No han sido uno ni dos los filósofos y pensadores que, sin sonrojos, han proclamado lo absurdo y futilidad de la existencia. De la vida.Desatino, falacia, inutilidad. Adonde han ido a parar los ingentes esfuerzos de miles de millones de seres anodinos, en toda la historia?. Sòlo muy contados se han dejado sentir, y con los años, sus propòsitos han sido falseados, trasmutados, caricaturizados.
De què han servido los desasosiegos y las competencias de toda laya, reducidas a la postre a una escuàlida y amarillenta fotografìa en algún periòdico o revista viejos, que nadie lee, que todos han olvidado.Al irse derrumbando unos tras otros los siglos, què quedan sino pavesas al viento, y ni eso, de los los aplausos, de los galardones, de los triunfos y sus coronas de fatua pedrederìa?
Las cosas tuvieran una explicación razonable si fueran a durar para siempre. Si no fueran a terminarse jamàs….pero es asì y lo sabemos…Ya lo dijo el poeta: “Pura y encendida rosa/ èmula de la llama que nace con el dia/ còmo naces tan llena de alegrìa?/ No ves que la edad que la edad que te dà el cielo/ es apenas un breve y veloz vuelo”/….La “rosa” de la vida, que nos luce apetecible y vibrante. La “llama que nace con el dìa. “es el sol, a quien tontamente la vida, el hombre la vive, pretende imitar.La “edad que te dà el cielo”, son los años de nuestra existencia, insondable y misterioso arcano: y esos son engañosos, “apenas un breve veloz vuelo”….Lucha, angustia existencial sin razòn, sin motivo.
Como oleajes, a travès de los siglos, van y vienen las generaciones con sus revoluciones sociales, sus prepotencias, sus cabildeos y calbilderos, inútiles propòsitos, para, a duras penas comenzar andar, diluirse y esfumarse ante el empuje de otro oleaje generacional mayor, -otra moda-, condenada tambièn de por si a ser aniquilada a punto de empezar….y asì siempre!Al final, què de los sufrimientos?...
Què de los dolores , de los fracasos…las esperas interminables…las enfermedades…las neurastenias? Què del hambre y de las injusticias? Diganme donde estàn enterrados los propòsitos milenarios por acabar con todo eso, para irle a rendir mi postrimero tributo. Han dicho y se dice que somos la sinrazòn parlante, nada mas cierto.
Por medio de una gestaciòn molesta para la madre, ciega, y envuelta en nebulosa inconsciencia para el gestado, nos preparamos a la “vida”…El feto no sabe que ès. Que existe como tal. Siente pero lo ignora. Parasitariamente se nutre en un vientre ageno y que mucho menos ha escogido, de una sangre que no es suya, de una angustia que propicia y no le es propia. De un aire que no respira. De un pan que no mastica ni digiere.¿Y al nacer? Para ambos, madre y criatura un nuevo trance de tormentos, y eso es apenas el comienzo. El inicio de un absurdo e inexplicable via-crucis, salpicado de florescencias engañosas, y de esa bolas de humo que llaman felicidad, y terminarlo todo de nuevo. ¡fatìdico ciclo existencial! ....En otro seno, en otro vientre, en otro encierro ya para siempre, el de la tierra, madre nutricia por igual, pero que esta postrera vez nos desnutre, aniquila y destruye con inexorable frialdad, con implacable saña…
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