28 diciembre, 2008

PROBLEMA DEL ALMA...

En el orden psicològico, Platòn sigue el proceso pitagòrico, y desde este punto de vista su teorìa de las ideas alzan el vuelo y penetran, no en el campo de las "hipòtesis"- como era lògico-, sino en el de la "reminiscencias", que es mucho peor.

Entiende que la uniòn del alma con el cuerpo es accidental, como la del jinete con respecto al caballo que monta: uniòn violenta y forzada, debido al ansia de volar que sufre el alma hacia otra esfera màs elevada. Distingue tambièn tres tipos de almas: racional, sensitiva y pasional. Su psicologìa es una combinaciòn de las creencias en el origen celeste de las almas, en la preexistencia y la transmigraciòn. Este retorno a una nueva vida material puede certificarse mediante una ley- kàrmica- que fuerza a las almas a dar màquina para atràs y encarnar de nuevo hasta alcanzar la perfecciòn deseada, y con esto sustituye a un tribunal al caso que las juzgue y pida cuenta de sus actos, como lo vemos en el orden social. Dicha encarnaciòn se verifica por el sortilegio de la metempsicosis, y pueden encarnar en tigres, reptiles, gusanos y hasta en tortugas. Todos estos animales son para Platòn instrumento de purificaciòn mejor que un tribunal acusador, que es lo correcto. A eso se reduce toda nuestra sanciòn moral que nuestros vicios merecen, y la herida mortal que se infiere a un ser divino, fenòmeno de orden moral, queda restañada por el esparadrapo de la encarnaciòn.

26 diciembre, 2008

JERARQUIA CATÒLICA Y MEMORIA HISTÒRICA-...¿POR QUIEN DOBLAN LAS CAMPANAS?....

¿Debemos retirar los crucifijos de las escuelas públicas?, ¿Debemos seguir manteniendo a la iglesia con nuestros impuestos? .... ------

Monseñor Cañizares, príncipe de la Iglesia y alto cargo Vaticano, nunca ha tenido dudas: Las campanas doblaron y seguirán doblando solo por los vencedores.

*José Antonio Martín Pallín (El Periódico, 22-12-2008)

La Iglesia jerárquica siempre tuvo la habilidad de ajustarse a los intereses dominantes. Ha demostrado, a lo largo de los siglos, una cierta alergia a la democracia y ha sabido convivir, sin mala conciencia, con las más siniestras dictaduras. DESDE SU orígenes se puso en pie de guerra contra la Segunda República. Cuando los militares golpistas se rebelaron contra el orden constitucional no dudaron en ponerse fervorosamente a su lado cubriéndolos con el manto de la Cruzada. Su alineamiento coincidió en el tiempo con unos movimientos obreros mayoritariamente agrarios e incipientemente industriales atraídos por doctrinas en boga que predicaban la revolución proletaria y abominaban de la democracia liberal a la que identificaban con las insoportables desigualdades que les tocaba vivir a diario.

El levantamiento militar esta vez no era para restaurar una dinastía monárquica, su objetivo era instaurar un régimen totalitario a imagen y semejanza del nazismo y el fascismo. Los militares golpistas diseñaron una política de exterminio cuyas directrices las plasmaron por escrito sin rubor en numerosos documentos. La caravana de la muerte que tan certera y trágicamente relata Francisco Espinosa en su libro del mismo titulo es el modelo que después se implantaría en toda España, prolongándose mucho mas allá de la victoria militar. El ejército sublevado era recibido en los pueblos ocupados con redobles jubilosos de campanas volteadas por el cura de la localidad. Los moros mercenarios se sentirían desconcertados ante el entusiasmo de los que tras ocho siglos de reconquista los recluyeron en la zona de Marruecos donde siguieron sufriendo el dominio español. Los atrapados, con el temor marcado en el rostro, fueron entregados para su ejecución sin formación de causa. Se los llevaron a las tapias del cementerio. En la plaza del pueblo se escuchaban las descargas de los fusiles y el silencio de las campanas. Algunos curas tocaron jubilosos las campanas al sentirse seguros de su suerte, otros también pudieron tañerlas porque su cercanía a los vecinos y la preocupación por sus problemas les había salvaguardado de reacciones airadas. Unos pocos conscientes de su posición privilegiada evitaron que muchos fuesen fusilados.

