01 diciembre, 2008

¿VALE LA PENA PREOCUPARSE DE DIOS?....

TRIBUNA
MATILDE GASTALVER*
A raíz del artículo publicado el 24 de noviembre, en El País, "Los ateos se hacen fuertes" me parece formidable y del todo respetable que los ateos enarbolen su bandera y ,sin embargo, me pregunto, ¿su saber, su ciencia, su dinero no tiene mejor ocupación que la existencia de algo que según ellos no existe? ¿Es realmente el problema de nuestro planeta la existencia o no existencia de Dios? ¿Lo que les preocupa a los científicos ateos, es el espacio de la religión en nuestras sociedades? There´s probably no god, now stop worryng and enjoy your life. ¿Es éste el problema que realmente tienen nuestras sociedades occidentales, desarrolladas, cultas, preparadas científica y tecnológicamente? Porque, si todo el problema es la existencia o no existencia de Dios, sería fantástico, como lo sería si nuestros líderes religiosos o políticos fueran realmente honestos, ocuparan el cargo en función del bien social y más allá de nuestra sociedad, mirando al mundo entero, principalmente a la parte del mundo expoliada y sumida en la miseria, precisamente por esta parte del mundo de científicos y personas "desarrolladas".

Nada importa perder tiempo y dinero en campañas para creer o no en la existencia de Dios sino no las hacemos en beneficio de la existencia del hombre.Barack Obama ha conseguido financiar su campaña electoral con los donativos de los ciudadanos que necesitaban "creer" en un cambio, y uno a uno, poco a poco han financiado su esperanza, y lo han logrado, como un milagro en la historia política americana.

Ése es el problema de la fe y de la esperanza, religiosa o no, buscar respuestas a los problemas de la humanidad. Hombres tan creyentes como Confucio, Lao Tse, Chuang Tzu, Sidharta Gautama..., hasta Jesús de Nazaret, hablaron poco o nada de Dios, se distinguieron por su obrar y exquisitez humana respecto al momento en que vivieron, dieron respuestas concretas a la humanidad. Casi todos ellos entraron en conflicto con el sistema religioso establecido, incluso fueron desacreditados, perseguidos o ejecutados. El problema, quizás no sea Dios sino los sistemas y poderes que a costa de Dios o en nombre de la política, establecemos los seres humanos.

Los países más ricos del mundo se reúnen con urgencia ante la crisis económica actual para sacar de donde sea (del bolsillo de los ciudadanos, esta vez no como en la campaña de Obama, sino por decreto político) el dinero que equilibre el desajuste de la codicia de unos pocos (aunque no tan pocos), no para resolver el hambre y el desequilibrio de la injusticia de un mundo en que un tercio arrebatamos lo que es de todos.

Podemos seguir discutiendo si existe o no Dios, eso no cambia el mundo. Yo prefería que nos enfrascáramos en la discusión de resolver problemas de los que Dios (en el caso de su existencia) es el primer problema que quiere que resolviéramos.En tal caso, el reciente eslogan de los autobuses ingleses, siguen afianzando desde el ateísmo: "no te preocupes y disfruta de la vida". ¿Puede ser ése un principio para funcionar en la vida? No sé si es un eslogan que favorece el ateismo, pero, sin duda favorece el individualismo que ha caracterizado siempre a las sociedades capitalistas desarrolladas. Cabría analizar la situación de miseria y desquicie social que hay detrás de muchos fanatismos religiosos de al actualidad, por poner un ejemplo el de Afganistán.Más que nunca deberíamos afianzarnos, desde cualquiera que sea nuestro credo, y más si cabe sin él, en otro eslogan: preocúpate y haz algo, para que "todos", de igual forma, podamos al fin disfrutar de la vida.

(*) Licenciada en Filosofía y en Ciencias Teológicas.

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