30 noviembre, 2007

JUAN GELMAN Y EL PREMIO CERVANTES, EL GALARDON MAS IMPORTANTE DEL HABLA HISPANA....


“Están reconociendo a un viejísimo amor”
Cansado (“Nunca estuve tan solicitado, excepto por mi mujer”), pero conmovido y feliz, el columnista de Página/12 destaca la significación del premio “en tiempos tan antipoéticos”, aunque subraya que “mi confianza en la poesía es independiente de los premios”. El jurado presidido por Víctor García de la Concha afirmó que la obra de Gelman “enriquece las letras españolas”.

Gelman en su hogar de México DF, en una jornada de emociones fuertes.

Por Silvina Friera
Orgullo y resistencia.

Un acto de justicia poética para una voz indomable y compañera que “vuelve íntimo todo lo que toca”. Aunque esa voz suena emocionada y está cansado de tanto hablar, Juan Gelman atraviesa con un tono bajito y con mucha calma la distancia entre la ciudad de México, donde reside, y Buenos Aires, siempre con ese humor afilado, travieso e irónico. El teléfono no para de sonar, a veces lo atiende su asistente, Rosalía; otras, el propio poeta, “el pibe taquito”, como lo llamaban sus amigos de Villa Crespo. “Nunca estuve tan solicitado, excepto por mi mujer”, bromea el flamante ganador del Premio Cervantes, considerado el más importante en las letras hispanas y que concede el Ministerio de Cultura de España en reconocimiento al conjunto de la obra de un autor.

Cuando se le transmite que muchos recibieron la noticia como si hubiera ganado un familiar, como si fuera “nuestro” padre, el poeta responde: “Quizá soy un padre espiritual”.

Después de una ardua deliberación entre una treintena de candidatos, los miembros del jurado, presidido por el director de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha, decidieron otorgar por mayoría a Gelman el “Nobel español” porque el conjunto de su obra “enriquece las letras españolas”, según declaró De la Concha. “Creo que es un reconocimiento a la poesía que rebasa lo personal, porque el año pasado se lo dieron a un gran poeta español, Antonio Gamoneda. Me conmueve este premio en tiempos tan antipoéticos y deshumanos; en este mundo donde las grandes editoriales desdeñan la poesía, no les importa, es una tarea difícil estar peleando subjetivamente contra todo esto que pasa”, dice el poeta a Página/12. “El reconocimiento a la poesía lo vivo como un reconocimiento a un viejísimo amor mío, así que estoy conmovido.”

Tanto García de la Concha como el ministro de Cultura, César Antonio Molina, e incluso el poeta Antonio Gamoneda, Premio Cervantes 2007, destacaron la dura historia personal de Gelman, que nunca le llevó a “abdicar de su compromiso prioritario con la poesía”, según señaló el director de la RAE. La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, dijo que el premio, dotado de 90.450 euros, “supone el reconocimiento a la obra de uno de los grandes poetas hispanoamericanos del último medio siglo”. Caffarel agregó que desde las primeras obras a las últimas, el poeta y periodista “ha bebido en el mejor patrimonio de ambos lados del Atlántico: desde Juan de la Cruz a César Vallejo, pasando por la Generación del ‘27”. El autor de Violín y otros cuestiones, Cólera buey, Los poemas de Sidney West, Salarios del impío, Valer la pena, País que fue será y el más reciente Mundar es el cuarto argentino (los otros fueron Borges, Sabato y Bioy Casares) en recibir el Cervantes. A los 77 años, es uno de los poetas más premiados de su generación. Ha recibido, entre otros, el Premio Nacional de Poesía (Argentina), el de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, el Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, el Ramón López Velarde y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

“Ayer leí en los diarios de acá que había una cantidad de candidatos de primera fila: Nicanor Parra, Mario Benedetti, Juan Goytisolo, Juan Marsé, José Emilio Pacheco, Blanca Varela. Y cuando vi la lista dije: “Juan, vos no, imposible”. Pero no fue así. Esta mañana me llamó el ministro de Cultura de España para comunicarme la decisión del jurado, y me acaban de llamar Kirchner y Cristina. Néstor me dijo que estaba orgulloso; Cristina, que se enteró cuando llegó a Paraguay, estaba contentísima.”

–¿Por qué creía que no iba a ganar?
–Y, porque todos son nombres de primera fila...

–¿No se considera en la primera fila?
–Yo en el cine siempre me siento atrás (risas).

–¿Qué dirían los muchachos de Villa Crespo al enterarse de que “el pibe Taquito” es premio Cervantes?

–Cuando era joven, les tuve que ocultar bastante tiempo que era poeta. En el barrio si no fumabas, eras maricón, y si escribías poesía, eras raro. Deben de estar contentos.

–¿Habló con su nieta, Macarena?
–Fue la primera que me llamó, salió de su trabajo para hablarme. Estaba apurada, pero me felicitó, estuvimos cambiando bromas. Me dijo: “Te lo merecés”, y le dije que mejor no hablemos de lo que cada uno se merece porque ahí perdemos todos...

Un joven poeta que había nacido en Buenos Aires en 1930 –entonces más conocido como ese “pibe taquito” en los picados que jugaba en Villa Crespo–, tercer hijo de una familia de inmigrantes ucranianos, que aprendió a leer a los tres años, se animó a enunciar en el poema Final lo que sería su principio existencial: “La poesía es una manera de vivir”. En marzo de 1956, Gelman publicaba su primer libro de poesía, Violín y otras cuestiones, prologado nada menos que por Raúl González Tuñón. Su maestro celebraba ese poemario en el que “palpita un lirismo rico y vivaz y un contenido social, pero social bien entendido, que no elude el lujo de la fantasía”. Entre otras virtudes, Tuñón subrayaba “la forma ágil, fresca, variada en tonos y matices”, de un poeta “nacional, porteño, muy nuestro”, que “recién comienza y ya está maduro”.