Mientras la muerte y la desolación arrasaban nuestro país las campanas seguían sin doblar por todos los muertos. El día de la victoria todos los campanarios lanzaron sus espadañas al viento. Los vencedores añadieron la muerte cruel, selectiva e inmisericorde a los que habían sobrevivido. Los que no fueron ejecutados, después de parodias judiciales, les esperaba el campo de concentración o el exilio. Las matanzas no cesaron pero las campanas seguían sin doblar. El general vencedor era recibido por la Iglesia con las campanas al vuelo, los brazos en alto y los palios serviles, pero las campanas seguían sin doblar por los vencidos. El ritual de la misa incluía plegarias por su salud y eterna vida. Los púlpitos resonaban en alabanzas al salvador de la verdadera y única España. Más tarde de lo deseable llegó la Constitución. Los valores democráticos, por los que muchos de los vencidos habían luchado, comenzaron a implantarse no sin reticencias o cautelas.

Las homilías del cardenal Tarancón no sirvieron para que la Iglesia, que se había volcado en favor de los vencedores, iniciase un periodo de reflexión. Perdido parte del poder terrenal decidieron utilizar el fantasma de la excomunión contra los políticos que sacaron adelante el divorcio o la recortada ley de la interrupción voluntaria del embarazo. Inasequibles al desaliento se han alzado contra la educación para la ciudadanía oponiéndose a que los jóvenes conozcan la historia de la conquista de los derechos humanos y lo que significa su implantación para la convivencia pacífica y democrática.

EL CARDENAL Cañizares, desde hace tiempo, mantiene que no es necesario ningún milagro para beatificar a los que murieron, según su peculiar visión, por odio a la religión. Ignora el ilustre prelado que nunca la guerra civil fue una guerra de religiones. Ignora también, ignora tantas cosas, que los vencedores fusilaron a sacerdotes vascos. ¿Fue también por odio a la religión, monseñor?. Lo último y lo que queda por llegar lo sabemos o nos lo imaginamos. Monseñor Martínez Camino ha justificado la beatificación tardía no como una obligación incumplida. Curiosa obligación que tanto ha podido demorarse desaprovechando la oportunidad de que el fasto de los vencedores hubiera contribuido a la magnificencia oficial del la ceremonia. No creo que el problema de la Iglesia oficial del presente sea el anticlericalismo o la "cristofobia". Tiene raíces mas profundas. Han perdido el contacto con la realidad y son incapaces de aceptar la pérdida de sus privilegios y la imposición coactiva de sus dogmas. Pueden leer el prólogo de la novela de Ernest Hemingway ¿Por quién doblan las campanas?: "La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y, por consiguiente nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti". Un esperanzador mensaje de quien puso fin a su vida sin importarle los anatemas.

*Magistrado emérito del Tribunal Supremo

17 diciembre, 2008

PROBLEMA DEL SER....

Segùn Platòn "ser y conocer son cosas correlativas" contrario a Parmènides y Descartes, que lo identifican-. "El no ser- dice- es absolutamente incognoscible." Seguro; lo inexistente no puede llegar al conocimiento. "Sin ser- afirma Sciacca- no puede haber conocimiento". Es decir, que el ser, algo es, y el no-ser, algo es tambièn, al decir de Heràclito; luego el ser y el no-ser algo son: ¿que son?; el uno opuesto al otro. Pero a fin de que haya oposiciòn, alega Platòn, tienen que existir los oponentes, y en el no-ser no aparecen, aparte de que si algo fuera tendrìa que ser congnoscible, y no lo es.¿Còmo salir del impasse? Veamos:

El concepto que se tiene del ser en el campo de la existencia es una cosa y el concepto que se tiene de la inexistencia, o del no-ser, es otra; en involucrar los conceptos tan dispares està el error. Se da un salto del orden ontològico del ser al orden lògico o conceptual del no-ser y al confundir los tèrminos se le atribuye al no-ser una existencia extramental! que reside en la mente solamente, y aunque en el orden de los conceptos haya una realidad lògica conceptual entre ser y no-ser, en el orden de la existencia no hallamos realidad ontològica; luego el no-ser nada es, no tiene ser.

