Recorrido histórico
Para llegar a este punto, y teniendo en cuenta que la existencia de la idea de Dios va pareja con la existencia del hombre sobre la faz de la Tierra, han sucedido muchas cosas. Hagamos una pequeña síntesis.
Los científicos están de acuerdo con que el debate que se argumenta en este artículo es un debate relativamente reciente. Si la Edad Media es una época más que oscura, y en la que nos detendremos más adelante, hasta la mitad del siglo XIX Ciencia y Religión, en lo que a occidente respecta, no encontraban motivos de divergencia. Tal es así, que la mayor parte de los hombres de ciencia pertenecía al clero y se explicaban el hecho científico en términos religiosos. En el siglo XVII, con la revolución científica surgida, la explicación de las maravillas descubiertas eran achacadas, sin reproche, a la creación de dios.
Los científicos están de acuerdo con que el debate que se argumenta en este artículo es un debate relativamente reciente. Si la Edad Media es una época más que oscura, y en la que nos detendremos más adelante, hasta la mitad del siglo XIX Ciencia y Religión, en lo que a occidente respecta, no encontraban motivos de divergencia. Tal es así, que la mayor parte de los hombres de ciencia pertenecía al clero y se explicaban el hecho científico en términos religiosos. En el siglo XVII, con la revolución científica surgida, la explicación de las maravillas descubiertas eran achacadas, sin reproche, a la creación de dios.
Fue en 1859, con la publicación de “El Origen de las Especies” de Charles Darwin, cuando se fragua el primer golpe serio a los argumentos del ser superior creador. A pesar de ello, y sin que la teoría de Darwin pretendiera socavar los cimientos de la creencia religiosa, muchos intelectuales de la Iglesia adecuaron el discurso de la selección natural a sus creencias religiosas. Tal es el caso del clérigo Charles Kingsley quien poco después de la publicación de la obra de Darwin, afirmaba que “un mundo en evolución es, desde un punto de vista teológico, aquel en el que las criaturas son libres de hacerse a sí mismas”.
A nivel bibliográfico, el inicio de la confrontación Religión-Ciencia surge con la publicación de “Historia del Conflicto entre la Religión y la Ciencia” de William Draper, publicado en 1874 y, veintidós años después, con “Historia del Conflicto entre Ciencia y Teología en la Cristiandad”, de Andrew Dickinson. Se ha llegado a la conclusión que el tratado de Darwin supuso la separación de ciencia y religión como disciplinas de manera definitiva.
En la Actualidad A pesar del avance de la Ciencia, y sobre todo de la investigación sobre el origen del Universo, muchos científicos sostienen que la creación no puede obedecer a una cuestión del azar. Para Richard Swinburne, catedrático de Filosofía de Religión Cristiana de la Universidad de Oxford, “las investigaciones más recientes sobre la estructura fina del universo demuestran que la materia inicial y las Leyes de la naturaleza tenían que presentar cualidades realmente especiales para que en él pudiera evolucionar la vida”.
Por el contrario, otros científicos afirman que conforme la Ciencia avanza, se desmantela la idea de dios, porque nada prueba su existencia. Otros, sin embargo, como el Nóbel de física Steven Weinberg opina que cuanto más comprensible se nos presenta el universo, “más falto de sentido se nos revela”.
La Creación del Universo Lo que era un asunto plagado de especulaciones, se ha convertido en Ciencia. Ya no se trata de investigar el origen de la Tierra, pues se han superado ciertos conceptos y sabemos, desde hace mucho tiempo, que somos una partícula insignificante albergada dentro de algo infinitamente mayor.
El hombre ha sido capaz de poner la vista en el origen del universo. Si la luz de la estrella más cercana a nosotros tarda cuatro años en llegar, los más modernos telescopios logran “mirar” el universo en su etapa más temprana de su nacimiento hace quince mil millones de años. A pesar de ello, aún somos incapaces de saber qué había exactamente, justo en el momento anterior, a que se produjese esa gran explosión que originó TODO y que produce la continua expansión del universo, y que según recientes investigaciones, dicha expansión está en aceleración.