El orgullo que transmite el prologuista se parece al de un padre que se encuentra con un hijo que le dio la poesía. Un hijo que lo sorprende con versos memorables (“Me vio el caballo de la calesita./ Me vio tan solo que se fue conmigo”), con lirismo y combatividad, imaginación y espesor vital, creatividad verbal y desacartonamiento. El año pasado, a cincuenta años de la publicación de Violín y otras cuestiones, se reeditó este libro fundamental para la historia de la poesía argentina. Gelman festejó, además, sus cincuenta años como periodista y fue declarado Embajador Cultural de Buenos Aires. “Guardo por Tuñón una admiración intocable”, señala Gelman. “Además de su gran poesía, una cosa muy impactante era su sencillez; él creía en el trabajo, no en la fama ni en ninguna de esas cosas, y creo que ésa fue la mejor lección que me dejó.”

El poeta argentino más querido y reconocido en el mundo entero ha hilvanado una obra que deshizo y rehízo los modos de poner en juego la lengua, que hurgó en el dolor de las peores pérdidas: su hijo Marcelo y su nuera Claudia, que se encontraba embarazada, fueron secuestrados y asesinados por la dictadura militar. Desde hace más de medio siglo –y con más de treinta títulos publicados–, ha conjugado realismo con intimismo, el compromiso social y político con la experimentación y exploración; avanza, renueva, genera un temblor, un placer único, como si él estuviera cara a cara susurrando sus versos a sus lectores. “La memoria es una cajita que revuelvo sin solución”, escribió Gelman en el poema Desaparecidos, incluido en País que fue será. “Hay tragedias personales sin solución. No crea que me gusta que estén juzgando y metiendo preso al asesino de mi hijo. Me parece importante la justicia, pero no es una reparación. ¿Quién le devuelve a uno un hijo?”, se pregunta Gelman. Cuando celebró sus cincuenta años como periodista, recordó que en otro local de la Utpba velaron los restos de Marcelo. “Cuando partió el cortejo, cayó una lluvia de pétalos de rosas de uno de los edificios. Y esos pétalos siguen cayendo sobre mi vida.”

Atravesando varias décadas de la poesía argentina, Gelman ha sido para muchos de nosotros una voz indomable y compañera, nunca la de un master, la de un prócer, sino una voz cercana y viva donde hay lugar para cualquier tema que tensa el corazón humano, que sorprende a la mirada y trastrueca a las formas en su afán de decirlo”, advirtió la poeta Diana Bellesi en una columna publicada en Página/12.

“Sólo eso parece importarle a Gelman, mientras se mueve en la cuna de una tradición de la lengua y también en su ruptura. Camina allí, en la extraña cornisa de la poesía, donde la herencia letrada y el habla liberta se encuentran de peculiar manera volviendo íntimo todo lo que toca, porque ésa es quizá la verdadera acción revolucionaria de la poesía.”

En esa columna, Bellessi afirmaba que Gelman va adonde es llamado, y no queda preso de su propia plusvalía, de lo que ya ha probado con éxito. “No hay quien enjaule a Juan Gelman, repele las etiquetas con el torrente vivo de la lírica, y por eso siempre es nuevo y sorprendente. Un maestro que no da clases, un protagonista de su época a quien en los ochenta escuché decir, con voz queda: ‘Tenemos que repensar lo que hemos hecho, y lo por venir’. Despojada, libre de todo gesto altisonante, su reflexión se me ofrecía de cara a la historia inmediata y sus luchas sociales, como esa práctica interna que debe ser, fundada en un compromiso ético, cuando se habla desde la pequeña voz del mundo que es la voz de la gente común y de la poesía.”

–¿Los premios le dan mayor confianza en la palabra, en la poesía?
–Mi confianza en la poesía es independiente de los premios, que son un estímulo y un reconocimiento, sin dudas, pero que no sirven para escribir el poema, que es puro trabajo. Supongo que no escribiré ni mejor ni peor ahora que antes porque me gané el Premio Cervantes. La poesía llega cuando ella quiere y no es que yo pueda invocarla o convocarla, porque nadie se sienta a escribir poemas porque quiere o porque se lo propone.

–Aunque hay zonas de mucho humor y ternura, como en Los poemas de Sidney West, se suele definir su poesía como política. ¿Cómo se lleva con esta etiqueta?
–Es lo que pasa con todas las etiquetas, ¿no? Etiquetan un producto y después hay que mirar para ver de qué se trata. Cuando se habla de mi poesía como política pienso que el error está en pensar que vivo conectado a la realidad las 24 horas del día. No todo lo que sucede en el mundo me despierta la necesidad de escribir un poema. Como ciudadano, tengo compromisos y responsabilidades que no tienen que estar necesariamente en la poesía. La ideología de alguien forma parte de su subjetividad, pero no es toda su subjetividad. No me afecta ni en un sentido ni en otro que digan que mi poesía es política. Lo que me importa es mi trabajo como poeta, no me preocupa lo que digan los demás, tienen todo el derecho a opinar. Pero francamente lo único que influye es la lectura de la poesía, y el trabajo de escribirla.

