, conmovedoras de El primer hombre, se descubría que el dilema era, en efecto, un dilema. La justicia a la que Camus se refería era, sin duda, la justicia; pero también la madre era la madre, no un recurso estilístico para subrayar el contraste entre los términos abstractos y concretos. La bruma de sospecha, e incluso de desprecio, que envolvía su obra desde el anatema lanzado contra ella por Sartre y su corte de Les temps modernes comenzó a disiparse. Camus podía no ser un intelectual con sólidas bases académicas, según le acusaron, pero tuvo razón frente a sus contradictores bien pertrechados de títulos y posiciones universitarias. Tuvo razón, por descontado, al condenar el abyecto papel que la izquierda intelectual asignaba a la violencia revolucionaria. Pero también al ser uno de los pocos escritores que, junto a Günther Anders y Karl Jaspers, condenó las bombas de Hiroshima y Nagasaki. O al negarse a establecer identidad alguna entre Alemania y el nazismo, interpretando el desenlace de la guerra como una victoria, no de unos países sobre otros, sino de los hombres y mujeres de cualquier nacionalidad comprometidos con la libertad sobre quienes abrazaron la causa del totalitarismo. O al defender desde la dirección de Combat la necesidad de que quienes dirigen o escriben en los periódicos arrostren con orgullo, incluso con soberbia, las consecuencias de su independencia frente al poder.

Hoy, a los 50 años de la muerte de Camus, las tornas han cambiado, y son sus contradictores en vida quienes han perdido el reconocimiento. No a causa de un anatema equivalente al que lanzaron contra el autor de El hombre rebelde, sino de la verdad transparente a la que siempre se mantuvo fiel Albert Camus.