Siendo optimistas cabe pensar que al igual que hace apenas unos cientos años se descubrieron las dimensiones de nuestro espacio más cercano, "pronto" se tengan los instrumentos necesarios para tomarle la verdadera medida al lugar más recóndito, allí donde surgió el big-bang, donde comenzó la vida, quizás de manos del azar; quizás de manos de “alguien”.
El Principio Antrópico El físico teórico Brandon Carter enunció por primera vez en 1973 el principio antrópico, haciendo referencia al hecho de que la existencia humana y nuestra posición en el universo era claramente una posición privilegiada, si bien eso no venga a significar que seamos el centro del universo. Cabe puntualizar que este principio fue enunciado como argumento por Robert Dicke en un artículo publicado en la revista Nature en 1961, aunque fue en 1986 cuando, de la mano de John D. Barrow y Frank J. Tipler, vio la luz el más controvertido libro referencia del principio antrópico cosmológico. Dichos científicos explican el aparente cúmulo de casualidades o coincidencias que condujeron a la creación del universo y nuestra presencia en él, teniendo en cuenta que todo lo que nos rodea es necesario para nuestra subsistencia, y que todo parece obedecer a un plan preestablecido. De las distintas versiones posibles del principio antrópico, el denominado principio antrópico fuerte (SAP), supondría la aparición forzosa de vida inteligente como consecuencia cosmológica de la evolución del Universo. Sintetizando al máximo, todo esto viene a decir que el hecho de nuestra existencia no se debe a una casualidad, sino a una causalidad. Alguien, algo, lo hizo posible.
En contrapartida, y restando importancia a estas teorías, surge el pensamiento de Stephen Hawking, que ya en 2004, apuntaba que había un 98% de posibilidades de que surgiera nuestra universo al haberse producido la gran explosión o big-bang. Para Hawking, incluso nuestro “mundo” podría haber comenzado a existir sin que “nada” hubiese existido previamente.
Actualmente, los científicos están lejos de poder explicar las características del universo desde su nacimiento, al menos las fundamentales. Para alguien alejado de formación exhaustiva y necesaria en la materia, como quien escribe estas palabras, le surgen demasiadas dudas. Quizás porque está sometido a unas Leyes y a unos principios a los que la imaginación impide ir más allá. Así ocurre con las dimensiones conocidas, y así ocurre que es difícil comprender la teoría de las supercuerdas, o teoría M, con más pujanza en este momento y que explica que “cada punto de nuestro espacio tridimensional ordinario es en realidad el resultado de un primoroso ejercicio de papiroflexia sobre un espacio con seis o siete dimensiones adicionales”. (sir Martin Rees, astrónomo real británico y catedrático de la Universidad de Cambridge). Es complicado asumir cómo sería la existencia con otras dimensiones por mucho que alcemos la vista hacia el negro infinito del Universo y pongamos atención en lo que nuestra más fértil imaginación pueda concebir.
De todas las teorías sobre la existencia de un Dios creador que se han manejado en la Ciencia, quien escribe estas palabras se queda con las del ya mencionado Francis Collins, quien dice textualmente: “Si hubiera decidido crear humanos que pudieran mantener una relación con Él, ¿por qué no utilizar el mecanismo de la evolución para conseguirlo?” Y es que, esta teoría se fundamenta en que nuestra capacidad supera con amplitud la previsión evolutiva, algo que permite a los científicos ir conociendo la complejidad que nos rodea. La idea es optimista e imaginativa, sin duda. Dios nos puso aquí y nos da las herramientas para llegar hasta Él.
