01 diciembre, 2013

CUANDO SARTRE Y CAMUS ESTUVIERON EN LA MIRA EL FBI

   

Desde 1945, J. Edgar Hoover destinó hombres y recursos a dilucidar si los intelectuales eran una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. Luego de 30 años, aún no lo tenía claro.

por Rodrigo González M. - 30/11/2013 - 09:00 
  


 
 
 




 















 
En marzo de 1946, en el exclusivo barrio de Upper West Side de Manhattan, el escritor, futuro Premio Nobel y ex miembro de la Resistencia francesa, Albert Camus, ofreció una lectura en la Maison Française, selecto centro de estudios galos de la Universidad de Columbia. Un año antes, su amigo y correligionario ideológico Jean-Paul Sartre había hecho lo mismo y entre los asistentes hubo estudiantes, profesores e intelectuales. Ahora, la lista era más o menos similar, excepto por J. Edgar Hoover, el jefe del FBI.
 
¿Qué hacía la cabeza del mayor organismo de inteligencia nacional en una reunión de filósofos? ¿Era acaso Camus una eventual amenaza a los intereses de Estados Unidos? ¿Tenía el existencialismo de Sartre y su amigo algún componente de comunismo? ¿Eran la filosofía y las divagaciones una conspiración contra la sana mentalidad utilitaria de los americanos? Para J. Edgar Hoover, un abogado presbiteriano amigo de la acción y enemigo de las segundas lecturas, darle demasiadas interpretaciones al mundo sí era una eventual sombra sobre la seguridad nacional. Sobre todo, si una segunda lectura de los filósofos galos proponía que Estados Unidos tal vez no era el aliado de la paz y que la Unión Soviética no necesariamente era la perdición de Occidente.
 
Hoover, que tenía pocos hobbies además del exceso de trabajo, no sabía nada de filosofía y llamaba “Canus” a Camus. Eso duró hasta que un subalterno tuvo el arrojo de corregirlo y decirle que el apellido era en realidad con m. El autor de La peste había sido miembro de la Resistencia francesa y para el creador del FBI, aquello era prueba suficiente de sospecha: junto a valiosos patriotas, la Resistencia era un nido de comunistas. Por lo menos para Hoover.
 
“Camus había sido miembro del PC, pero al parecer, al FBI eso no le importaba. Lo que los perturbaba es que había estado en la Resistencia”, explica Andy Martin, profesor e investigador de la Universidad de Cambridge, en un reciente artículo publicado en la revista británica Prospect. Martin postula que las averiguaciones sobre Sartre y Camus significaron durante mucho tiempo un ítem financiero no despreciable para la policía de investigaciones más importante del mundo. En general, Hoover desconfiaba de todos los intelectuales, pero en particular de los filósofos. Y según Martin, creía que el “existencialismo y su variante del absurdismo eran sólo formas disfrazadas de comunismo”.
 
“Policía filósofo”. La expresión es del escritor británico Gilbert Keith Chesterton en su novela El hombre que fue jueves. Especificaba: “Es un oficio más sutil y atrevido que el de un policía vulgar”. Esta definición de aptitudes laborales bien podría haber servido para llenar el formulario de petición de empleos en el FBI inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Lo que se buscaba era un tipo de espía culto, letrado, en lo posible, capaz de leer en el idioma original del volumen sospechoso. La CIA y el MI6, cuyas cúpulas eran algunas de las mentes más brillantes de las universidades americanas y británicas, respectivamente, los tenían en abundancia. El FBI, en cambio, era un organismo de eficientes agentes que no necesariamente habían estudiado filosofía. Por el contrario, en su gran mayoría no sabían nada de Sartre, Camus o Heidegger. Quizás tampoco de Mark Twain o algún otro padre fundador de la literatura americana.
 
Después de que en 1945 Sartre llegara a Estados Unidos, invitado por la Oficina de Información de Guerra (O.W.I.) y como corresponsal del diario de la Resistencia Combat, J. Edgar Hoover elevó sus niveles de paranoia y suspicacia a grados inhabituales. “El objetivo de la Oficina de Información de Guerra era que estos personajes hicieran buena propaganda. Sin embargo, para Hoover todo eso eran pamplinas: no entendía qué tipo de ‘buena propaganda’ podía hacer alguien que había escrito La náusea y El ser y la nada”, comenta Martin.
 
La orden fue que los agentes lograran poner sus manos en alguna evidencia que condenara a Sartre. “Nunca lo hicieron, nunca pudieron. Todo el tema en realidad los desconcertaba”, añade Martin. En algún momento, uno de los hombres G (así se conocía a los funcionarios del FBI en los 40 y 50) logra dar con algunos efectos personales del filósofo. Son diarios y agendas, todo en francés. El investigador se queja de que no entiende nada y el FBI empieza a contratar traductores. En ese momento comienza la verdadera investigación.
 
Una de las pistas de Hoover también era el testimonio de la autora francesa radicada en Estados Unidos Geneviève Tabouis, quien denunció repetidas veces a Sartre y Camus como miembros del comunismo internacional. Recíprocamente, Sartre la denunció como espía del Departamento de Estado estadounidense.
 
A la larga, en cualquier caso, Camus resultaría un hueso mucho más difícil de roer que Sartre. El autor de El ser y la nada siguió simpatizando con la izquierda hasta el fin de sus días: apoyó a Fidel Castro, alabó al Che Guevara, se hizo amigo de la causa de Vietnam. Camus, por el contrario, se decepcionó temprano del comunismo, criticó a Stalin y nunca apoyó la independencia de Argelia. Su “derechización” era sospechosa para el paranoico Hoover. ¿Acaso no ocultaba este sorpresivo giro una maniobra encubierta de lavado de imagen?
 
De cualquier forma, nunca pudieron saberlo, pues Camus murió en un accidente automovilístico, en 1960. En el expediente del FBI sobre el autor de El extranjero, el agente James M. Underhill escribió sintomáticamente: “Este archivo (Camus) no se muestra con total disposición”.
El caso de Sartre fue más tragicómico. Veinte años después de iniciadas las investigaciones y ya muerto Camus, un agente anotó en el archivo de Sartre: “Aún no puedo dilucidar si es un comunista o un anticomunista”.

30 noviembre, 2013

ERES UNA PERSONA MISERABLE?

                                            

“Nada es miserable a menos que pienses que lo es; por otro lado, nada trae felicidad a menos que estés dispuesto a recibirla.”
-Boecio
 
El imperativo de nuestros días es claro: disfruta. Esto es patente en la publicidad y virtualmente en cualquier espacio de la sociedad de consumo en la que vivimos. Disfrutar se ha vuelto sinónimo de bienestar, y si no disfrutas, puede que necesites ir al psiquiatra, o cuando menos, sentirte miserable respecto a tu propia vida.
 