–¿Qué cambió en este trabajo de escribir desde Violín... a Mundar, su último libro? ¿Los temas siguen siendo los mismos?
–Lo que cambiaron fueron cincuenta y un años de vida; por supuesto que la subjetividad cambia y eso seguramente se traduce en la poesía. Octavio Paz lo dijo muy bien: “La biografía de un poeta está en su obra”, por eso no hay que creérsela. Para mí la poesía sigue siendo un goce con todos los asuntos que siempre me andan rondando: la infancia, el amor, la justicia social, la muerte. Mis obsesiones no son muchas, pero convivo muy bien con ellas y se han vuelto muy amigas mías.

–¿Escribe todos los días?
–No, la señora no te visita todos los días, tiene muchos pretendientes (risas).


LA FUENTE DE LA JUVENTUD.....


En un reciente pero breve viaje ya saliendo de mi casa recuerdo que no llevo material de lectura, me devuelvo y cojo al azar uno de los tantos libros que poseo, sin fijarme si lo habìa leìdo o no....a los 15 minutos en el aviòn es que me percato del libro elegido...

Tres ancianos millonarios, dos hombres y una mujer, van a Suiza al exclusivisìmo hospital del doctor Herbert Menthjius, el Chateau Mirabvelle, a someterse a un tratamiento desenectante y rejuvenecedor.

Cada uno lleva a su acompañante con la velada intenciòn de, sin que ellos lo sospechen les sea rebanada una buena parte de sus Hipòfìsis, haciendo asì de fuente proveedora de la "Enzima Matusalen". Mentasa que habrà, junto con otros cuidados, dar marcha atràs a sus ciclos biològicos hasta situaserlos en la cuarentena. Los tres cruzan ya la barrera de los setenta.

El tratamiento se hace, y los resultados ni que decir son realmente impresionantes.

Han rejuvenecido, pero a expensas del envejecimiento y marchitud de los involuntarios y desconcertados donantes, la esposa, el hijo y el "amigo" que trajeron engañados, como fuente. Al irse percartando de su triste situaciòn se origina un dramàtico e insoluble conflicto.

The Mathuselah Enzyme", es el tìtulo original en inglès de "La Fuente de la Juventud", de Fred Mustard Stewart, traducida por Eduardo Mayorquì y publicada en 1972.

En toda la narrativa quedan planteados dos problemas capitales: la brecha generacional, que digan lo que digan es insalvable, el primero. El segundo el deseo, si no de vencer definitivamente la muerte que ya es mucho pedir, por lo menos extender al màximo el disfrute de una vida adulta vigorosa, sana y entusiasta, que salvo un accidente mortal o una incurable enfermedad, no sucumba nunca a los dolemas y achaques de la vejez tan molestos.

La novela se lee, como puede suponerse, de cabo a rabo con creciente interès. La vida tiene su encanto, es innegable. Por muchas contrariedades y dificultades que haya, nos aferramos a ella desesperadamente. La sola idea de la ancianidad que acompañan a estas personas, con su impotencia y el abandono que acarrea o el de la muerte, hace estremecer en cada uno profundos sentimientos de protesta y amarga inconformidad y definitivamente nos resistimos a creerlo.

25 noviembre, 2007

LA AMISTAD.....

Fernando y Florecita
La amistad....El tesoro mas preciado...El tesoro màs difícil de encontrar...El consuelo màs reconfortante...
La amistad hasta cierto punto, tiene visos de misterio. Entre los amigos y amigas no media el parentesco sanguìneo. El amigo, o la amiga es un extraño...No es tu hermano hijo de igual madre que tù...No es tu primo...por igual íntimamente ligado por la hermandad de los padres. No es un sobrino, no es un tio o un abuelo. Es algo mìtico. Es una atracciòn desinteresada.
En ella no puede medrar el aprovechamiento...En ella la pasiòn del sexo en absoluto tiene nada que buscar...Una espontànea comunidad de los intereses de ìndoles diferentes la refuerzan...Las profesiones...Los deportes...Los intereses culturales...Las aficiones artìsticas...Las preferencias por determinadas diversiones...y màs cosas, que se mancomunan para modelar las amistades.

Cuantos amigos y amigas no han pasado por nuestras vidas...Cada edad de la vida tiene sus amistades...Los amigos de la infancia. Los amigos de la primera juventud...Los amigos de la juventud y la adultez. Còmo un reguero de flores marchitas, van quedando en el camino de la vida decenas de amigos y amigas...sòlo unos cuantos, muy pocos, de cada etapa van quedando...Y quedan, no como amigos permanentes, constantes, porque ya la vida los ha bifurcado...Sòlo permanecen como amigos del afectuoso saludo...Como amigos del que tal, como estamos, como va la cosa, cuando nos vamos a juntar....cosa que jamàs sucede porque ya no es igual.

Las amistades se acaban por desgracia, como se acaba todo en la vida. Pudiera ser que a veces un mal entendido, o un chisme malèvolo, o una desaveniencia rompa, haga añicos una amistad para siempre como un florero de porcelana que se cae de un balcòn. Otras veces es el distanciamiento fìsico. Un viaje, una mudanza, una ausencia prolongada por cualquier razòn, hace que ìntimos amigos pasen años sin verse y cuando renuevan esa amistad, por un encuentro casual se dan cuanta que ya no es igual, como una fuente que se ha secado, o un traje viejo deslucido y ajado.

