12 julio, 2008

¡...P A P À....!

Estamos en el mes de los padres, y es bueno pergeñar por lo pronto y en lo que respecta al tema paterno, todos conocemos por propia experiencia el amor y la veneraciòn que nuestros progenitores despiertan en nosotros, casi siempre uno de los dos màs que el otro, por las causas que fueren.

El papà, por la primacìa no solo dentro del hogar que se le confiere, sino socialmente ademàs encarna el eslabòn inmediato anterior màs cercano a nuestro pasado biològico-genètico. A nuestra posiciòn social.....Nuestra vocaciòn intelectual...a nuestros pareceres, criterios, y puntos de vista frente a la vida... No quiere decir que se vayan a compartir siempre y en todo momento, pero dejan en nosotros su marca...

Pocas veces se muestra el ser humano tan despejado y generoso, como cuando respetuoso evoca y proclama las "andanzas" y genialidades del viejo, lleno de esa sana picardìa y orgullo en decirles a todos:- mirenlo aquì, tal cual, asì es PAPA!...El mejor.

A esa comuniòn afectuosa no la dañan, ni las desavenencias, que como es normal hayan habido, ni los infundios de la calle, ni nada en la vida. Ademàs, se manifiesta inconscientemente, pero de modo palpable en gestos, formas de ser, temperamentos, inteligencia, y una infinidad de otras vivencias espirituales y fìsicas extraordinarias, que ligan a los hijos de sus padres.

Mi PAPA, es tema, sea cual fuere la razòn o el punto de vista por el que se le mencione, siempre aprisiona y seduce los corazones.....Es de regla, porque va pegado a nuestros sentimientos como la uña a la carne. Cualquier cosa, o circunstancias forma parte de su propio atuendo intelectual, de presencia primigenia.

La rememoraciòn paterna obliga a remembranzas del ambiente donde transcurrieron sus años de infancia y juventud, donde hizo familia y que atañen a nuestras experiencias y recuerdos...


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