ACERCA DEL HASTIO Y LA VIDA.....

El hastio que sientes està por encima de ser una repugnancia cualquiera. Tu hastìo, es mas profundo, es existencial. En un no ver metas a mano. Metas realizables. Factibles.

El hastio que te agobia en estas tardes "invernales", matizadas de tapones infernales, es mucho mas fuerte que el tedio o el disgusto corrientes. Esos se alivian en una "chercha" cualquiera con una cerveza helada, pero el que te dominina a ti, ahora , no. Te crucifica a la cruz de los màs horribles fastidios y cansancios inèditos.

Te sientes hasta la coronilla, y te comprendo.

El fastidio y el aburrimiento que respirasen el ambiente son eso, hastìo. Hastìo mas fuerte que soportar una lata impertinente, o llevar una piedrecita dentro del zapato.

El hastìo que te flagela silencioso y desconcertante es mas terrible que el cansancio de andar y desandar mil Saharas a la vez. El cansancio normal, es fruto de un trabajo intelectual o fìsico intensos, gratificador, que ha concluìdo ¡ al fin! Y entonces, brotan como retoños la satisfacciòn del reposo. Este hastìo que te aplasta, no, este es incoloro e inodoro. Opaco, deslucido, asì...

Hay filòsofos que han hablado y escrito sobre la locura de la existencia. Locura que no se la busca uno pero te enganchan en ella papà y mamà en una tarde o noche cualquiera de usual hastìo para ellos y ya, no hay salida para ti, ni para mi, ni para nadie.

Ese hastìo tiene formas tìpicas en cada quien.

No todos nos hastiamos de igual manera ni en las misma condiciones. Hay el hastìo de los millonarios, de un hastìo terrible que florece en medio de la abundancia y el derroche. Arrimado a los palacios. Burbujeando en los champanes y vinos espumoso. Termina casi siempre tràgicamente; una sobredosis de barbitúricos con alcohol, o de heroina.

Hay el hastìo de las clases medias que ven frustadas a cada paso sus esperanzas de ascender cuando, a su pesar, descienden.

Y el hastio de los olvidados de la vida. Presa de la miseria y de las pugnas màs primitivas y elementales por la subsistencia.

El hastìo que tu sientes.El hastìo que yo siento se parecen mucho, en estas tardes de tapones interminables en el trànsito, bochornos, y la brisa monòtona y pegajosa que nos tira a la cara el mar....

reflexiòn