¿Pero qué pasa si no queremos ni disfrutar ni tener una vida plena, tranquila, con el afecto de algunas personas y seguridad en nuestra forma de vida? La psicoterapeuta Cloe Madanes ha hecho un interesante ejercicio de psicología inversal y se ha propuesto remarcar algunos hábitos de la gente altamente miserable, es decir, de aquellas personas que, lejos de disfrutar la vida en sus pequeños y grandes asombros y placeres, se dedican a hacérsela miserable, tanto a ellos como a los que tienen la mala suerte de estar en torno suyo.
 
Y es que ser miserable, lo que se dice auténticamente miserable, es un trabajo de tiempo completo: una forma de arte, incluso, si observamos con atención, notaremos el cuidado con que las personas se convierten en verdugos de sí mismas. No hace falta que existan guerras en nuestro entorno, enfermedades y hambrunas: la imaginación humana es capaz de hacer la existencia más próspera un auténtico calvario, un valle de lágrimas, para utilizar la conocida imagen cristiana.
He aquí algunas sugerencias que sin duda harán de tu vida una experiencia insufrible para ti y para los que te rodean: 
 
1. Ten miedo de perder tu trabajo 
El apremio económico puede generar miseria en las condiciones materiales de la vida, pero aunque tengas un trabajo estable y agradable puedes ponerle un poco de sabor a la vida quejándote todo el tiempo de lo que haces (hablaremos de las quejas más adelante), además de temer perderlo. El mercado laboral siempre está fluctuando y no sabemos cuándo nuestra cabeza será la siguiente en la guillotina. Repetirte tus errores constantemente, actuar de manera servil o francamente hipócrita con tus compañeros o simplemente imaginar lo que será morir de hambre en las calles cuando te despidan es una práctica diaria que requiere toda tu angustia.
 
2. Practica el aburrimiento
Las personas miserables suelen tener un aura de sabelotodo: nada los asombra, y lo que asombra a los demás debe ser rápidamente denunciado como lo que es, una copia burda de algo más. Cultivar el sentimiento de que todo es predecible, de que todo ya ha sido hecho por alguien más, de que el tedio es insufrible, puede hacerte ver a tus propios ojos como una persona culta que ha agotado todas las formas de asombro (sin mencionar que, dejando el asombro fuera de tu vida, nunca estarás en riesgo de verte expuest@ a que algo maravilloso te ocurra).
 
3. Adopta una identidad negativa
Si no sabes por dónde empezar puedes asumir algún diagnóstico físico o mental y vivir de acuerdo a él: si estás deprimido vuélvete una Persona Depresiva; si te sientes ansioso, vuélvete una Persona Ansiosa. Simplemente deja que tu diagnóstico condicione todos los aspectos de tu existencia y lograrás vivir como un convaleciente, con todas las ventajas que aporta: la gente estará preocupada constantemente por tu frágil estado, y en vez de ser una persona compleja, con días buenos y malos, puedes dar por descontado que incluso los días buenos serán pocos si tu identidad negativa comienza a tomar el control.
 
4. Discute por cosas tontas
No hablamos de un debate filosófico sino de un asunto de poder: para las personas altamente miserables, tener la razón es más importante que dialogar con el otro para encontrar una verdad común o un terreno de interlocución. Es especialmente útil cuando estás en una relación de pareja, pues el otro siempre manifiesta pequeños detalles que son suficientes para arruinarle el día a los que quieren ser miserables. Discutir es un inmejorable sustituto del amor, pues las constantes peleas erosionarán un afecto mutuo que de otro modo podría crecer y volverse imprevisible y, por tanto, peligroso.
 
5. Desconfía de las intenciones de los demás
Uno nunca sabe si un comentario, un halago o una pregunta que nos hacen no es en realidad un insulto o una forma velada de humillación. La gente altamente miserable siempre está pendiente de lo que los otros no dicen, más que de lo que dicen efectivamente. Esto puede complementarse con el chisme: no hay nada más miserable que hablar de las segundas intenciones de los demás cuando éstos no están escuchando. Se sabe que, eventualmente, la gente miserable está tan sola que termina relacionándose únicamente con personas tan miserables como ellos mismos (y desconfiando de ellos también, claro).
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6. Evita la gratitud a toda costa
La gratitud puede ser el elemento común de todas las vías religiosas, y algo que inmediatamente te ayude a ver lo positivo dentro de las situaciones negativas. Es por eso que debes evitar sentir gratitud a toda costa: nunca digas gracias, por ejemplo: la gente a tu alrededor tiene la obligación de servirte por tus evidentes dotes en (coloca aquí el talento que nadie te reconoce), y sólo un idiota creería que hay tal cosa como “bendiciones”: la vida (eso lo saben mejor que nadie los miserables de corazón) es sufrimiento en la antesala de la muerte. ¿Qué hay que agradecer en ello?
 
7. Si todo falla, culpa a tus padres
En cierto sentido, una persona miserable es un niño en busca de afecto. Pero ese niño puede aprender también que sus errores no son suyos (y por tanto no hacerse responsable por ellos), sino que sus defectos y fallas son culpa de quienes nos criaron: los padres. No eres tú quien decide cada día el curso de tu propia existencia, sino que estás sobredeterminado por los errores de crianza de tus padres. Repite lo anterior varias veces al día y terminarás odiándolos verdaderamente (y nada mejor para una persona miserable que el odio gratuito).
 
8. No disfrutes de los placeres de la vida
¿Música, comida, paisajes naturales, arte? Esas son cosas superficiales para gente tonta que no sabe nada de la vida. Las personas altamente miserables saben que todo placer es transitorio y, de alguna forma, egocéntrico, pues son una distracción que no puede nunca compensar el miserable estado del mundo actual. Nada mejor que recordarse constantemente que el mundo es un lugar horrible, lleno de pobreza, enfermedad y devastación para echar a perder cualquier momento de placer.
 
9. Glorifica o sataniza el pasado
Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, pero el pasado también es el lugar de las oportunidades perdidas, desperdiciadas o ignoradas. Si algún día experimentas placer con el estado actual de tu vida, recuérdate cuando no tenías dinero, cuando te divorciaste, cuando te despidieron de algún trabajo o te pusieron una mala nota en la escuela, sin importar que hayan pasado 20 años. “Los malos recuerdos son para siempre”, podría ser un buen eslogan para tener a la vista en cualquier situación.
 
10. Quéjate. Quéjate. Quéjate
Las personas miserables saben que la crítica podría abrir un fecundo espacio de diálogo: por eso se esfuerzan en permanecer en los lindes de la queja, que no es sino la expresión de su fascinante mente maestra para hallar algo negativo en cualquier situación. Las quejas funcionan también como recordatorios valiosos que los demás siempre estarán dispuestos a escuchar de ti: piensa que no hay nada más fascinante que escuchar a alguien quejarse sobre la política, el clima, sus relaciones o su trabajo. Por otra parte, quejarse tiene la ventaja de hacerte perder la oportunidad de generar en tu vida los cambios que podrían hacerte una persona menos miserable, además de ser un hábito que puede realizarse a solas o acompañado.