Galileo Galilei En “Diálogo Sobre los Dos Grandes Sistemas del Mundo”, Galileo se mofaba abiertamente de la teoría geocentrista imperante de Ptolomeo. Todo gira en torno a nosotros, a la Tierra. Galileo ya había observado que el Universo no era algo inmutable, que los planetas giraban alrededor del Sol. Pero no parecieron bastar sus explicaciones científicas, pues en el año 1633 es condenado a cadena perpetua, conmutada inmediatamente la pena por “residencia de por vida”, que venía a significar un arresto domiciliario permanente. Parece ser que en el enjuiciamiento no pronunció la famosa frase: “Y sin embargo se mueve”, pero pasó sus días recluido en sus residencias por imperativo inquisitorial.
Fuente:Actually y Notes
filosoficas
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Un tema bastante, demasiado interesante, con tan sólo decir que una sola entrada no basta para agotarlo. A ver si en otra ocasión continúas ahondando.
ResponderEliminarA propósito del episodio de Redes que está colgado en esta entrada, en el cual se hace referencia a la teoría de las cuerdas o supercuerdas, hay un documental que explica más detenidamente el particular. Se trata de "El Universo Elegante" de Brian Green. Puedes buscarlo en youtube, donde se encuentra colgado en su totalidad.
En lo personal, no logra convencerme a cabalidad la teoría de las cuerdas, pero es harta interesante y, si bien no es la primera "teoría del todo" que intente combinar la mecánica relativista y la mecánica del quantum, es la más completa por el momento. Sin embargo, no resiste el "rigor" ciéntifico de la actualidad. No se distingue lo qué es ciencia de lo que es especulación, o como, acertadamente, expresan en el documental ¿se trata de una teoría ciéntifica o filosófica? La pregunta está abierta
Ya sobre el presente tema: ¿Creen los ciéntificos en Dios?
ResponderEliminarEn primer lugar, hay que establecer que fe y ciencia, no son términos excluyentes, en tanto el investigador pueda distinguir los fundamentos fácticos o especulativos de sus postulados. El perfecto ejemplo para esto es Albert Einstein. Quien a pesar de ser creyente durante toda su vida, desarrolló durante los primeros 20 años, a lo sumo, un excelente trabajo ciéntifico: la teoría de la relativa, especial y general, respectivamente, sin tener que recurrir a la especulación. Sin embargo, una vez se desarrolló la mecánica cuántica, la cual se enfrentó a sus creencias, su trabajo ciéntifico decayó, todo por buscar el modo de que la física no fuera contraria a su fe.
En segundo lugar, debo decir que a mí entender, toda la ciencia, stricto sensu, desarrollada hasta la actualidad, no niega la existencia de dios, pero tampoco la confirma. Ni la teoría de la evolución o la teoría del big-bang. Es decir, ¿Quien argumentaría, sin caer en la especulación filosófica o teológica, que la existencia comprobada de los quarks, agujeros negros, leptones, bariones, evolución, etc., niega o afirma la existencia de dios?
ResponderEliminarPartiendo de lo anterior, me hago dos preguntas, dos hipotesis diversas:
1º Si dios existe ¿sería posible explicar cientificamente el universo sin recurrir a su entidad como base de todo?
2º Si dios no existe ¿sería posible explicar el universo siendo creyente?
Mí criterio es que ambas preguntas se pueden responder afirmativamente.
En la primera hipotesis. Dios, al ser el creador de todo, sería un ente distinto al universo mismo. Por tanto, la ciencia sería capaz de explicar el Universo en sí, sin recurrir a fundamentos exteriores a éste.
ResponderEliminarEn la segunda hipótesis. Dios, al no existir más que en la psiquis del ciéntifico, no influiría en los resultados de la investigaciones, en tanto el ciéntifico distinga, como expresé anteriormente, la ciencia de la fe. Estos resultados, de ser reproducibles y falsables, constituirían la explicación del universo, independientemente de que el ciéntifico lo acepte o no.