Sin embargo, desde otro punto de vista cabrìa decir que el no-ser algo es. ¿Què es? Diverso al ser, no opuesto. Porque si consideramos al ser opuesto al no-ser, en vez de considerarlo diverso, tal proposiciòn no le cabe, porque el no-ser carece de objeto que le sea contrario al ser; en cambio, sì le cabe el ser diverso. Asì, un objeto en movimiento y otro en reposo son contrarios, porque ambos objetos estàn ahì uno frente al otro; pero en el no-ser tambièn es. El error es debido, segùn Fraile, "en tomar diversa una forma que es idèntica, y por idèntica una forma que es diversa". El mismo Platòn reconoce que el no-ser no es contrario u opuesto al ser, sino diverso.

15 diciembre, 2008

J.J. BENITEZ DICE HABER "ENCONTRADO A DIOS"...

El investigador del fenómeno ovni y periodista, de 62 años y abuelo, recoge en su nuevo libro, "De la mano con Frasquito", todo lo que ha aprendido "sobre la vida y la muerte".

Juan José Benítez es, a sus 62 años, un abuelo feliz por transmitir a su nieto todo lo que ha aprendido sobre la vida y el "Destino", con mayúscula, como a él le gusta escribir. "De la mano con Frasquito" es su libro número 51 y el primero con la editorial Granica después de que Planeta, tras 29 años de unión profesional, rechazara su publicación porque "no era comercial".

Frasquito es el nombre ficticio del nieto de Benítez, al que trata de transmitir en 101 ("palo cero palo", como él lo llama) pensamientos, "todo lo que he podido aprender sobre Dios, la vida y también la muerte, aunque yo tengo más asumida la muerte que la vida". "Quizás porque estoy siempre pensando mucho en ella y me asusta menos que la vida", añade.

A través de esos 101 pensamientos, el investigador y periodista navarro traza a modo de "catecismo" su particular visión sobre el ser humano y su relación con Dios, alejado de los estereotipos de las religiones porque él no cree en ninguna. "He encontrado en buena medida a Dios escribiendo, pero al buen Dios lo encontramos en los sitios más inverosímiles y en los lugares más increíbles", afirma.

Benítez confiesa que al ser supremo lo "empezó a vislumbrar en la lejanía, cuando empecé con todos los temas de enigmas y de misterios". Así llegó a plantearse un "Dios que no es el convencional y el ortodoxo. Con la escritura de los caballos de Troya rematé la faena con un natural y un pase de pecho increíble".

Ahora asegura que le habría gustado leer este libro en su juventud, para "saber lo que es la vida", que alguien le hubiera advertido de que "no pasa nada si te equivocas o te arrepientes". "El libro está dirigido a quien le resulte oportuno".



05 diciembre, 2008

GUILLERMO HEGEL Y SU MUNDO FILOSÒFICO....

Su filosofìa llenò toda una generaciòn. Es tan complicado y oscuro que no hay dos que lo expongan del mismo modo. El mismo Hegel decìa que uno solo de sus discipulos lo comprendiò, y malamente.

Su sistema filosòfico se reduce a tres fases: tesis, antìtesis y sìntesis. La idea evoluciona a un ritmo lògico dentro de su propia estructura. "Es una soberbia construcciòn filosòfica sin valor real por ser puramente forma o lògica"
Es una abstracciòn estèril ingeniosamente elaborada que avanza al compàs de un ritmo de tesis, antìtesis y sìntesis, donde gradualmente y hasta sofisticadamente el principio de contradicciòn le convierte en principio de identidad. Primeramente hace una afirmaciòn (tesis); luego halla su contrapeso o fallo (antìtesis) y finalmente, hace un resumen de ambas (sintesis). Pero èsta, a su vez, resulta (tesis) de otra proporciòn que contiene sus contradicciones (antìsesis), que nos daràn otra nueva (sìntesis), base de otra tesis.