14 noviembre, 2013

LAO TSE

Lao tse (c. 570-c. 490 a. C.), no se llamaba realmente así, su verdadero nombre era, Li Er 李耳. El apodo por el que es conocido responde al significado del "Viejo Maestro",ya que según cuenta la tradición su madre, virgen, lo llevó en su seno durante más de 80 años y que lo dio a luz bajo la axila izquierda, una vez que casualmente un rayo de sol se introdujo en su boca cuando descansaba a la sombra de un ciruelo: así nació Lao Tse “El Viejo”, con los cabellos y las barbas blancos, el rostro arrugado y mostrando su sabiduría desde el principio, nada más pisar la tierra se puso a meditar en silencio. 

GGM
Lao tse (c. 570-c. 490 a. C.), no se llamaba realmente así, su verdadero nombre era, Li Er 李耳. El apodo por el que es conocido responde al significado del "Viejo Maestro",ya que según cuenta la tradición su madre, virgen, lo llevó en su seno durante más de 80 años y que lo dio a luz bajo la axila izquierda, una vez que casualmente un rayo de sol se introdujo en su boca cuando descansaba a la sombra de un ciruelo: así nació Lao Tse “El Viejo”, con los cabellos y las barbas blancos, el rostro arrugado y mostrando su sabiduría desde el principio, nada más pisar la tierra se puso a meditar en silencio.

 

13 noviembre, 2013

FILOSOFOS Y MATRIMONIO...

 
 
 
 
 
Como hablaban en uno de los capítulos finales de ese maravilloso libro que es "Niebla" de Don Miguel de Unamuno el arte de la filosofía suele ser cultivado por solterones (a lo que también alude Nietzsche en su capítulo tercero de la "Genealogía de la Moral"... donde en parte asimila los ideales del filósofo y del asceta: el primero busca callar el mundo, el segundo anularlo). Cosa de la que se habrán dado cuenta los estudiosos de la filosofía, o, mejor aún, a los estudiosos de la personalidad de los filósofos; a los que puede haberles llamado la atención la soltería de Platón, y el matrimonio no muy armonioso de Sócrates. Por ejemplo. Las solterías de Kierkegaard, Newton, Heráclito, Descartes, Pascal, Hume, Huygens Leibniz, Newton, Spinoza, Schopenhauer, Nietzsche o Wittgenstein.

No solamente son célibes los sacerdotes católicos, sino que también los filósofos y anacoretas. Filósofos como Plotino, Pascal o Kant murieron vírgenes y solteros, y desarrollaron enormemente sus cualidades intelectuales.

Por no decir todos los frailes y filósofos medievales.
Una parte enorme de los filósofos acabó solateras o tuvo complicaciones extrañas con el sexo opuesto.
 
Caso del casamiento tardío de Hegel, a los 40 años de edad, con una mujer 20 años menor que él. O de Augusto Comte, aceptado como fundador de la sociología, contrajo matrimonio con una prostituta, y cuando se separó de ella no volvió a casarse (también las historias de matrimonio de Nietzsche y Kierkegaard fueron sonadas). Por no hablar de doctrinas filosóficas como la de los Pitagóricos que apostaban por el celibato. O por no repetir el tortuoso matrimonio del padre de la Dialéctica, Sócrates (de quien, hablando precisamente de esto, Nietzsche,en su animadversión por él, afirmó representaba lógicamente por ello al anti-filósofo. Quién, además, como repetía Unamuno, el día de su muerte la despacho para que no le perturbase.

Unamuno sí se casó, aunque dudo de ello, y preguntó a su libro... pero esa, esa, es otra anécdota.

GGM,

10 noviembre, 2013

CHOMSKY, SOBRE ZIZEK Y LACAN....


Chomsky, sobre Žižek y Lacan: “No me interesan estos falsarios intelectuales, horros de todo contenido”. Entrevista
Noam Chomsky · · · · ·
 
07/07/13
 

--> Hace unas pocas semanas se colgaron en youtube unas declaraciones de Chomsky sobre Žižek y Lacan. Julie Wark, miembro del Consejo Editorial de SinPermiso y amiga personal de Chomsky, las ha transcrito y traducido para SP. No es nueva la hostilidad del gran científico y veterano activista político estadounidense hacia todas las variantes del obscurantismo postmodernista en general, y en particular,  de la French Theory y sus múltiples derivados. Ya hace dos décadas, por ejemplo, escribía:
“Los intelectuales de izquierda participaron activamente en la vida animada de la cultura obrera. Algunos buscaron compensar el carácter de clase de las instituciones culturales con programas de educación obreros o mediante obras de divulgación —que conocieron un éxito muy grande— sobre matemáticas, ciencias y otros temas. Es hiriente constatar que hoy en día sus pretendidos herederos a menudo privan a los trabajadores de estos instrumentos de emancipación, informándonos, de paso, de que el ‘proyecto de los Enciclopedistas’ está muerto, que hay que abandonar las ‘ilusiones’ de la ciencia y de la racionalidad. Será un mensaje que hará felices a los poderosos, satisfechos de monopolizar esos instrumentos para su propio uso.”
Y hace poco más de 8 años, Chomsky explicaba que cuando abre una revista especializada de matemáticas, normalmente no entiende gran cosa, pero si tiene interés en comprender algún tema en especial, “sé lo que tengo que hacer”. Se dirige a un amigo o colega con conocimientos sobre el tema del que busca una explicación, y le pide que se lo aclare. El objetivo se cumple de forma habitual. Pero, en notabilísimo contraste, cuando trata de leer algo escrito por los postmodernos que no entiende, y se dirige a uno especializado en postmodernismo para que se lo explique, no sirve de nada. “Los que practican estas artes no parecen capaces de explicarme el contenido de lo que se dice”. Y añade a continuación: “es lo contrario de lo que ocurre habitualmente en las ciencias, las matemáticas, la composición musical o en otros dominios.” 
La pequeña entrevista que a continuación transcribimos y traducimos sigue esta misma línea, que expresa con simpática contundencia la indignación del hombre de ciencia y del hombre de acción contra el no tan inocuo charlatán de salón. [SP]
George Hegel: En una de nuestras charlas en el pasado, usted dijo que no le interesa mucho la teoría, ni piensa que sea útil o que tenga aplicaciones prácticas a la hora de combatir y cambiar estos sistemas de poder. No obstante, en nuestros tiempos uno de les intelectuales izquierdistas más polifacéticos, Slavoj Žižek, tiene una perspectiva casi diametralmente opuesta en su trabajo. Él se basa en el trabajo de Derrida y Lacan y otros para explicar su crítica del capitalismo global, la ideología del imperio, y así sucesivamente. ¿Me explica por qué usted no ha escrito más libros sobre la teoría política, económica o social y qué piensa del trabajo de Slavoj Žižek, en la medida en que usted lo haya leído o conozca, su uso del trabajo del psicoanalista francés Lacan y, por supuesto, de Derrida, el deconstruccionismo y todo su legado?
Noam Chomsky: Usted se refiere a la “Teoría” y cuando dije que no me interesa la teoría, lo que quería decir es que no me interesa esta adopción de posturas mediante el uso de términos extravagantes compuestos de archisílabos, ni, menos, la fantaseada ficción de disponer de una “teoría”,  cuando no hay ninguna teoría en absoluto. No hay nada de teoría en todo este rollo, no, desde luego, en el sentido de “teoría” de quien esté mínimamente familiarizado con las ciencias, o con cualquier otro campo serio. Intente usted buscar en todo el trabajo que ha mencionado algunos principios desde los cuales sería posible deducir conclusiones o proposiciones empíricamente verificables y a un nivel algo más alto de lo que se pueda explicar a un niño de doce años en cinco minutos. A ver si usted puede encontrar algo así, una vez decodificados todos los palabros extravagantes. Yo, no puedo. Carece, pues, de interés para mí este tipo de pavoneo presuntuoso. Žižek representa un ejemplo extremo del mismo. No veo el menor contenido en lo que dice. Respecto a Jacques Lacan, lo cierto es que llegué a tratarlo personalmente. Y en ese plano, me gustaba bastante. Nos reuníamos de vez en cuando en París. Pero, a decir verdad, siempre pensé que era un charlatán integral. No hacía sino coqueteos ante las cámaras de televisión, a la manera típica de tantos intelectuales de París. No tengo la menor idea de por qué todo esto le parece a usted tan influyente. Yo no veo nada que merezca tener esa influencia. Quizá usted me puede explicar por qué piensa que es influyente; si hay algo importante, yo, soy incapaz de verlo. No me interesan los falsarios intelectuales horros de todo contenido.
George Hegel: Creo que le interesa a mucha gente…, sobretodo porque este trabajo es cada vez más popular en ambientes contestatarios… recuerdo que oí el nombre de Žižek hace pocos años, y ahora cuando voy a diferentes círculos organizadores de acontecimientos, protestas, mítines o asambleas, oigo a menudo su nombre o comentarios sobre su trabajo… y me parece que usted, hace poco, tuvo una reunión con Angela Davis, una conversación en Boston moderada por Vijay Prashad. Me gustaría ver más conversaciones de este tipo, hasta entre gente con diferentes perspectivas, por ejemplo usted mismo con Slavoj Žižek, el trabajo del cual es cada vez más influyente... ¿Piensa usted que sería útil hacer ese tipo de debates, como mínimo conversaciones con otras personas de la izquierda que ofrecen trabajos a gente que sí que los encuentran interesantes? ¿Cree que tenemos que pensar en esto?
Noam Chomsky: Dice que su trabajo es cada vez más influyente… Permítame que lo dude. Creo que sus poses y posturitas son cada vez más influyentes. ¿Me puede usted decir a qué trabajo se refiere? Porque lo que es yo, no lo encuentro. Es un buen actor. Hace puestas en escena y que las cosas parezcan apasionantes, ¿pero encuentra usted algún contenido? Yo, no. No tengo el menor interés en tener una conversación con él, y supongo que él tampoco querría charlar conmigo. En cambio, la conversación con Angela Davis fue buena. Es una persona intelectualmente estimable, piensa seriamente y tiene cosas que decir, y algunas, interesantes.
Noam Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts en Cambridge, Mass.
 