Este no es ni serà, presumo, el caso de dos amigos ciber, recièn encontrados en Mar de Plata, Argentina, ella dominicana de pura cepa, encantadora, sencilla, sensible a mas no poder, autèntica, èl segùn mi intuiciòn un caballero, sincero, luchador, fajador en la vida, amante de su familia y con muchas responsabilidades e inquietudes....ha nacido una estrecha amistad entre ellos, es de celebrar....si, la AMISTAD...hermosa y solemne....

A L E G R A T E........


Si eres pequeño, alègrate, porque tu pequeñez sirve de contraste a otros en el universo; porque esa pequeñez constituye la razón esencial de su grandeza, porque para ser ellos grandes han necesitado que tu seas pequeño, como la montaña para culminar necesita alzarse entre colinas, lomas y cerros.

Si eres grande, alègrate, porque lo invisible se manifiestò en tì de manera mas excelente; porque eres un éxito del artista eterno;

Si eres sano, alègrate, porque en ti la fuerzas de la naturaleza han llegado a la ponderaciòn y a la armonia;

Si eres enfermo alègrate, porque luchan en tu organismo fuerzas contrarias que acaso buscan un resultante de belleza; porque en ti se ensaya ese divino alquimista que se llama el dolor;

Si eres rico alègrate por todas las fuerzas que el destino a puesto en tus manos, para que las derrames....

Si eres pobre alègrate, porque tus alas seràn mas ligeras; porque la vida te sujetarà menos, porque el padre realizarà en tì mas directamente que en el rico el amable prodigio periódico del pan cotidiano.

Alègrate si amas, porque eres mas semejante a Dios que los otros.

Alègrate si eres amado, porque hay en esto una predestinación maravillosa.

Alègrate si eres pequeño,
alègrate si eres grande,
alègrate si tienes salud,
alègrate si la has perdido,
alègrate si eres rico,
si eres pobre, alègrate;
alègrate si te aman,
si amas alègrate,
alègrate siempre, siempre, siempre....
Amado Nervo

21 noviembre, 2007

CONFIO O MEJOR ME FIO........



Confiar. Fiarse....¿Con cuàl nos quedamos?...Fiarse es abandonarse a algo o a alguien...Es peligroso...Se puede recibir tremendo susto. Con todo hay gente que lo hace. Se fia, y es arriesgadìsimo.

La acciòn de fiarse de algo o de alquièn, es mucho màs amplia e implica un abandono total, como tambièn supone una mayor seguridad...si se tiene suerte.

El hecho de confiar implica sòlo esperanzas. No hay riesgos innecearios, y necesarios menos. Cuando se confia, conserva uno sus reservas. No se dà por entero. No se pone mansamente a merced del capricho y del vaivèn de otro, que por bien intencionado que estè, uno nunca sabe...

Alguna confianza, sea la de confiar, o sea la de fiar, hay que tener. La vida se hace imposible a despecho del recelo contìnuo. El desconfiado inveterado, el suspizaz, el escamòn, el eternamen te temeroso no puede sentirse bien. La vida no està hecha para èl, pero mejor confia.

Ojalà pudièramos todos fiarnos de todos, pero la vida y la humanidad no estàn hechas para eso. No nos es dado violentar la naturaleza de las cosas a riesgo de salir perdiendo......





17 noviembre, 2007

JUAN RAMON O EL NOBEL DE LA SOLEDAD....


Carta en la que Bowra presenta la candidatura de Juan Ramón Jiménez
18/11/2007

REPORTAJE:

Secretos de los archivos del Nobel
Juan Ramón, Nobel a pesar de España
Los archivos recién abiertos de la Academia Sueca descubren los secretos del premio.
LOLA GALÁN - Madrid - 18/11/2007

En 1956, después de 34 años sin un nobel de Literatura español, el poeta Juan Ramón Jiménez se alzaba con el premio. Juan Ramón, exiliado en Puerto Rico, no era el candidato de la España oficial, que había pujado con todas sus fuerzas por Ramón Menéndez Pidal, gran filólogo y erudito. Pero, tampoco se le apoyó en el exilio. El único padrino del poeta de Moguer fue el profesor de Oxford Cecil Maurice Bowra, considerado entonces como el mayor experto de la poesía contemporánea. Bowra sugiere el nombre de Juan Ramón Jiménez cuando, en 1952, el Comité Nobel le pide candidatos. “En mi opinión es el mayor de los poetas vivos, y merece totalmente este honor…”, escribe.

La obra de Miguel de Unamuno no convence. Ni siquiera la poesía
Menéndez Pidal no es escritor, dicen los suecos. Después es demasiado viejo
La carta de Bowra, con el membrete del Wadham Collage de Oxford, es una de las reliquias que se conservan en los archivos de la Academia Sueca, a los que ha tenido acceso El PAÍS, al cumplirse los 50 años de secreto preceptivos. Los archivos son una mina: cartas, referencias a los debates y deliberaciones previos a la concesión del premio, en las que los académicos se despachan a gusto sobre los autores que no les convencen. Hay testimonios de las batallas entre los que apoyan a uno u otro candidato, en las que se cuela con frecuencia la política. Un material efervescente que se conserva en la Biblioteca de la Academia Sueca, instalada en la antigua Bolsa de Estocolmo.

El lugar transpira sosiego, pero los materiales que almacena conservan intacta la intriga que rodea a la elección de un nobel, o a su destrucción. ¿Por qué fue rechazada la candidatura de Miguel de Unamuno? ¿Por qué se desestimó a Concha Espina, pese a la insistencia de sus valedores? ¿Por qué no lo obtuvo el que pasa por ser uno de los grandes novelistas españoles del siglo XIX, Benito Pérez Galdós?