Dicho proceso lo aplica a la filosofia, la historia, la socilogìa y religiòn, con golpe rìtmico nacional matemàtico, culminaciòn del pensamiento racionamiento, exprimiendo la razòn como se exprime un racimo de uvas.

Con este sistema se persigue hallar la evidencia en los misterios del mundo y la realidad universal, que no es màs que la manifestaciòn del mundo exterior por un desenvolvimiento lògico de tesis, antìtesis y sìntesis, y asì encerrar los misterios todos en un puño, como se encierra en la red al pez en el agua. Confundo el mundo lògico con el ontològico.

El objeto de su filosofìa, no es màs que el ser (esse) percibido en toda su extensiòn, y este ser indeterminado o concepto abstracto de la mente, que es justamente Dios, pero que èl no lo concibe asì, sino idea universal (tipo platònico), y ademàs, la evoluciòn continua de las cosas determinadas hace que pasen al campo indeterminado o abstracto, ya que el ser indeterminado es el que existe, el determinado no se da, por la evoluciòn sufrida, puesto que al punto que aparece ya no es, y venimos a parar al viejo concepto de Heràclito, que el ser es y el no ser, tambien es; lo que Aristòteles dice: Actus entis in potentica prout in potentia( que el acto el ente, pero en potencia nada màs, y en ese caso està y no està, porque està en potencia y no està en acto.

Afirma Hegel que el ser indeterminado es el que existe y el determinado el que no existe, pero evolucionando pasa a existir, pero en el campo abstracto o absoluto. De ahì que el objeto de su filosofìa sea un proceso evolutivo, por el cual el concepto pasa del estado indeterminado al logro de plenitud de todos los modos de existencia o ida abstracta intuitiva (a lo platònico), mediante la evoluciòn dialèctica, que no es màs que la misma dialèctica vuelta al revès, porque las formas utilizadas del pensar son las mismas categorìas del ser, resultando un panlogismo, ya que salta del campo ontològico, o un panteìsmo ideològico, que nos darà luego en sociologìa un estado-panteìsta.

Hegel sintetiza su principio idealista en estos tèrminos..."Todo lo racional es real, y todo lo real es racional"...Un juego mental por el que las formas utilizadas en el pensar son las mismas que utiliza en el ser, dicho arriba; por donde el objeto del pensamiento es el mismo pensamiento y lo hace cosa, y tenemos a Platòn a la vista. Es un remolino mental donde las cosas revueltas con el pensar las hace idea universal, y resulta otro remolino descomunal mayor. En otros tèrminos: "Que el estudio de lo real- dice Weber- es la misma realidad; el pensamiento desarrolla y constitye la universalidad de los seres"

La realidad (opuesta a la idealidad) esencialmente es razòn, y no debe ser, sino que lo es. Esto es, que la realidad (razòn), en verdad es; la idealidad, deber ser. Una es opuesta a la otra. La realidad (razon) es absolutamente necesaria y es base de la ciencia. La ciencia expresàndola en conceptos, hace universal el contenido de la realidad. Por eso los conceptos no son un algo distinto a la realidad, sino la realidad misma en su necesidad intrìnseca de universalizarse, de ahì que el orden de las cosas no es sino el mismo orden de las ideas o conceptos; de ahì tambièn la necesidad de la evoluciòn para elevar la realidad a idealidad, a lo absoluto. Hegel aborrece lo concreto, solamente admite lo abstracto. Pero hay dos realidades, cada una en su campo.

02 diciembre, 2008

DIOS DEBE EXISTIR, PERO....

Después de 60 años de agnosticismo, finalmente he llegado a la conclusión de la razonable existencia de Dios. Es más, me atrevo a sugerir que en la actualidad Dios, nuestro Dios naturalmente, debe de tener alrededor de 50 mil millones de años, o 50 años de nuestro tiempo terrenal.

Dicho así como introducción de este nuevo artículo esta afirmación puede parecer una tomadura de pelo y una intolerable falta de respeto por la posible sensibilidad religiosa de mis lectores, pero he llegado a esta conclusión tras desarrollar un nuevo método cognoscitivo, para el que provisionalmente no tengo otro calificativo que el de "método contextual", pues se basa en la constatación de la existencia de tres contextos etimológicos, cada uno de los cuales expone una misma idea con tres conceptos distintos, y el método consiste en "agruparlos", de manera que lo que tenga sentido en uno debe tener sentido en los otros dos o carece de sentido en los tres.