Por último -y expreso mis más sinceras disculpas por extenderme tanto-, hay que establecer que el Universo existe. Y existe sin necesidad de las "explicaciones" de la ciencia y existe sin necesidad de las explicaciones de la fe en dios. ¿Acaso no han sido la ciencia y la teología, sino "logificaciones" arbitrarias que la humanidad quisiera imponer al Universo? Pero que una y otra podrían ser precisa, me refutaría. Pero, ¿Y si dios o el azar, sea cual fuere el que nos controla, nos quisiera jugar una broma pesada?
ResponderEliminarHola, te dirè que yo tenìa una vida bien tranquila hasta que llego internet, a pesar de todos los libros que he leìdo sobre la existencia o no de Dios, como ser supremo y "hacedor del universo", en los ùltimos tiempos en mì aflora cierta duda...no me gusta la palabra ateo, no me considero atea, pero en verdad mi lògica muy personal no acepta muchas cosas las cuales pongo en duda por ilògicas- naturalmente-, este tema me apasiona y es bueno hurgar sobre el mismo hasta "encontrar la verdad", pura retòrica dirìa, ¿donde estarìa dicha verdad?...cada quien tiene la suya y no cede...sobre la creaciòn del universo me inclino màs sobre la teorìa del Big Bang, puès los catolicos dicen que el mundo se hizo en 7 dìas segùn la Biblia...¿ que mente humana puede cientìficamente hablando creer esto?...es por eso que la ciencia y la religiòn son contrapuestas, nos inclinamos por la ciencia, definitivamente....amigo muy interesantes tus aportes y puntos de vista, este es un tema escabroso y por ser asì me gusta adentrarme en el, aunque siempre no salgo satisfecha del todo...pero pasando la pàgina, las cosas que uno observa en este mundo tan incompleto y complejo, hacen pensar definitivamente en la no existencia de un Dios, de un ser supremo...ese Dios donde la Santa Biblia nos dice "que no cae un hoja del àrbol sin su voluntad"...y entonces...que nos dice esto...¿es acaso que tenemos un Dios con favoritismos, hacedor de todo lo malo que se vive en este mundo y de todo lo bueno tambièn...es difìcil ponerse a divagar sobre esto...¿porquè las guerras?...¿porquè las drogas?...¿porquè los terremotos, los ciclones?...Es Dios que permite esto?...no es de espantarse, eso es lo que creen los ignorantes y fanàticos de la religiòn...yo sin ser atea, prefiero declararme agnòstica hasta que mis entendederas me hagan recapacitar.....
ResponderEliminarUn saludo
p.d
Aquì tengos un post sobre Ciencia y Religiòn....otra cosa por tus comentarios observo que no estas aùn convencido ni de una u otra teoria, tienes tremendas dudas....es lo que percibo...recuerda que ya Santo Tomàs de Aquino lo dijo: "VER PARA CREER"... el caso que mas me ha estremecido es la duda que tuvo la Madre Teresa en sus ùltimos años de vida... ella un paradigma y un ìcono de la fè, la bondad, y entrega DUDO DE LA EXISTENCIA DE DIOS....la "Santa Madre Iglesia, Catòlica, Apostolica y Romana" se ha encargado de secuestrar las cartas que escribìa, mientras las dudas la corroìan...
Hay que entender la creación del mundo en 7 días como una metáfora, puesto que la Biblia dista bastante de ser un libro ciéntifico, es, para ser precisos, literatura hebrea. Pero no más de ahí. Literatura y punto. No es, al igual que tampoco es la ciencia, poseedora de una verdad. Así, pues, si existiese un dios, ya está comprobado que el mundo, el Universo, no fue creado como el relato nos indica.