El caso Juan Ramón es especialmente significativo. En los archivos del Nobel hay constancia de que su poesía “mística” no conquistó al comité sueco de inmediato, pese a los esfuerzos de Bowra, y a los del escritor Hjalmar Gullbert, su principal valedor en la Academia de Estocolmo. Para la institución, no dejaba de ser un intransigente en materia de arte, una criatura fuera del tiempo, que había polemizado con buena parte del universo poético hispano. El suyo no era, a priori, un perfil de Nobel, y los archivos rebelan que si lo conquistó, a la quinta convocatoria, fue también porque España llevaba demasiado tiempo sin conseguirlo.

Para los académicos suecos su poesía era hierática, demasiado cerrada, difícil y elitista. Y, sobre todo, carente de “ardor”. Gullbert reconoce en uno de sus informes que Jiménez no tiene el calor vital de un Antonio Machado o un Federico García Lorca, pero, “a ninguno de los dos podemos premiarles porque han muerto en la Guerra Civil”.

Los nominados de 1956, el año de su triunfo, eran más de una treintena. Nombres famosos, como Albert Camus, Graham Greene, y Ezra Pound, entre decenas de perfectos desconocidos. Uno de ellos, un tal Jorge Luis Borges. El escritor argentino fue descartado sin demasiados miramientos. “No carece de interés”, escribe uno de los miembros del Comité, “pero no destaca en absoluto entre los nominados de este año”.

Un año en el que no faltaba Menéndez Pidal, con su apabullante lista de sostenedores internacionales. Pidal era un habitual en las candidaturas desde el año 1931. Pero en su caso los apoyos no surtieron efecto. Los suecos no dejan de ponerle pegas. Primero consideran que sus trabajos filológicos no encajan en el Nobel. Años después reconocen que sí. Pero para entonces, Pidal es anciano, objeta el académico Sigfrid Siwertz. “Tiene 83 años, y hace poco que se ha rechazado a [Benedetto] Croce por eso”.

La Academia ha premiado, en cambio, en 1953, — “por su brillante oratoria en la defensa de excelsos valores humanos”— al ex primer ministro británico Winston Churchill, prácticamente octogenario ya. El Comité Nobel lo ha meditado mucho. Les preocupa que se interprete como un premio político. Pero su presidente de entonces, Anders Österling, deja claro que “respecto a sus cualidades literarias no ha habido dudas”.

Churchill pasa por delante de reputados escritores como Ernest Hemingway, que lo conseguirá al año siguiente, después de salvarse de un grave accidente aéreo. Y de eternos aspirantes, como la escritora española Concha Espina, nominada durante los años veinte, y de nuevo, en 1952. La constancia, basta repasar los archivos, ha sido siempre clave para obtener el codiciado premio. Pero con la española no funciona. Inicialmente, en 1926, su principal valedor es el premio Nobel Jacinto Benavente. Pero la Academia no se deja impresionar. En el comentario que le dedican, ese primer año, los suecos reconocen la innegable popularidad que ha alcanzado en los pueblos de habla hispana. “Su escritura se dirige a las mujeres, con las que se comunica a través de los sentimientos y gracias a su potente fantasía”. Lo malo es que, “carece de fuerza narrativa. Sus personajes son flojos, y su forma de contar historias no se plasma en escenas dramáticas bien construidas”.

En vísperas del estallido de la Guerra Civil, llegan a Estocolmo otros dos nombres españoles, Miguel de Unamuno, propuesto por el vicerrector de la Universidad de Salamanca, y Ramón Pérez de Ayala, que cuenta con el apoyo de Menéndez Pidal y de catedráticos de Oxford, Cambridge, Londres, Dublín y París. El Comité Nobel analiza su obra y llega a la conclusión de que el autor de La caída de los limones y Belarmino y Apolunio tiene “un estilo excéntrico, un gusto por lo rebuscado y los golpes de efecto”. Es un autor original, dicen, “no un gran escritor”.

A Unamuno, los suecos le dedican enorme atención antes de rechazarlo. Reconocen su prestigio. “Quizás sea el personaje más importante de la literatura española contemporánea”, admiten. Pero su obra no gusta. Sólo su poesía resulta convincente, aunque no lo bastante como para concederle el Nobel. La nominación de Unamuno se repite al año siguiente. Era la última oportunidad. Unamuno muere en diciembre de 1936. Ese mes, en Estocolmo, el estadounidense Eugene O’Neill recoge el Nobel.

Faltan todavía 20 años para que la Academia Sueca se digne a premiar a un español: Juan Ramón Jiménez.

11 noviembre, 2007

LA CIUDAD DE LA ALEGRIA....


¿Cual serà esa ciudad de maravillas?. Todo fantàstico en ella. ¿Ciudad de ensueños?..La ciudad del Mago de Hoz...La ciudad de los niños en Disneylandia...O acaso una Austria, una Brujas, Londres, Paris, Viena, Mònaco? O quien sabe si es otra cosa. Es otra la alegrìa de que reza ese titulo.

Nada de la alegrìa a que, egoistamente, estamos acostumbrados...La que nos han enseñado..La que desde pequeños nos han dicho. Eso es gozar, eso es estar alegres...Es la alegrìa donde prevalece el egoismo, los excesos, el alboroto y el escàndalo. Esa no. Estar alegres no es solamente divertirse. O tal ves sentirse bien...La alegrìa tiene muchas facetas. Facetas que van del paroxismo y la exacerbaciòn casi demencial, a la mas discreta tranquilidad y goce interior. La dulce alegrìa de servir. La tierna alegria de ayudar a los demàs...La perfumada alegrìa del sacrificio, del trabajo insistente, del silencio....Alegrìa en medio de la miseria, el servicio a los demàs, la oraciòn...La pobreza compartida.