Estos tres contextos son, por orden de aparición en la realidad cognoscitiva, el teológico, el físico y el metafísico, es decir, el contexto de los dioses, el de la naturaleza y el de las ideas. También podemos decir el de la imaginación, el de la experiencia, y el de la razón, o todavía más objetivamente, la religión, la ciencia y la filosofía.

Dios aparece históricamente dentro del primer contexto, cuando podemos decir que la "imaginación se hace trascendental", pero sus fuentes no están ni en la razón ni en la experiencia, sino de la fe o la "revelación".

Es importante entender que cuando nos preguntamos por la "existencia" de algo, no buscamos su certidumbre "física", que sería su "consistencia" ni su certidumbre "psicológica" que sería su "apariencia", sino que lo que buscamos es su certidumbre "metafísica", es decir, una "idea más allá de la física que sea lógica y razonable" y que pueda ser entendida, tenga o no presencia o consistencia. Es decir, la existencia de Dios sería aceptable si pudiéramos "hacernos una idea de Dios y de su causa", pues ninguna idea puede ser ni existir sin una causa". ¡Y aquí está el problema!

Para darme una respuesta aceptable he recurrido a este método de equivalencias, por tanto buscamos a Dios desde estos tres contextos posible:.Primer contexto: la teología. En el origen del cosmos está el «Espíritu santo», es decir, el espíritu, que se transforma en mundo. El mundo, "informado" por la fe, tiene la capacidad de «crear» las criaturas que lo pueblan, pues el mismo Adán surge del polvo, de donde proceden todas las criaturas.Segundo contexto: la física. En el origen del universo, hace ahora alrededor de 13,7 mil millones de años, y de acuerdo a la aceptable teoría de la «Gran explosión», está la energía, que por progresiva condensación se transforma en materia. La materia "informada" en sus orígenes por el instinto y posteriormente por la experiencia, tuvo la capacidad nata de organizarse "inteligentemente" y de forma dinámica, es decir, como organismos, de donde procede la vida natural, o la naturaleza.

Tercer contexto: la metafísica. En el origen de la consciencia está la mente, que gracias al pensamiento se transforma en ente. La entidad, informada por la intuición, tiene la capacidad de transformarse en seres, dando origen a la existencia misma y a las ideas.Según esta primera reflexión tanto la materia, el mundo como la entidad deben ser en realidad una misma cosa, pero expuesta en tres contextos distintos. Podremos hacer extensible este método a otros conceptos y veríamos que todos se pueden agrupar, pero para este caso nos quedamos aquí, porque ahora vamos a situar a Dios en el contexto que aparece por primera vez y tratar de buscarlo en los dos restantes.

Dios surge en el contexto de la teología como una "revelación de su imagen" fruto de la imaginación exaltada, y como creador debe de estar "fuera" de lo creado, es decir, fuera de este mundo y de la creación misma. Por tanto sin duda que debe morar en el "Cielo", que es "otro mundo" o "el mundo de Dios". Dios es además nuestro "Padre celestial".

