◦La española es aplaudida al hablar del género
Matute habló también de la búsqueda de la sencillez en su obra
SAN JUAN (08/MAY/2011).- La escritora española y Premio Cervantes 2010, Ana María Matute, arrancó los aplausos del público en San Juan al hablar de la magia de la literatura, de sus recuerdos de niñez, de la guerra civil y de los prejuicios que sufrió por ser mujer en el mundo de las letras.
Matute, invitada del Festival de la Palabra de Puerto Rico que hoy se clausuró en su primera etapa de San Juan -continúa la próxima semana en Nueva York-, también recordó la época de depresión que sufrió durante años. En un debate a micrófono abierto con el escritor español y director de la cita literaria, José Manuel Fajardo, Matute habló también de la búsqueda de la sencillez en su obra.
"Yo quiero que me entiendan, que sepan lo que quiero decir", sostuvo la veterana autora, tras señalar que ha vivido la vida "intensa y profundamente".
Sobre la ancianidad que ahora le toca vivir, indicó que "ser viejo no es tan malo como la gente cree".
Matute recordó la guerra civil española y a la niña de 11 años que conoció cosas que se supone vedadas a menores, lo que le hizo enfrentarse "por primera vez a qué era el odio y que era la muerte".
Se refirió a las conversaciones de sus padres y otros adultos, sobre familias en las que un hermano luchaba en el bando republicano y otro en el de los militares sublevados.
Contó que aquellos horrores se le metieron en la piel y marcaron a la niña que nunca la ha abandonado.
De su primera etapa productiva son sus novelas como Los Abel (1948), Fiesta al noroeste (1953), Pequeño teatro (1954), Los hijos muertos (1958) y Los soldados lloran de noche (1964), escritas desde la mirada de una niña que trata de comprender aquella guerra civil.
Matute también contó que en la época en que comenzó a publicar, los críticos de literatura preferían inventarse la crítica a leer los textos escritos por mujeres.
Hizo alusión al paréntesis de dos décadas en la publicación de nuevos títulos debido a un profundo estado depresivo, etapa en la que, dijo, "no escribía porque tenía una depresión tremenda".
Matute contó cómo en esos años difíciles los lectores no la abandonaron, que le escribían cartas y le preguntaban cuándo saldría su próximo libro.
Matute dijo que no solo la literatura, sino la vida, son mágicas, aunque aclaró que eso no quiere decir que escribir sea fácil, sino al contrario "muy duro, muy difícil".
"Cuando uno se hace viejo, se da cuenta de muchas cosas", dijo en otro momento de la conversación, tras destacar que con los años se van acumulando los desengaños.
Aclaró, además, que a pesar de las partes difíciles, se siente satisfecha de haber vivido "intensa y profundamente".
Matute señaló que la biblia es el libro de aventuras más fantástico, superando a Las mil y una noches, y que prefiere no ver las adaptaciones cinematográficas de sus novelas.
Matute, de 85 años, es la tercera mujer que obtiene un Premio Cervantes, el más prestigioso de la literatura en idioma español y la tercera, también, en ingresar a la Real Academia Española de la Lengua donde ocupa el asiento k.
Premio Planeta de 1954, de la Crítica de 1958, Premio Nacional de Literatura y Premio Nadal de 1959, además de tres nominaciones al Premio Nobel, son algunos de los reconocimientos más destacados de su carrera.
Matute, invitada en San Juan por el Festival de la Palabra, también participará en la segunda parte de la cita la próxima semana en la ciudad de Nueva York.
.CRÉDITOS: EFE / LEER
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