Dominique Lapierre, periodista desde que fue por muchos años del periòdico Paris Match, que se propone a sì mismo a la direcciòn del periòdico para cubrir todos los puntos calientes del globo. Un periodista àvido de lo diferente y se mete por los sitios mas raros y sòrdidos y pobres del planeta buscando algo nuevo, inusual, sorprendente para dejar con la boca y los ojos abiertos a sus lectores.

Lapierre y su compañera desandan caminos arriba y abajo en los paìses del tercer mundo en su bùsqueda imparable de hèroes y anti-hèroes y lo mas increible es que los encuentran a montones, de hombres y mujeres de fè profunda, aceptaciòn del manejo evangèlico total que viven y se sacrifican en el anonimato, asì se contraron con el P. Paul Lambert en un barrio infectado de Calculta.

Lapierre con su mujer se meten por los barrios màs sòrdido y miseriosos de Calcuta. Descubren toda clase de piedras preciosas, brillantes, diamantes, zafiros, esmeraldas, perlas...en hombres y mujeres entregados a la promulgaciòn del mensaje de la liberaciòn. A su encuentro con el P. Lambert comienza esta historia-poema de la caridad y la entrega.

Calculta en la actualidad es una ciudad infernal. Està en el Estado de Bengale Occidental a orillas del Hugli uno de los afluentes del rio sagrado Canges. Tendrìa en la actualidad algo asì mas de veinte cinco millones de habitantes. Su enorme cantidad la hace una ciudad promiscua, anti-higiènica, destructora de las voluntades màs firmes.

El pueblo Indù es una comunidad ètnica con una espiritualidad profundamente enraizada. Ese estoicismo a ultranza les lleva a soportar con admirable entereza, abordando hasta la temeridad, sus propias miserias materiales y carencias de medios. Està poblada de campesinos sin tierras que van hacer lo que aparezca para poder vivir.

Està probado que donde vive en llamas el espìritu... Donde mora la Fe...Donde tiene su asiento real la caridad...cualquier cosa, incluso la que parezca màs absurda y denigrante, està llena de destellos de luz. De gozos interiores dificilmente interpretables por el no iniciado en el mundo de la espiritualidad.

La Ciudad de la Alegrìa, era solo un barrio mas que poblado y super pobre, perdido en un ocèano de barrios, sectores residenciales y cèntricos de la ciudad de Calcuta. Era el Slum. Las familias campesinas que se fueron aglomerando allì vivian en la calle. Dormian en las aceras, hacian sus necesidades en los desagües pluviales. Se bañan cuando llueve y soportan mil penurias de las que ni se lamentan, ni cuenta se dan de sus denigrantes condiciones.

Cerca de trescientos mil nàufragos habitaban aquellas miserables ciudades obreras donde sòlo moraban campesinos desplazados a la ciudad carente de todo menos de sus costumbres tradionales y su gran fe religiosa.

Lapierre, en su Ciudad de la Alegrìa, escribe sobre aquel medio millòn de nàufragos que las habitaban y habitan. Misèrrimas aglomeraciones de subproletarios desempleados, desplazados, marcados de por vida dadas las tradiciones clasistas de la India. Allì podìan verse juntos afganos de tipo turco-iranì, indo-arios de Cachemira, bettias cristianos, araones negroides, mongoloides del Hepal, tibetos.birmanos de Assan, aborìgenes, bengalìes, usureros kabulìs, monges hindùes, musulmanes barbudos como los fakires y hasta improvisados dentistas venidos de China.

En aquel maremagnum humano y deshumanizado, donde la misma miseria sirve de caldo de cultivo a las vilezas de la peor especie fue donde por voluntad propia y vocaciòn de servicio vino a instalarse con su capillita y su dispensario el P. Lambert, ahì se instalò en la India.

Sirviendo y ayudando lo encontrò el periodista del Paris Macht que escribe esta novela llena de vivencias sobrecogedoras, sobre todo, para los que estamos aburguesados, y en el fondo preferimos teorizar filigranas desde nuestro confortable bunker y decir y escribir linduras que meterse entre los pobres y màs que pobres miseriosos, y hacer vida comùn con ellos, y hombro a hombro, con valentìa rayana en el heroismo.

La Ciudad de la Alegria, en medio de este caos del mundo de hoy, donde los valores màs sofisticados y forrados de millones son los que prevalecen se levanta la sencillez y el mensaje de esta novela de hoy.

Tambièn es feliz el que ayuda...Tambièn es feliz el que ama al desconocido...el que perdona...el que renuncia.

Esa es la Ciudad de la Alegria, la ciudad del perdòn.
La ciudad de la comprensiòn.
La Ciudad de la Alegria de Dominique Lapierre, una llamada a la autèntica caridad que es callada, que es sacrificada, que es perseverante...

08 noviembre, 2007

ACABO LA MALDICION DE TUTANKAMON...


Amigo Argentino "todas las cosas"...(te contesto como post, pues quiero poner las imàgenes)...lo que pasa es que esto no es un hecho cualquiera, tiene su historia, que abundar sobre ella serìa patètico y cargante... Ahora tenemos que no solo se abre la tumba sinò que tambièn es expuesta la Momia...pues eso es una momia...dirìa que muchos polìticos que andan por ahì, todavìa dizque queriendo arreglar el mundo....tienen alguna semejanza con esta momia...porque eso es lo son...MOMIAS....