Si lo vemos en el contexto de la física decimos que Dios debe de estar fuera de la naturaleza producida. Como la naturaleza constituye una unidad espacio-temporal contenida en una duración, la del universo, el Dios de la física, que ya no es creador sino "productor", debe de estar en otro universo, contenido en otro espacio-tiempo, con otra duración. Si este Dios ha "producido" nuestro universo debe tener su propia duración, y si nuestro universo tiene una vida mesurada de 13,7 mil millones de años, el universo gestante debe tener "más duración" que el nuestro. Si tomamos como medida de relación 1 año = 1000 millones de años, este Dios debe de tener ahora alrededor de 50 años en su propio tiempo y en su propia demisión espacio-temporal. Es decir, debe tratarse del "padre" de nuestro universo.Si ahora nos pasamos al contexto final de la metafísica decimos que Dios debe de estar fuera del ser, y como todo lo existente tiene necesariamente ser, Dios no puede existir dentro de nuestra propia mente, pero sí fuera de nuestra mente, es decir, en otra "existencia paralela", con otro Ser, entidad e idea. Por tanto debe ser "el padre" del ser de las cosas existentes en nuestra mente, pero no está en nuestra mente, es decir, para nosotros "Dios es, pero no existe". También podemos decir que "es cierto que hay Dios", porque podemos tener su certidumbre con la fe y el instinto, pero no es verdad que exista en tanto no pueda se concebido como una idea lógica y razonable a partir de su "intuición". ¡Se trata de una cuestión de contextos!De manera que es fácil llegar a la conclusión de que Dios debe ser el "padre del universo" y habita en otra dimensión espacio-temporal, o en un "universo paralelo", y que en la actualidad debe tener alrededor de 50 mil millones de años de nuestro tiempo, unos 50 años del suyo. Pero ¿cómo es posible llegar a esta conclusión si no se puede establecer la prueba física de su existencia? Sencillamente porque la física no pude probar la existencia, pues la física no tiene en su propio "vocabulario" la voz "existencia", que pertenece a la metafísica, sino que tan sólo pude probar la "consistencia" de Dios. Por tanto la certidumbre que de Dios puede tener la teología o la física se refiere a su "apariencia" o "consistencia" pero nunca a su "existencia".

No quiero concluir este artículo sin exponer brevemente la "lógica matemática" del "Misterio de la Trinidad", que contiene cada una de las reflexiones expuestas con anterioridad. El Misterio también habla de "tres contextos", el de un "Padre": universo paralelo; de un "Hijo": nuestro universo, y de un "Espíritu Santo": la energía, espíritu o mente, como se le quiera llamar, causante de los tres. Como el misterio está basado en una "revelación", que resulta rigurosamente lógica y razonable, pese a ser una aporía, las tres Personas se sitúan dentro de un triángulo, cuyo "centro" contiene la "primera causa, que no existe", pues las tres Personas "son y existen", en tanto que "Dios en sí mismo", como causa primera de las tres "personas divinas", que no obstante son "consustanciales", "no puede existir, pero es", pues el "ser no puede no-ser".Esto nos obliga a considerar que "Dios es lo que no existe, pero que es", para algunas tradiciones teológicas "el Innombrable". Y si es pero no existe, sólo pude "ser por defecto", de manera que todo lo que causa "en efecto" debe ser "parte de la divinidad" o "divino", incluidos el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sin que sea posible la existencia de "Dios en sí mismo". Reflexión que ya se hizo el propio San Agustín, para quien Dios era "emanación". De manera que más que preguntarnos por la existencia de un "Dios inexistente, impensable improbable" deberíamos ser más "concretos" y preguntarnos por las "divinidades existentes", aquellas que han "producido nuestra naturaleza", "creado nuestro mundo" o "causado nuestra entidad", sin ir más allá en nuestras consideraciones.¡Y ese es el misterio que nuestra mente no está capacitada para resolver, y donde se le han "cruzado los cables" a todos los filósofos de la historia de la filosofía idealista y trascendental! Para hacerlo más familiar podemos decir que el uno, el dos y el tres provienen "potencialmente" del cero, pero el cero "no vale nada", "¡solo es pura potencialidad!

Si la contradictoria idea de Dios en sí mismo persiste pese a que no existe, es porque se pude percibir a través de lo único que no requiere probar su existencia, porque carece de entidad, ser y existencia, como es todo aquello que "vemos en la imaginación", que no es consistente ni existente sino "aparente", o una mera "ilusión" de la mente.Con esta breve reflexión sobre la probable existencia de Dios en sí mismo, el Dios que "es" pero que no existe naturalmente, y las "divinidades" creadoras, productoras o causantes, es decir, "Padre, Hijo y Espíritu Santo", yo no he hecho otra cosa que aplicar un nuevo método contextual a lo que ya se sabía o imaginaba, y la conclusión sólo es válida en la medida de que sea lógico el método utilizado. Esto no es nuevo en filosofía, antes que yo Aristóteles recurrió a su método silogizo y Descartes al suyo, basado en la duda razonable, y más recientemente Husserl expuso el suyo, el fenomenológico. Por tanto me limito a exponer una conclusión que surge de manera inevitable por ser razonable que sea como el método sugiere que debe ser. Después de todo el conocimiento es fundamentalmente una cuestión de "método.
Nota: autor desconocido

01 diciembre, 2008

¿VALE LA PENA PREOCUPARSE DE DIOS?....