25 octubre, 2013

EDUARDO LIZALDE: "EL POETA NUNCA SE SIENTE SATISFECHO CON SU OBRA"


EDUARDO LIZALDE | POETA MEXICANO

México 24 OCT 2013 - 20:28 CET           

 

Eduardo Lizalde, en su despacho de la Biblioteca de México. / SAÚL RUIZ
"Yo ya empiezo a ser el más viejo de los poetas vivos en México, ha desaparecido casi toda mi generación". Desde su despacho de director de Biblioteca de México, el poeta Eduardo Lizalde (Ciudad de México, 1929) desgrana una vida dedicada a la literatura que aún cultiva cada día. "Escribo todo el tiempo", dice. Suma casi 80 años de voraz lector, siete décadas de escritor y miles de papeles emborronados con sus palabras. El poeta que alcanzó el reconocimiento internacional con la publicación de El tigre en la casa (1970) enumera los numerosos premios recibidos con la misma facilidad con la que habla de sus fracasos, de aquellos primeros libros de juventud "frustrados" o del poeticismo, la fallida corriente literaria de la que fue cofundador en los años 50. Apodado El Tigre por su fascinación por este animal, que aparece en varias de sus obras, el poeta viajará a España el mes de mayo del próximo año para recoger el Premio Internacional Ciudad de Granada Federico García Lorca, que se la ha concedido este mes. Un galardón a la obra de toda una vida que aún se agranda cada día.

Pregunta.- ¿Recuerda el primer verso que escribió?
Respuesta.- No, por supuesto. Eran muy malos los primeros versos que escribí. Publiqué los primeros a los 18 años pero empecé a escribir versos a los 12. Cuando uno empieza y lee a Lorca, a López Velarde, a los poetas que nos han influido desde las adolescencia, lo primero que quisiera hacer es escribir poemas como ellos. Pero el proceso poético no es tan rápido, requiere cultura y tiempo. El poeta no sabe nunca cuando va a ser capaz de publicar un verso original o digno de aparecer en las páginas en blanco.

P.- Ha dicho alguna vez la poesía no sirve para nada. ¿Cómo puede un poeta decir eso?
R.- La poesía no es un instrumento utilitario como sí lo son otras actividades como la economía. La poesía es la literatura menos favorecida por las grandes masas de lectores. Es mucho más abstracta y más difícil para el público en general que la narrativa, aunque debo decir que el lector común que lee la novela de Kafka, Tolstói o Dostoievski no quiere decir que entienda el valor estético de la prosa. La literatura es una especialidad que, como la medicina o las matemáticas, requiere formación. La posibilidad de publicar un libro que no se parezca a los libros anteriores es muy remota. Cervantes murió sin saber que iba a ser el príncipe de las letras, él pensaba que era un autor divertido y culto, pero jamás pensó que iba a ser el centro de toda la literatura Renacentista. Lo mismo le pasó a Shakespeare, él tuvo un genio impresionante pero jamás supo que iba a ser el poeta y el dramaturgo más célebre de la historia. La poesía es un arte que es una especie de bomba de tiempo, porque cuando es una poesía importante hace efectos posteriormente. Los grandes poetas de la historia tardíamente empiezan a ser publicados en grandes tirajes.

P.- ¿A usted también le ha tardado en llegar el reconocimiento?
R.- Yo tardé mucho en publicar libros importantes. Tenía más de 30 años cuando se publicó, en 1966, mi primer libro importante: Cada cosa es Babel, pero el libro que me dio mayor celebridad es El tigre en la casa.

P.- ¿Sabía cuando lo escribía que ese sería su libro más celebrado?
R.- No, pensé que no lo iba a leer nadie. El anterior era un libro mucho más complicado, de una poesía filosófica metafísica crítica y este era un libro sobre los infortunios amorosos. Es un libro oscuro que sin embargo fue celebérrimo desde que se publicó, cuando cumplía yo 40 años. En fin, nunca sabe cómo va a ser el destino.

