12 marzo, 2009

EL HEREJE GALILEO RETOMA FLORENCIA...

La sección estrella es la séptima, que se ocupa del protagonista de la muestra. Galileo: el cosmos a través del telescopio reúne desde retratos del genio pisano a los primeres telescopios que empleó. En la imagen, retrato de Galileo realizado por Ottavio Leoni en 1614 (Biblioteca Marucelliana, Florencia).
PALAZZO STROZZI - 2009-03-11


El renacimiento de la astronomia ocupa la sexta sección. En la imagen, grabado de 1514 de Albrecht Dürer que representa la Melancolía. (Gabinetto Disegni e Stampe degli Uffizi, Florencia)
PALAZZO STROZZI - 2009-03-11

La quinta sección aborda la Evangelización del cosmos. En la imagen, un Astrario, de Giovanni Dondi, en acero y bronce (Observatoire de Paris, París).
PALAZZO STROZZI - 2009-03-


Los cielos del Islam es el título de la tercera sección. En la imagen, un astrolabio esférico islámico de bronce y plata. Data de 1480-1481 (Museo de Historia de la Ciencia, Oxford).
PALAZZO STROZZI - 2009-03-

La tercera sección se adentra en la geometría del cosmos. La muestra recoge representacioenes célebres como el Atlas de Giovanni Francesco Barbieri (Il Guercino), que se muestra en la imagen. Óleo de 1646, procedente del Museo Bardini, de Florencia.
PALAZZO STROZZI - 2009-03


Globo celestial en plata, de autor anónimo. Data de entre el siglo II a. C. y el I d. C. (GALERIE J. KUEGEL, PARÍS).
PALAZZO STROZZI - 2009-03-11


En la segunda sección, el itinerario describe cómo el universo se convirtió en una esfera. En la imagen, sistema de Heraclides, de Domenico Sancte Santini. Artilugio en bronce de hacia 1675. (Museo de Historia de la Ciencia, Oxford).
PALAZZO STROZZI - 2009-03-11


El recorrido se inicia con El alba de la astronomía: Mesopotamia, Egipto y el cosmos bíblico. En la imagen, modelo de un hígado de oveja, realizado en arcilla. Mediados del primer milenio antes de Cristo. (BRITISH MUSEM)
PALAZZO STROZZI - 2009-03-11


Galileo, astrónomo visionario
Su contribución a la observación del espacio catapultó la astronomía. El telescopio de Galileo Galilei, elaborado hace ahora cuatro siglos, permitió mejorar la descripción de los cuerpos celestes e impulsar el estudio de la astronomía. Para celebrar aquel invento, el Palazzo Strozzi, de Florencia, ha organizado una amplia muestra histórica que recorre el desarrollo de la astronomía desde la antigua Mesopotamia hasta el siglo XVII, cuando el trabajo de Galileo dio un impulso mayúsculo a la ciencia. Titulada Galileo: imágenes del universo desde la Antigüedad hasta el Telescopio, abra desde el 13 de marzo al 30 de agosto.

Cuando se cumplen 400 años de los descubrimientos del científico italiano, una magna muestra recorre la idea del universo a través de la historia de Europa
MIGUEL MORA - Florencia - 12/03/2009

Fue perseguido, procesado y condenado a no ejercer la ciencia. La Inquisición consideró que sus teorías sobre el sistema del mundo eran "vehementemente sospechosas de herejía" y le encerró en una casa durante años. "Abjuro, detesto y maldigo", clamó Galileo en 1633 para intentar salvar el pellejo. Ironía fatal, murió ciego y sin poder dedicarse a lo que le apasionaba, los planetas, las estrellas, los cometas. Los papas prohibieron sus obras en Italia. Tuvo que pasar mucho tiempo para que Galilei (Pisa, 1564-Florencia, 1642), y con él Copérnico, acabaran ganando la batalla de la razón.

FOTOS - PALAZZO STROZZI - 11-03-2009
El recorrido se inicia con El alba de la astronomía: Mesopotamia, Egipto y el cosmos bíblico. En la imagen, modelo de un hígado de oveja, realizado en arcilla. Mediados del primer milenio antes de Cristo. (BRITISH MUSEM)- PALAZZO STROZZI

"Abjuro, detesto y maldigo", dijo para intentar salvarse de la Inquisición

Se exponen su telescopio y los magníficos dibujos que hizo de la Luna

Contemporáneo de Cervantes y de Shakespeare, armado con un telescopio flaco, animado por su carácter de hierro y soñando siempre gracias a una imaginación propia de un artista, el astrónomo barbudo de mirada locoide acercó al hombre a las estrellas alargando el dedo índice. Esa reliquia se expone desde ayer en el Palazzo Strozzi de Florencia junto a otras 250 piezas entre las que hay instrumentos, frescos, tapices, esculturas, libros, maravillosos artefactos y dibujos cosmológicos. Todo un fascinante viaje por el tiempo, el arte, la ciencia y el espacio que estará abierto hasta el 30 de agosto.