Pues bien amigo, se cuenta que el patrocinador de la excavación falleció junto con su perro el mismo año del hallazgo arqueológica.

La leyenda sobre la maldición de Tuntakamón no tiene ninguna base científica.
Al menos eso es lo que asegura el arqueólogo australiano Mark Nelson, quien se dedicó a estudiar minuciosamente los hechos que originaron este mito sobre el faraón egipcio.
Según cuenta la leyenda, la maldición recayó sobre todos los que estuvieron presentes en la apertura de la tumba del faraón egipcio en el Valle de los Reyes, cerca de Luxor, Egipto, en febrero de 1923.

Se cree que el mito se originó cuando el patrocinador de la expedición, Lord Carnarvon, a raíz de la picadura de un mosquito, desarrolló una enfermedad conocida como erysipelas, que le produjo neumonía y septicemia. Poco despuès, muriò.


Además, para reforzar el carácter sobrenatural de la leyenda, su perro -al que le faltaba una pata- emitió un largo aullido en el instante en que su amo pasó a mejor vida, para luego caer muerto él también.
Excéntricos
Nelson, investigador de la Universidad de Monash, Australia, se dedicó a estudiar la historia personal de todos los que estuvieron presentes al abrirse la tumba.
El evento fue presenciado por 25 personas, mientras que otras 19 del mismo equipo se encontraban en Egipto, aunque no en la zona donde se ubica la tumba, en el preciso momento en que ésta fue abierta.
Había muchos personajes interesantes en la excavación de 1920 y creo que esto, sumado a las circunstancias particulares de la expedición, contribuyó a mantener el mito vivo. Pero no encontré ninguna prueba científica que lo justifique .

Mark Nelson, arqueólogo Nelson encontró que los las personas sujetas a la maldición vivieron menos años que el otro grupo, pero que, de todos modos, alcanzaron en su mayoría los 70 años.
"Había muchos personajes interesantes en la excavación de 1920 y creo que esto sumado a las circunstancias particulares de la expedición, contribuyó a mantener el mito vivo. Pero no encontré ninguna prueba científica que lo justifique", concluyó el investigador.

P.D. existen personas fanàticas de estas cosas...pero presentar su cuerpo momificado ha roto record de filas de personas para verlo.....yo me atreverìa a hacerla tambièn...es interesante esto, no crees....pero vuelvo y te repito, con cuanto gusto poder momificar ciertos personajillos de nuestro mundo....















06 noviembre, 2007

TUTANKAMON SE PRESENTA EN SOCIEDAD....

Rostro de Tutankamon

Zahi Hawass con el sarcófago de Tutankamón- AFP

La momia del faraón se exhibe desde hoy a los visitantes en el Valle de los Reyes
JACINTO ANTÓN - Barcelona - 05/11/2007

Tutankamón se alza de entre los muertos. De las tinieblas a la luz. Como un Lázaro tebano, el joven faraón, el rey-niño que ha fascinado a generaciones enteras desde el hallazgo de su tumba por Carter en 1922, ha abandonado el sarcófago en el que descansaba a oscuras para dar la cara y ofrecerse desde ahora abiertamente a la mirada del público, para recibir en casa como quien dice (en su misma tumba en el Valle de los Reyes, en Luxor). Hasta el momento, sólo los expertos que han estudiado periódicamente el cuerpo del faraón habían tenido el privilegio de verlo en directo, aunque ha sido fotografiado copiosamente.

La exposición de Tut es una maniobra publicitaria de altos vuelos para Egipto.
La momia de Tutankamón fue exhibida ayer -presentada en sociedad cabría decir- por primera vez en su nueva instalación: una urna de plexiglás transparente monitorizada a fin de prevenir cualquier alteración climática que pudiera dañarla. Desde hoy, cualquiera -previo paso por taquilla- podrá estar cara a cara con el que, pese a su breve reinado, es sin duda el faraón más famoso de la historia.

Una experiencia fabulosa.
Aunque el salto es cualitativamente colosal, de permanecer oculto a mostrarse a los visitantes, Tutankamón se ha desplazado muy poco: apenas unos metros dentro de su propia tumba, KV 62, en el Valle de los Reyes. Hasta ahora, y desde el descubrimiento y vaciado de la tumba, la momia del rey descansaba en una humilde caja de madera dentro del ataúd dorado exterior -uno de los tres ataúdes antropomorfos que, como muñecas rusas, rodeaban originalmente el cuerpo de Tutankamón-, metido éste en el gran sarcófago cuadrado de cuarcita abierto.

Asomado desde la antecámara de la pequeña tumba a la cámara funeraria, que está más abajo, el visitante todo lo que veía eran las facciones doradas del ataúd dentro del sarcófago de piedra cubierto con una plancha de cristal. Ahora, la urna transparente que es el nuevo lecho mortuorio de Tut está en la antecámara, a poca distancia del sarcófago ya vacío.

De la presentación del nuevo estado social de la momia -visitable- se encargó ayer, cuando se cumplían exactamente 85 años del hallazgo de la tumba, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto e impulsor de la iniciativa, Zahi Hawass, que, con su facilidad para la palabra ampulosa, dijo exultante, según informa Reuter: "Hoy es un gran día.