P.- ¿Qué significan los premios?
R.- Los premios significan mucho para los escritores porque ayudan a la difusión de una obra que es poco leída en general. La poesía nunca alcanza en vida del poeta tirajes tan grandes como pueden tener algunas obras de Carlos Fuentes, a excepción de estas grandes celebridades que desde la juventud alcanzan el estrellato absoluto. Los casos de Neruda o Lorca mismo, que era el primero entre iguales. Eran de igual calidad que él los poetas que lo acompañaban como Gerardo Diego, Alberti o Cernuda, pero ninguno alcanzó la inmediata celebridad que él con su temperamento, su ángel natural y genio. Poetas tan importantes como Cesar Vallejo, el más grande poeta peruano del siglo XX, son poetas que a la larga alcanzan una celebridad enorme. Charles Baudelaire, que es el fundador de la poesía moderna y de toda la posterior, nunca fue aceptado en la Academia Francesa, murió muy joven después de una obra enorme y fue una celebridad para muy pocos lectores, sin embargo ahora sus obras se venden por millones. Es misterioso el proceso de la poesía.

P.- El jurado del premio García Lorca se ha referido a usted como "poeta excéntrico", ¿se siente cómodo con ese adjetivo?
R.- Todos los poetas que escriben una obra son excéntricos, en el sentido de que no se ajustan a las formas o las pautas en boga en su momento, de otra manera pasan como imitadores. La poesía mexicana estuvo muy desconocida durante muchas décadas, en la última etapa esto ha cambiado y hay una enorme cantidad de antologías que sí recogen la poesía mexicana del siglo XX. La poesía de Octavio Paz, por ejemplo, no es profundamente conocida en España. Octavio Paz fue un hombre de genio, con una obra prosística y poética extraordinariamente importante. Recibió el premio Nobel a los 80 años y creo que su celebridad fue posible más a su prosa que a su poesía, aunque su poesía es magnífica.

P.- De niño quería ser cantante, soñaba con ser Caruso, ¿sigue cantando?
R.- Canto en reuniones privadas y a mi avanzada edad no tengo la voz que tenía hace 25 años. No destaqué como cantante porque no se podía vivir del canto.

P.- ¿Y de la poesía sí?
R.- De la poesía menos. A los poetas nos pagan por no escribir, vivimos de la cátedra, de la burocracia, del servicio cultural, de la atención de editoriales. La poesía solo deja mucho dinero en casos excepcionales como el de Paul Valéry o Neruda.

P.- A los seis años leía a Salgari, a los 12 a Balzac, pero a los 25 se sintió totalmente confundido, ¿es buena esa precocidad?
R.- Yo creo que casi todos los escritores son precoces lectores. Yo aprendí a leer a los cinco años con una maestra que me puso mi padre. Empecé con Julio Verne y Salgari, pero a los 11 o 12 años empecé a leer a los escritores mayores como Balzac, Zola o los doctores españoles. No creo que sin lecturas se pueda prosperar en la literatura. Lo que pasa a los 25 es que no encuentro el camino para producir obras verdaderamente singulares e importantes, eso es algo que se da con el tiempo, con la formación y con los accidentes de la producción literaria. El escritor descuella cuando lo reconocen sus iguales o mayores, las relaciones personales con los especialistas son las que permiten a un poeta y a un libro prosperar. Son accidentes y extrañas posibilidades.

P.- Usted ha sido muy crítico con sus primeras obras, ¿es fácil ir contra uno mismo?
R.- En algunas las notas de España [publicadas a raíz del premio García Lorca] dicen que mi libro más reconocido y más notable es La mala hora, mi primer libro. Es un libro que intentaba ser un mensaje popular, estábamos picados por el gusanillo de la izquierda, como todos los autores del mundo, pero es un libro muy elemental, escrito a los 23 años. Tenía formación técnica pero eran poemas que intentaban contar el mundo de la sociedad mexicana, lamentar la pobreza, elogiar la revolución, es un libro absolutamente frustrado, del que he hablado mal yo mismo.

P.- ¿Qué intentaban crear con el poeticismo?
R.- Era una propuesta estéticamente equivocada, hablábamos de la programación técnica y científica de la poesía. Estudiamos filosofía y pensamos que era posible producir poemas como los de Góngora por la vía técnica, pero en cuanto empezamos a conocer a los verdaderos grandes poetas de lengua francesa, inglesa y otras, comprendimos que ese no era el camino.

P.- ¿Tenían un interés de revisar e ir contra todo lo anterior?
R.- Toda poesía innovadora va contra lo anterior. El parricidio es inevitable. Si uno se aviene solo a las enseñanzas de los poetas de antes de la generación, no prosperará. Hay parricidio pero también hay conocimiento de la tradición. Un poeta no puede encontrar un nuevo camino si no ha leído a los grandes de España, a los grandes autores del Siglo de Oro o la literatura del siglo XIV.

P.- Usted militó en el Partido Comunista, ¿qué tiene hoy la política de poesía?
R.- La poesía y la política no tienen absolutamente nada que ver con el talento. Algunos de los poemas más sectarios y perniciosos desde el punto de vista político de Neruda son solo propaganda y hasta paja literaria para el combate político local. Independientemente de eso, los grandes poemas políticos dependen del genio del que los redacta. El talento está por encima de la política, poetas enemigos de la revolución socialista fueron despreciados y vilipendiados y han sobrevivido como grandes poetas de todas maneras. No cuenta la política, lo que cuenta es el genio literario. A la larga la política muere, las aportaciones culturales no.

P.- ¿Se siente orgulloso y satisfecho con su obra?
R.- Nunca se siente satisfecho el poeta con su obra. Algunas cosas me parecen afortunadas, no todas. Algunas las hubiera vuelto a escribir y mucho menos estoy orgulloso de las obras juveniles.
 

11 octubre, 2013

LA ESCRITORA CANADIENSE ALICE MUNRO GANA EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA.

 
La escritora canadiense de relatos cortos Alice Munro gana el Premio Nobel de Literatura La escritora canadiense Alice Munro. (EFE) La autora canadiense desbanca al japonés Murakami, el gran favorito pero más valorado por sus lectores que la crítica. Se trata de la primera mujer que gana esta categoría desde 2009, en la que la academia sueca eligió a la poeta Herta Müller. Ha sido considerada "maestra del relato corto contemporáneo".
 
     20MINUTOS.ES. 10.10.2013 - 13:03h
   La autora canadiense Alice Munro ha recibido el Premio Nobel de Literatura, en un reconocimiento al género del cuento y de las mujeres escritoras; la última vez que dieron este galardón a una mujer fue en 2009 a la poeta Herta Müller. También es la primera vez que este reconocimiento se va a Canadá. Otras imágenes 2 Fotos Nacida en 1931 en Wingham (Ontario), Munro está considerada una de las escritoras actuales más importantes de la lengua inglesa, cuya especialidad es el relato y la narración breve. Es la primera vez que este reconocimiento se va a Canadá La academia sueca ha destacado precisamente ese aspecto de la autora, denominándola "maestra del relato corto contemporáneo".
 