Aunque en la muestra se indica que lo que se expone es el dedo corazón de Galileo, parece más una ironía italiana que una evidencia. Largo y fino, se trata claramente de un índice. Además, no tendría sentido apuntar a la Luna, tampoco en aquella época, con lo que los mexicanos llaman el dedo de la grosería. O quizá, bien mirado, sí, porque el asunto consistía sobre todo en defender la libertad de pensamiento contra el fanatismo.

En cualquier caso, se dice que el dedo, que no anda falto de carne, le fue cortado al cadáver de Galileo por un propio llamado Gori, junto a otras dos falanges, un diente y una vértebra, tal día como hoy en 1737, cuando su cuerpo iba a ser trasladado desde el sótano de la Torre de la Basílica de la Santa Cruz hasta un sepulcro monumental erigido en su honor en San Cosme y San Damián. El dedo venerable está hoy en el Museo de Historia de la Ciencia de la ciudad.

La idea de hacer una exposición homenaje en el lugar donde el científico vivió, murió y estuvo preso es, precisamente, del director de ese museo, Paolo Galluzzi. Galileo, Imágenes del universo, de la antigüedad al telescopio festeja el 400 aniversario de sus descubrimientos con piezas donadas por los mejores museos del mundo de artistas como Rubens, Boticelli, Guercino o Durero.

El hombre y las estrellas siempre vivieron juntos, pero la historia de la representación del cosmos que propone el Palazzo Strozzi empieza en Mesopotamia y Egipto. Un sarcófago del año 700 antes de Cristo revela la imagen de una hermosa señora con una pelota achatada sobre la cabeza: es Nut, la diosa del Cielo, sosteniendo una esfera terrestre.

El paseo arranca al pie de la escultura romana titulada Atlante Farnese, continúa por la Grecia clásica que desarrolla la idea del globo terráqueo (viajando hasta las alegorías de Brueghel el Joven), salta al periodo helenístico y enseña el concepto geométrico de Tolomeo con frescos traídos desde Pompeya y mapas y manuscritos originales; dedica tres secciones al islam, con una espectacular colección de astrolabios, relojes solares, calendarios e imágenes de los husos del globo celeste.

Cuando el paseante llega a la Evangelización del Cosmos, encuentra una pieza impresionante, el monumental tapiz astronómico de Toledo, de mitad del siglo XV, que procede del Museo de Santa Cruz.

En la sección dedicada al Renacimiento Astronómico, los protagonistas son Copérnico y sus tesis heliocéntricas y Tycho Brahe. La muestra se asoma entonces al miedo y la esperanza, bucea en las relaciones entre astrología y astronomía, la música y la medicina, la superstición y la formación del carácter, la agria melancolía vinculada al planeta Saturno, que ejemplifica el grabado de Durero Melancolía.

Y por fin llegamos a Galileo. Ahí están sus instrumentos originales, el telescopio y el catalejo (los únicos que se conservan), y las lentes, y los maravillosos dibujos de la Luna que hizo mirando a través de ellos y que parecen esculpidos en el papel.

La belleza y el ingenio de su mirada, su perspicacia y sus visiones ("he visto algo que nadie ha visto antes, Saturno no es una estrella sino tres"), y su comprensible terror ante los brutales ataques de la Inquisición, que en 1633 prohibió su mejor obra, el Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, y decidió que la teoría heliocéntrica era contraria a las Sagradas Escrituras...
Todo eso queda perfectamente reflejado en la acumulación de cuadros, facsímiles, libros, decretos. Pero la memoria guarda mejor que otras cosas el maravilloso retrato en fondo azul que Ottavio Leoni le hizo a Galileo en 1624. Y las palabras que le salvaron de la hoguera: "Abjuro, detesto y maldigo". Pese a ello, 400 años después, el pasado 14 de febrero, el Vaticano celebró la primera misa en su honor.

Año del telescopio
Múltiples actos conmemorarán este año los descubrimientos de Galileo:
- Del 26 al 30 de mayo se celebrarán unas jornadas sobre El caso Galileo. Una revisión histórica, filosófica y teológica organizada por el Istituto Niels Stensen de Florencia, acto al que ha sido invitado el presidente italiano, Giorgio Napolitano.

- El Museo de Historia de la Ciencia de Florencia, que se llamará a partir de octubre Museo Galileo, presenta del 4 de marzo al 31 de diciembre la muestra El telescopio de Galileo, en la que se exponen los dos únicos telescopios originales del científico que se conservan.

- La noche del 25 de septiembre, varios astrónomos dirigirán la observación del cielo> con telescopios en diversas localidades toscanas.

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