ResponderEliminarSobre la existencia de dios hago un paréntesis. ¿Existe dios? Cómo saberlo. La negación de dios, es decir, ser ateo, o la afirmación de dios, es decir, ser creyente, es una cuestión de fe y convicción. Pero porque creamos o no en una idea no la hace cierta, por más corazón que pongamos en ello. En mí caso personal, no creo en dios, y es por convicción, no porque sepa que no existe (aunque esto suena un poco paradójico). Ahora bien, si existiese dios -y esto es especulación, una hipótesis, pues para mí no existe-, yo no lo podría concebir como la representación, como la idea de dios que hasta el momento la humanidad, en la mayoría de casos, se ha hecho. En sentido general, se propone un dios antropocéntrico, que alcanzó la cúspide de su creación en la humanidad, un ser moralizante, la razón de toda existencia, de la existencia de la humanidad. A mí entender, esa proposición es un absurdo para no sentirnos desolados, angustiados ante el implacabla azar y sin-sentido sobre el que aparenta estar asentado todo. Así, pues, niego la existencia del dios semíta de judíos, cristianos y musulmanes, así como, también, niego la existencia de la mayoría, por no decir todos puesto que no los conozco a todos, de los dioses que hasta ha enarbolado la humanidad. El "dios" que yo podría afirmar, no es un dios realmente, es simplemente reconocer que hay cosas que no conocemos y que, quizás, jamás podremos conocer. Y reconozco que eso "desconocido" atrae en demasía.
Sin embargo, digo que tampoco la ciencia es poseedora de una verdad definitva, una verdad totalizante. Una simple hojeada al desarrollo de la ciencia nos lo indica. Hasta hace 5 siglos, el universo giraba en derredor de la tierra. Galileo y Copérnico nos dijeron lo contrario. Hasta que Newton expusiese su teoría de la "fuerza" de la gravedad, se creyó, según la mecánica aristotélica que los objetos caían al centro de la tierra porque eso dictaba su naturaleza. Más tarde, hace poco menos de un siglo, Einstein nos dice que la gravedad no es una fuerza, sino el efecto de la curvatura en el tejido del espacio-tiempo; para luego quedar desfasado en el complicado mundo del átomo, en el cual la mecánica cuántica marca el ritmo de la música. ¿Es una ciencia tan errante, a pesar de los innumerables avances, poseedora de una verdad definitiva? A mí entender, no. ¿Podría serlo? Tampoco. Se me dirá que el conocimiento humano está en un constante avance y ensanchamiento, pero no basta. Explicar el Universo como un todo, una teoría del todo, requeriría un observador inercial, según los términos de Einstein, lo cual es imposible.
Entonces, ni ciencia ni fe podrían explicar el Universo en su totalidad. Pero sí podrían, para unos (creyentes) y para otros (ciéntificos) -sin generalizar, pues son etiquetas que no representan a toda la humanidad-, explicar fenómenos aislados de ese universo, en lo cual -convengo contigo- la ciencia está ganándole la batalla a la fe. De ser ésta -explicar fenómenos aislados, como entiendo que debería ser- la finalidad de ambas, no son términos excluyentes. Se podría ser, perfectamente, creyente y ciéntifico, aunque no todos los ciéntificos crean en dios,y viceversa. Creo que al fin y al cabo, es este nuestro tema actual.
Que el azar o dios esté contigo. Mil felicitaciones por tus entradas en el blog, desde hace meses que las sigo, aunque no es hasta hoy que me había dado por comentar. Ya verá ud. si me apasiona este tema. Por el momento, me quedo a lerr "Albert Einstein y Dios"...
Me considero un defensor de la verdad, y me gustaria invitarlos a que si dominan un poco el idioma Ingles y pueden acceder a los videos "Privilege Planet", "Unlocking the mistery of life" de la compania productora de audiovisuales Ilustra, por favor se tomen el tiempo de verlas, son peliculas documentales hechas con cientificos activos de primera plana de la Nasa y Universiades de US y Europa, podria ayudar muchisimo a tomar o reforzar puntos de vista.
ResponderEliminarGracias.