Munro, destacó la Academia en su fallo, es aclamada por su "armonioso estilo de relatar, que se caracteriza por su claridad y realismo psicológico" y es considerada por algunos críticos como 'la Chejov canadiense'. Sus obras suelen tener como escenario pequeñas ciudades donde la lucha por unas condiciones de vida aceptables provoca en ocasiones conflictos morales. La madre de Alice Munro fue profesora y su padre un granjero. Durante la adolescencia comenzó a escribir pequeñas historias, miestras estudiaba Periodismo y Lengua Inglesa en la Universidad Western Ontario, pero dejó sus estudios al casarse en 1951, con 20 años. Se estableció con su marido en Victoria, situado en la Columbia Británica, donde abrió una librería. Comenzó a escribir para varias revistas y publicó su primera obra en 1968, una colección de historias llamada Dance of the Happy Shades, que tuvo una buena acogida en Canadá.
 
En 1971 publicó otra recopilación de relatos breves, La vida de las mujeres, sobre los recuerdos de la infancia y adolescencia de la narradora en un pueblo rural de Canadá, que también obtuvo un considerable éxito. Títulos más destacados Entre sus trabajos más notables destaca Who Do You Think You Are? (1978), El progreso del amor (1986), Las lunas de Júpiter (1982), Escapada (2004) y La vista desde Castle Rock (2006). Las más importantes son: En Demasiada felicidad (Lumen, 2010), la autora despliega todo su talento ya no en cada cuento de esta colección, sino en cada línea. Las fronteras entre la poesía y la prosa en Munro se diluyen de un modo tan sutil que apenas roza lo complejo. La elegancia de la complicada sencillez es la bandera de la escritora. En estos cuentos está todo su universo temático: una madre ante la muerte del hijo, una mujer humillada por un hombre, la crueldad de la infancia y como siempre, en sus vértices más dolorosos, la soledad. Mujeres y Munro: siempre uno.
 
En La vida de las mujeres (Lumen, 2011) Munro pone a prueba su asombroso poder literario y lingüístico en el largo (que no necesariamente más difícil) terreno. En la obra rememora la escritora el final de su infancia y su adolescencia en un pueblo canadiense a través de una niña que lleva al lector a mirar el mundo con unos ojos diferentes, más nuevos, más ingenuos, menos dañados y sin embargo capaces de reconocer ese futuro en el que habrá que escoger entre la rutina feliz (aunque demasiado gris para algunos) o el riesgo. Ese día que a todos llega y que no se deja pasar, se elige, por mucho que cueste confesar a uno mismo que no sólo intervino el azar. Mi vida querida (Lumen, 2013): El último conjunto de cuentos de Munro cuesta saber si es poesía narrando una historia o su contario. Acaso porque sea ambos géneros al tiempo. Sus personajes atormentados vuelven a estar aquí, Munro jamás se aleja de ese mundo creado con mucho talento pero también con grandísimo esfuerzo, gente que ha de plantarle cara a la vida y a todas sus trampas.
 
Esa balanza que no se inclina hacia los más favorecidos es casi protagonista. El amor maldito, el paso del tiempo y su dolor, cómo sólo después de haber sido ve el ser humano quién fue y lo que pudo haber conseguido. El arañazo que deja siempre la autora sigue estando en ella. Los años no doblegan ni su talento ni su defensa de una literatura que nunca ha buscado ser de masas. La colección Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio (2001) inspiró la película Lejos de ella (2006), dirigida por Sarah Polley. Sus obras conectan de una forma especial con el público femenino y ofrecen un paisaje íntimo de su tierra, Canadá. Murakami, con las manos vacías Curiosamente, Alice no figuraba en la lista de favoritos. El japonés Haruki Murakami, estadounidenses como Joyce Carol Oates y Philip Roth y nombres menos conocidos como la bielorrusa Svetlana Alexijevich y el noruego Jon Fosse dominaban los pronósticos. Murakami, más valorado por sus lectores que por la crítica, volvía a ser el gran favorito a suceder en el palmarés al chino Mo Yan.
 
El Nobel de Literatura está dotado con 922.000 euros El nombre de Alice Munro era uno de los 'habituales' en mencionarse en las vísperas del Nobel, como el checo Milan Kundera, la argelina Assia Djebar, el húngaro Peter Nadas, el keniano Ngugi wa Thiongo, el irlandés William Trevor y el israelí Amos Oz. Pero no figuraba entre los favoritos. Otros autores como Thomas Pynchon, Don DeLillo, Cormac McCarthy y el cantautor Bob Dylan son otros autores estadounidenses que se mencionaban, ya que las letras de ese país no ganan desde 1993 con Toni Morrison. Esa teoría perjudicaba a los españoles Javier Marías, Eduardo Mendoza, Enrique Vila-Matas y Antonio Gamoneda, así como al argentino César Aira y al nicaragüense Ernesto Cardenal, ya que sólo han pasado tres años desde el triunfo del peruano Mario Vargas Llosa. El Nobel de Literatura está dotado con ocho millones de coronas suecas (922.000 euros).

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1943329/0/alice-munro/nobel/literatura/#xtor=AD-15&xts=467263

21 septiembre, 2013

ENTREVISTA CON JUNOT DÍAZ..

 

 
El ganador del premio Pulitzer habla desde la perspectiva del escritor que es hoy.

 

Junot Díaz sorprendió al establishment literario de Estados Unidos cuando ganó el premio Pulitzer en la categoría de ficción en el 2008. Un escritor joven, de orígen dominicano y cuya temática principal eran los inmigrantes dominicanos en Nueva York, rompía el molde de los tradicionales ganadores del premio.
Vea también: Junot Díaz ganó la beca Genius.

Sin embargo, Díaz ha demostrado que es más que una novedad en el panorama literario, lo que confirma con la publicación de su nueva colección de cuentos,This Is How You Lose Her (Así es como la pierdes) y la reciente obtención de una "genius grant" de la Fundación MacArthur, beca para investigadores y creadores que otorga $500.000 dólares a cada ganador.

AARP conversó con Díaz acerca de cómo ha cambiado su vida desde que ganó el Pulitzer.

P. Alguna vez usted comentó que ser el segundo latino en ganarse este premio tan codiciado dice mucho sobre cómo a ciertos grupos de escritores los mantienen sistemáticamente al margen. Sin embargo, desde el 2010 es miembro de la Junta de los Premios Pulitzer. ¿Cómo se ven las cosas desde el otro lado?
R. Desde luego, uno se encuentra en posición de hacer intervenciones importantes. No voy a decir que haya sido mi intervención pero me alegra, por ejemplo, que el año pasado tuviéramos a la primera mujer puertorriqueña en ganar un premio Pulitzer (Quiara Alegría Hudes por su obra de teatro Water by the Spoonful (El agua a cucharadas) ). Cuando se considera la diversidad de los ganadores en el último par de años, es evidente que han realizado un mejor trabajo seleccionando a personas que son más representativas de nuestro país.
 