Con la colocación de la momia en la vitrina, mandamos al niño dorado a la vida eterna". La decisión de trasladar a Tutankamón a la urna se ha justificado, efectivamente, con la necesidad de protegerlo, ante el serio deterioro ambiental de la tumba, causado, en buena parte, por la humedad que desprenden los turistas durante las visitas (respiración y transpiración). Hawass recalcó ayer que Tutankamón amenazaba convertirse en polvo (sugerente imagen que nos remite a una escena de The Mummy Returns). En cualquier caso, la exposición de Tut, que entra en el selecto club de los faraones expuestos -Ramsés II, Seti I, etcétera-, es además una maniobra publicitaria de altos vuelos para Egipto y sus antigüedades en un momento en que la gira internacional de parte de sus tesoros ha despertado de nuevo la tutmanía mundial. Ayer, National Geographic (sociedad de la que Hawass es explorador residente) y Discovery Channel, entre otras televisiones, grabaron en directo el delicado momento del traslado de Tut del sarcófago a la urna.

La exhibición de Tutankamón coincide también con las nuevas teorías sobre su deceso: habría muerto por una grave herida en la pierna causada por un accidente de carro durante una cacería, que le habría provocado gangrena.

Para su exhibición, Tutankamón ha sido adecentado, pues no era cuestión de presentarlo en toda su patética desnudez (al retirar el envoltorio de la momia y realizarle la primera autopsia, en noviembre de 1923, Carter y Derry la dejaron muy maltrecha, en parte literalmente en los huesos). El cuerpo de la momia ha sido castamente cubierto con una sábana de lino -de acuerdo con la moda reciente en Egipto de exhibición de cuerpos faraónicos embalsamados: mostrar sí, pero con dignidad, sin estimular el morbo- , no dejando expuesto a las miradas más que el rostro y la cabeza del rey (y los pies). Cualquiera puede desde ahora asomarse a esa cara conmovedora y a la vez misteriosa, escrutar las órbitas vacías donde unos ojos observaron cosas maravillosas (muchas más de las que vio Carter) hace más de tres mil años.

El rostro de Tutankamón, para quien quiera irse preparando, es oscuro, más que la piel del cuerpo (blanca grisácea donde se conservó), de piel quebradiza y manchada de natrón residual del proceso de embalsamamiento. La cabeza está limpiamente afeitada, las orejas perforadas, la nariz aplanada por la presión de las vendas. Carter refirió con tono conmovedor "las bellas y bien formadas facciones del rey" -aunque tanta poesía no le impidió usar cuchillos calientes para desprenderle la máscara de oro-. Mustafá Wazary, director del Valle de los Reyes, señaló ayer, según France Press, a los periodistas presentes: "Lo que van a ver es una cara muy hermosa. De un joven guapo, con una bonita sonrisa". Hombre, guapo, guapo, Tutankamón no lo es, al menos ahora. Es cierto que tiene una expresión cordial, un punto conejil, pero seguramente se deba más al embalsamamiento que al carácter.

04 noviembre, 2007

DOMINGO LIRICO....



COMO LA PRIMAVERA

Como un ala negra tendì mis cabellos
Sobre tus rodillas.
Cerrando los ojos su olor aspiraste
Diciéndome luego: -

¿Duermes sobre piedras cubiertas de musgos?

¿Con ramas de sauces te atas las trenzas?

¿Tu almohada es de trébol?

¿Las tienes tan negras

Porque acaso en ellas exprimiste un zumo

retinto y espeso de moras silvestres?

¡Que fresca y extraña fragancia te envuelve!

Hueles a arroyuelos, a tierra y a selvas.

¿Qué perfumes usas?

Y riendo, te dije: -¡Ninguno, ninguno!

.... Te amo y soy joven, huelo a primavera.

Ese olor que sientes es de carne firme,

de mejillas claras y de sangre nueva.

¡Te quiero y soy joven, por eso es que tengo

Las mismas fragancias de la primavera!
Juana de Ibarborou

01 noviembre, 2007

EL MUNDO QUE RESPIRO...


Libro de poemas de Mario Benedetti Ed.Seix Barral

¿Por qué será que uno fabrica sus recuerdos / y luego los olvida? ¿por qué será que uno procede de algún dios / para volverse ateo? / ¿por qué será que si beso tu beso / me siento renovado? / ¿por qué será que me haces tanta falta?

Éstas y otras preguntas son contestadas en cada poema de El mundo que respiro. Mario Benedetti asegura que con suerte y con amores se aprende; que debe cuidarse ese gajo de corazón que no traiciona; que no queda tiempo para el odio; que no hay que desperdiciar la risa; que hay que afinar el oído cuando se cruza el mar para escuchar ese piano salvado del naufragio; que la sangre derramada no se lava del todo; que la memoria es un cántaro prolijo; que gracias al misterio de nombrar, hasta lo innombrable nos pertenece; que todos tenemos un patio en este mundo; que la gloria tiene algo de incomodidad -como bien lo supieron Oscar Wilde, Napoleón, Bolívar o Kafka-; que la vida clandestina y su posibilidad de inventar contraseñas en la nariz del enemigo tiene cierto encanto, y, sobre todo, que la vida misma es lo que vale: aun ese aire contaminado de basura, indultos y falsas alegrías es el aire que nos permite estar vivos. El mundo que respiro es una celebración de la poesía, y Mario Benedetti la ejerce con toda la lucidez de sus utopías y con su sabiduría perenne..

Nota: este fragmento lo encontrè en unos recortes y me tomè la libertad de publicarlo.