18 noviembre, 2012

IMAGENES PARA DESPUÉS DEL FIN DEL MUNDO

 

Almendros en flor, una de las fotografías seleccionadas. | Al Jazeera/ Trevor Paglen VEA MÁS IMÁGENESAlmendros en flor, una de las fotografías seleccionadas. | Al Jazeera/ Trevor Paglen VEA MÁS IMÁGENES

Todo ha desaparecido. No hay negro ni blanco, ni frío, ni miedo. No hay ruido, tampoco silencio. La gravedad flota y la vida no baila. Nada, salvo un puñado de imágenes diminutas volando en círculos, escondidas en un disco de metal, a miles de kilómetros de aquí. ¿Ciencia ficción? Puede que no. Trevor Paglen (1974), artista y optimista, geógrafo y neoyorkino ha dado a luz una cápsula del tiempo: 'The Last Pictures' ('Las últimas fotografías').
Son 100 fotografías para recordar a la Humanidad. Unas niñas huérfanas mojando los pies por primera vez en el mar. El lanzamiento de un cohete. El mismo glaciar en 1940 y sesenta y pico años y un cambio climático después. Almendros en flor, una sala de operaciones, pinturas rupestres, una sala plagada de televisiones en las que se ven imágenes de las elecciones,..así, hasta llegar a 100.
Han sido seleccionadas por Paglen después de conversar con filósofos, historiadores y científicos y se han grabado en un disco de silicona metido dentro de una carcasa chapada en oro , diseñado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Este cofre del tesoro se fijará a la cubierta de un satélite de comunicaciones, el Echo Star XVII, y se quedará orbitando alrededor de la Tierra durante millones y millones de años. El 'avión' despegará el día 20 de noviembre desde El Cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, la instalación de lanzamiento espacial más antigua.

Una película muda sin final

"Las imágenes cuentan una historia. No es un archivo, sino una película en silencio", explica Trevor Paglen a ELMUNDO.es. "Surgieron tras el trabajo de búsqueda de seis personas que pasaron seis meses proponiendo imágenes . También hice entrevistas a estudiantes, artistas, científicos", continúa.
Pero, ¿escogeríamos las mismas imágenes nosotros? "Un antropólogo llamado Joseph Masco sugirió incluir una imagen de unas abejas. Una bióloga, Susan Oyama, dijo que las cosas que amenazan nuestra existencia no se pueden explicar con una imagen", cuenta Paglen, que explica que trató de preguntar, sobre todo, a "personas que, en sus respectivos trabajos, hubieran tratado de entender las profundas contradicciones de la época que nos ha tocado vivir".
¿Y si cualquiera de nosotros hubiera respondido? Algunas respuestas rápidas recabadas por ahí: "El desembarco de Normandía, la reproducción de la llegada de Colón a América , una foto de mi hermana, una hoguera, el beso de un marinero a una mujer en Times Square al acabar la 2ª Guerra Mundial captado por Alfred Eisenstaedt, un beso anónimo, cualquiera".
"Yo hubiera escogido una foto mía, con 13 años, haciendo alguna mueca ridícula", asegura Nato Thompson , comisario de este proyecto en Creative Time, una fundación sin ánimo de lucro que promociona el arte en Nueva York y que comisionó el proyecto "Tribute in Light" (Homenaje de Luz), dos enormes torres que proyectaban luz hacia el cielo en el lugar de las torres gemelas.

Del tiempo y el miedo a olvidar

"No se trata de que nosotros existamos para siempre. Si no de darnos cuenta de que, si comprendiéramos que las cosas que vivimos continúan existiendo más allá de nuestra propia vida, posiblemente seríamos más cuidadosos con el tiempo ", explica Thompson.
Todas las imágenes están en blanco y negro. Una exigencia técnica (el formato del disco en el que se han comprimido no admite el color) de la que el artista hace una lectura un tanto filosófica: "Trabajar con imágenes en blanco y negro me permite jugar con el sentido del tiempo a lo largo de la colección", explica Paglen, ya que no se puede identificar cuáles son anteriores o posteriores. ¿Por qué sólo 100 y no 10.000? "En un mundo en el que vemos miles de imágenes cada día, me pareció más poético limitar la colección", contesta Paglen.
No es el primer intento de lanzar un grano de arena vivo al espacio infinito . KEO es un proyecto de satélite impulsado por la UNESCO y la Agencia Espacial Europea, que llevaría al espacio mensajes de millones de personas de todo el mundo y desde allí caería de nuevo a la Tierra dentro de 50.000 años. La idea, gestada en 1994, lleva postergándose desde entonces y su lanzamiento está previsto para 2014.
De otra manera, menos ambiciosa, más diminuta, todos los niños y un manojo de adultos pensaron alguna vez en enterrar un tesoro de recuerdos bajo tierra. "La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene", escribió Jorge Luis Borges. El escritor fue también el creador de un personaje atormentado, Funes el Memorioso, cuya condena era que lo recordaba todo. El resto del mundo, en cambio, necesita intentar no olvidar .

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