P. La búsqueda del amor y las lecciones que se aprenden cuando se rompen los corazones son temas comunes en cada una de estas historias. ¿Fueron las telenovelas la inspiración para sus tramas?
R. Si no hubiera sido por las novelas no creo que me hubiera hecho escritor. Las novelas eran racistas, clasistas, y todo tipo de locuras y sandeces que la cultura latinoamericana perpetra contra un público sin poder pero que al mismo tiempo pueden manipular para conservarlos. Esas fueron lecciones verdaderamente valiosas.




P. Usted ha comentado cómo algunos de sus familiares no hablan inglés y no pudieron leer su novela cuando ganó el Pulitzer por The Brief Wondrous Life of Oscar Wao (La maravillosa vida breve de Óscar Wao) en el 2008. ¿Cómo reaccionaron ahora que sí lo pueden leer en traducción?
R. Han tenido una reacción muy ambivalente. Mis familiares se sienten orgullosos de mí simplemente por tratarse de mí. Me siento feliz que tuvieron la oportunidad de leer la obra. Siempre me siento feliz por eso. Mi familia es increíblemente estoica. No salieron corriendo para decirme “¡Eres fenomenal!”. Solo estoy contento de que hayan tenido la oportunidad. Pienso de esta manera, soy un poco budista si se puede simplificar el budismo al cliché occidental “no tengo ningún control sobre esto”. Es decir, simplemente levanté las manos al aire. Espero que un día mi mamá me diga, oye sabes, pienso esto, aquello y lo otro. Hasta ahora, no se ha roto el silencio.

P. A usted lo celebran como una estrella literaria. ¿Se siente alguna vez presionado —sea íntimamente o por terceros— para actuar como portavoz de un grupo o una causa?
R. Esto es algo que no tiene mucho que ver con ser escritor. Si una persona espera a que la comunidad en general lo reconozca antes de tener una orientación ética hacia esta responsabilidad, entonces, usted sabe, esa es una forma de ser. Siento que soy artista y no hay forma posible de que mi rara particularidad pueda representar a algún grupo. No creo que sea algo que jamás haya tenido presente como algo interesante o necesario.




P. Pero, ¿hay una responsabilidad?
R. Algunos artistas terminan recibiendo cierto tipo de atención y por eso, esa atención es un honor. El honor que he recibido siempre ha sido importante y yo intento hacer lo que siempre he hecho aun como estudiante universitario y de posgrado, que es fomentar las artes y las letras en una cultura que no siempre las aprecia o valora. Para mí específicamente, soy un inmigrante dominicano que se crió en una comunidad pobre y me interesa mucho el bienestar y futuro de dicha comunidad que me hizo posible. Tengo mucho interés en la comunidad inmigrante, en la comunidad dominicana, en lo que está pasando con la diáspora juvenil africana. Esos son mis intereses. Así que aunque no fuese escritor, estaría haciendo lo que estaba haciendo antes de ser escritor publicado, que es mantenerme comprometido con estas cuestiones.

19 septiembre, 2013

FABIO FIALLO






\\Fue apresado en los últimos meses de 1900 junto a Arturo Pellerano Alfau, director del Listín Diario durante la escalada represiva contra la prensa del gobierno liberal de Juan Isidro Jiménes.[2]
Fue miembro de la Asociación Nacional de la Prensa, dirigida en 1916 por Arturo J. Pellerano Alfau y a la que pertenecieron también Américo Lugo, Conrado Sánchez, Juan Durán, Manuel A. Machado y Félix Evaristo Mejía, entre otros. A través de esta agrupación se realizaron las primeras denuncias a la comunidad internacional en oposición a la ocupación de Estados Unidos en la República Dominicana.
 
 
En 1916, un simple comisario de policía, recibiendo órdenes del poder intervendor, bajo el infundado alegato de estar involucrado en el movimiento revolucionario iniciado el 14 de abril que encabezaba Desiderio Arias, apresó a Fiallo, siendo recluido en el homenaje (Fortaleza Ozama) junto al periodista venezolano Manuel Flores Cabrera, director del periódico Las Noticias. Fue condenado a cinco años de trabajo forzado y al pago de cinco mil pesos de multa, por haber publicado un artículo en el Listín Diario antes de haberlo sometido a la comisión de censura. Pero la labor nacionalista de Fiallo no culmina con el fin de La Bandera Libre, sino que por el contrario se tornó más radical y en el Congreso de la Prensa, celebrado en noviembre de 1920, propuso medidas radicales declarar "traidor a la Patria a cualquier individuo dominicano que acepte en cualquier circunstancia misión, empleo o cargo alguno en cualquier forma cooperara con el Gobierno interventor" y que el pueblo dominicano boicoteara el saludo, el trato y la palabra contra cualquier traidor dominicano.[3]
josue daniel ramirez el 22 es uno de los más conspícuos miembros del parnaso nacional, es más conocido por sus obras de ficción (poesía y cuento) que por sus cavilaciones en el ámbito periodísticco y sus lances como político y sus feriventes combates nacionalistas.[4

13 mayo, 2013

PSIQUIATRÍA DEL ARTE: EXISTE LA NEUROSIS DEL ARTISTA?..

¿Es un mito falso que los artistas padecen siempre de algún tipo de trastorno psiquiatrico? La historia está llena, en efecto, de casos de grandes creativos que sufrían patologías conductuales pero se ha demostrado la relación entre arte y neurosis.

Van Gogh, Schumann, Cezanne, Wilde, Poe o Lovecraft son ejemplos recurrentes entre otros muchos de genios que sufrieron en toda la extensión del término trastornos fácilmente diagnosticables como neurosis. Siempre se ha considerado como casuísticamente constatable que la depresión es uno de los desórdenes psicopatológicos favoritos de los artistas.
 
Los artistas poseen una forma de ser y de actuar que difiere del grupo social al que pertenecen. Son poco convencionales, con una extraordinaria sensibilidad, vulnerables emocionalmente, con una vida interior rica en fantasía y tendencia a vivir como inadaptados. Parecería ser que la vocación del artista es algo con lo que se nace. Inclusive hay evidencias históricas de familias con distinguidos artistas entre sus miembros. Tal es el caso de Juan Sebastián Bach: provenía de un linaje de destacados músicos y un hijo y cuatro nietos suyos también gozaron de gran reputación en este arte. Si es hereditaria la concondición también pueden ser hereditarios factores conductuales que la acompañan en el conjunto genético que se transmite genéticamente.
Son muchos los grandes artistas que murieron por suicidio como resultado de depresiones profundas que no pudieron superar.
 