TRIBUNA
MATILDE GASTALVER*
A raíz del artículo publicado el 24 de noviembre, en El País, "Los ateos se hacen fuertes" me parece formidable y del todo respetable que los ateos enarbolen su bandera y ,sin embargo, me pregunto, ¿su saber, su ciencia, su dinero no tiene mejor ocupación que la existencia de algo que según ellos no existe? ¿Es realmente el problema de nuestro planeta la existencia o no existencia de Dios? ¿Lo que les preocupa a los científicos ateos, es el espacio de la religión en nuestras sociedades? There´s probably no god, now stop worryng and enjoy your life. ¿Es éste el problema que realmente tienen nuestras sociedades occidentales, desarrolladas, cultas, preparadas científica y tecnológicamente? Porque, si todo el problema es la existencia o no existencia de Dios, sería fantástico, como lo sería si nuestros líderes religiosos o políticos fueran realmente honestos, ocuparan el cargo en función del bien social y más allá de nuestra sociedad, mirando al mundo entero, principalmente a la parte del mundo expoliada y sumida en la miseria, precisamente por esta parte del mundo de científicos y personas "desarrolladas".

Nada importa perder tiempo y dinero en campañas para creer o no en la existencia de Dios sino no las hacemos en beneficio de la existencia del hombre.Barack Obama ha conseguido financiar su campaña electoral con los donativos de los ciudadanos que necesitaban "creer" en un cambio, y uno a uno, poco a poco han financiado su esperanza, y lo han logrado, como un milagro en la historia política americana.

Ése es el problema de la fe y de la esperanza, religiosa o no, buscar respuestas a los problemas de la humanidad. Hombres tan creyentes como Confucio, Lao Tse, Chuang Tzu, Sidharta Gautama..., hasta Jesús de Nazaret, hablaron poco o nada de Dios, se distinguieron por su obrar y exquisitez humana respecto al momento en que vivieron, dieron respuestas concretas a la humanidad. Casi todos ellos entraron en conflicto con el sistema religioso establecido, incluso fueron desacreditados, perseguidos o ejecutados. El problema, quizás no sea Dios sino los sistemas y poderes que a costa de Dios o en nombre de la política, establecemos los seres humanos.

Los países más ricos del mundo se reúnen con urgencia ante la crisis económica actual para sacar de donde sea (del bolsillo de los ciudadanos, esta vez no como en la campaña de Obama, sino por decreto político) el dinero que equilibre el desajuste de la codicia de unos pocos (aunque no tan pocos), no para resolver el hambre y el desequilibrio de la injusticia de un mundo en que un tercio arrebatamos lo que es de todos.

Podemos seguir discutiendo si existe o no Dios, eso no cambia el mundo. Yo prefería que nos enfrascáramos en la discusión de resolver problemas de los que Dios (en el caso de su existencia) es el primer problema que quiere que resolviéramos.En tal caso, el reciente eslogan de los autobuses ingleses, siguen afianzando desde el ateísmo: "no te preocupes y disfruta de la vida". ¿Puede ser ése un principio para funcionar en la vida? No sé si es un eslogan que favorece el ateismo, pero, sin duda favorece el individualismo que ha caracterizado siempre a las sociedades capitalistas desarrolladas. Cabría analizar la situación de miseria y desquicie social que hay detrás de muchos fanatismos religiosos de al actualidad, por poner un ejemplo el de Afganistán.Más que nunca deberíamos afianzarnos, desde cualquiera que sea nuestro credo, y más si cabe sin él, en otro eslogan: preocúpate y haz algo, para que "todos", de igual forma, podamos al fin disfrutar de la vida.

(*) Licenciada en Filosofía y en Ciencias Teológicas.