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Jack London

Virginia Wolf
 
 
Las teorías psicológicas de Sigmund Freud lo cambiaron todo. Incluso el arte.
 La locura había sido durante siglos una condición maldita: incluso cuando no era
considerada una posesión diabólica provocaba incomprensión y rechazo.
La gente podía asustarse de sus propios sueños, cuando eran demasiado extraños,
 porque no entendían los mecanismos mentales que había detrás. El loco, en la literatura o el arte,
era siempre una figura trágica; el bufón de Dios, cuyas ideas aberrantes eran objeto de burla,
 de ocultamiento o de piedad, pero nunca de imitación. A nadie se le hubiese ocurrido que
las ideas nacidas en la locura podrían servir de inspiración para el arte.
Freud
Freud mostró al mundo que las ideas
aberrantes no eran necesariamente
 producto
de una maldición: explicó los sueños
y lo de menos es que su explicación fuese
certera o no. La idea de que el consciente
 no es el único dueño de la mente.
Hay un subconsciente irracional dentro de
todos nosotros que produce los sueño
s y, en aquellas personas cuyas barreras
 entre realidad y fantasía se rompen,
 también las alucinaciones y delirios.
 Una explicación científica que explicaba

Siegmund Freud
 
 
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Los esquizofrénicos fueron el principal objeto


 

 de culto por parte de los artistas que buscaban
llevar los productos del subconsciente a
sus lienzos. Los pintores empezaron a visitar
las instituciones psiquiátricas en busca de inspiración.
 Evidentemente no todos los pacientes mentales son
capaces de dibujar o pintar; como entre las demás personas
los hay que tienen talento, y los hay —una mayoría— que no
. Pero incluso quienes no eran especialmente hábiles
dibujaban temas sorprendentes y figuras de retorcida
 originalidad que eran muy cotizadas por los artistas.
Si la imaginación es la capacidad para generar imágenes en nuestra mente, qué duda cabe que los esquizofrénicos tienen una imaginación florida: el único problema es que no la pueden controlar.
Los surrealistas se nutrieron abiertamente un buen número de pintores surrealistas. René Magritte, solía abundar en conceptos como la disociación (figuras cuyo rostro se separaba del cuerpo, edificios con luces nocturnas frente a un cielo diurno), la confusión (barcos hechos del mismo océano, manzanas en lugar de cabezas) o el cambio de propiedades de la realidad (rocas flotantes, hombres caminando sobre el aire, espejos con refracciones anómalas).
Decorado de Dalí para 'Recuerda' de Hitchkock



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Estos curiososimbolismos pictóricos eran muy similares a los que se presentan en la obra de ciertos esquizofrénicos; aunque algunas drogas y en menor medida los sueños pueden producirlos también, no aparecen con la misma abundancia ni son tan concretos como los que causan los procesos de enfermedad mental. Hoy en día hemos contemplado casi un siglo de arte surrealista y puede parecernos que no son ideas especialmente originales, pero en su momento suponían una auténtica ruptura porque provenían de uno de los pocos ámbitos que el arte no se había atrevido a explorar: la locura. Otros grandes surrealistas como Max Ernst, Giorgio de Chirico o Salvador Dalí solían ofrecer, sin embargo, una versión más elaborada del surrealismo, generalmente más cercana al mundo onírico que a la pseudorrealidad quebrada de la esquizofrenia, pero incluso ellos se sentían atraídos e influidos por las derivaciones pictóricas de la enfermedad mental. Chirico, particularmente, introducía elementos esquizoides —como la sustitución de partes corporales por objetos o huecos— en algunos de sus cuadros, como La comedia y la tragedia o Las musas. (Extraido de JOT DOWN)
Max_Ernst_The_Antipope
'El Antipapa de Max Ernst'
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'Héctor & Andrómeda' de De Chirico
salvador-dali-explosion-del-reloj
'La exlosión del reloj' de Dalí
Hombres_en_las_nubes_Magrit
'Hombres en las nubes' de Magritte
Reflexiones a parte merecen creaciones de difícil explicación fruto de estados alterados de la conciencia, enajenaciones transitorias propiciadas por la ingesta de autacoides como el LSD.
Siempre se ha mantenido que la visión de animales antropomorfos es una alucinación propia de viajes con ácidos o del delirium tremens etílico. ¿Fue en un trance de esa naturaleza donde Disney se encontró con esos monstruitos que tanto fascinan a niños y adultos? ¿Es una leyenda urbana el origen que se atribuye a una experiencia con el peyote mejicano a esos seres que luego se han convertido en entrañables? En el imaginario de la memoria colectiva abundan ese tipo de presencias que acercan la figura animal al hombre y viceversa. No hay más que contemplar las gárgolas de algunas catedrales o echar un vistazo a las pinturas de El Bosco o de Brueggel en pleno siglo XVI muchos años antes de la implantación del surrealismo y otras corrientes oníricas en el arte.
Micky Mouse es una rata, animal arquetípicamente repulsivo que, sorprendentemente, genera ternura y simpatía presentado en un código antrópico en movimientos imposibles, movimientos inventados por los dibujantes y la técnica de los dibujos animados de ese visionario que fue Disney.
 
Si efectuamos el ejercicio de desprendernos del código asumido culturalmente en los cartoons de Disney y nos abstraemos a la realidad de lo que vemos en sus escenografías podemos llegar a alucinar. Son animales que danzan y se mueven como nosotros como sucede en las pesadillas y en un trance agudo alcóholico. Y no sólo eso, también la alteración y subversión de los discursos lógicos de lo que acontece en escena son propios de la mente surrealista más desbocada: dentaduras que se convierten en teclados, vacas que danzan en bipedestación, ropa tendida que cobra vida, objetos que pierden su consistencia y amenazan con derretirse...
En el siguiente vídeo se puede comprobar como se transgreden y subvierten los eslabones lógicos básicos sin que nos sorprendamos lo más mínimo. Es posible que Disney plasmase tan sólo lo que todos conservamos como arquetipos ancestrales y por eso los hemos incorporado tan rápidamente a nuestra cultura visual y narrativa. Nuestro cerebro estaba esperando estas imágenes, estos personajes.
Micky
'El loco del Jazz' (1929) Cartoon de Micky Mous de Disney
Disney conoció al loco Dalí durante el rodaje de 'Recuerda' de Hirchkock, film para el que había diseñado los decorados de las escenas de pesadillas en las que el protagonista se veía sumido.
De ese encuentro nació un proyecto común que nunca vió la luz. Bien mirada, la afinidad de contenidos entre uno y otro es coherente. Disney crea formas y narrativas que podían corresponderse con perfectamente con las esencias del surrealismo.
La película comenzó a realizarse pero se paralizó poco después debido a los problemas financieros que atravesaron los estudios Disney después de la II Guerra Mundial. Sólo se rodó una prueba de 18 segundos del corto, el guión y algunos bocetos de Dalí quedaron en el olvido de la factoría Disney.
Pero el destino es caprichoso y quiso que, en 1999, Roy E.Disney, sobrino de Walt Disney, encontrara unos documentos entre polvo y telarañas, el proyecto y decidió traerlo de vuelta a la vida. El corto fue producido por Baker Bloogworth y dirigido por el animados Monfréy Dominique, manteniendo los bocetos y el guion original del artista surrealista.
En el siguiente vídeo podemos ver la re-edición, vale la pena. No deja de ser un ejemplo de la conjunción de dos espíritus extremadamente creativos y peculiares, dos mentes peculiares pariendo a la par.
Destino_Disney_Dali
Cartel de 'Destiny' de Disney y Dalí (Vídeo)
Disney_y_Dali
Dalí y Disney