
Diferentes caminos han llevado a cientos de hombres y mujeres inteligentes por la opción no-religiosa. Grandes personajes fueron agnósticos como Thomas Henry Huxley, Charles Darwin, y Stephen Jay Gould, o ateos como Richard Dawkins, Carl Sagan, Steven Pinker. Un estudio llevado a cabo por Larson y Whitam en 1998 reveló que el 93% de los científicos más eminentes de los EEUU no creían en un Dios personal, y este resultado es muy similar en los científicos del Reino Unido, según otra investigación. A pesar de lo anterior en la mente de la mayoría de las gentes el adjetivo de ateo es relacionado negativamente.
Tras la publicación en 2007 de un artículo en el diario colombiano El Tiempo sobre la comunidad no creyente de Colombia (agrupada principalmente en el foro de Escépticos Colombia), se preguntó a los religiosos su opinión sobre este sector de la sociedad, a lo cual respondieron que “ellos mantenían ideas ya superadas en el siglo pasado”. Pero a pesar que los ateos son una minoría y que reciben el descrédito y el ataque de los bien financiados líderes religiosos, los ateos no son una especie social extinta. Cabe notar que la mayoría de los Premios Nobel de ciencia son ateos, al igual que la mayoría de la élite intelectual del mundo. Uno de estos intelectuales es el filósofo francés Michel Onfray.
El filósofo Michel Onfray empezó su vida de forma difícil. Nació en un hogar muy pobre, y a los diez años fue abandonado por su madre en un orfanato. A los 28 años sufrió un infarto, y más tarde dos derrames cerebrales. Onfray vive de forma sencilla y alegre. Tiene bloqueada su cuenta, para recibir solo lo que recibiría de jubilación un obrero agrícola. Ve que la vida debe llevarse de manera que pese más el ser que el tener.
Para Michel Onfray las religiones son únicamente instrumentos de dominación y de alienación. Afirma que los tres monoteísmos profesan el mismo odio a las mujeres, a la sexualidad y que detestan la libertad. Actualmente trabaja en la Universidad de Caen, Francia y es autor de 35 libros, de los cuales Tratado de ateología es uno de los más conocidos por el público hispano.
A continuación se presenta un fragmento de la entrevista hecha por Luisa Corradini en Paris el 2007 para el diario argentino La Nación.
Usted afirma que no fue el orfanato lo que lo convenció de que Dios no existe porque a los diez años ya lo sabía. Sin embargo, suele decir también que los adultos que creen en Dios se equivocan. ¿Qué tenía usted a los diez años que un adulto -incluso analfabeto- no tenga a los cuarenta? ¿No es un poco pretencioso de su parte?
No veo por qué debería ser pretencioso o qué es lo que yo tendría de más. Yo no hablo en esos términos. Son los suyos y es su propio juicio de valor. Para ser claro: creí en Dios mientras creía en el Papá Noel. A partir de cierta edad, todo eso me pareció irracional, sin sentido. Eso no quiere decir que fuera un superhombre o un genio precoz. Probablemente solo se trate de temperamento, de carácter inadaptado a las fábulas.
Usted escribe “los monoteísmos detestan la inteligencia”. Pero entonces, ¿qué hacer con todos los genios de Occidente que practicaron alguna de las tres religiones del Libro?
Yo hablo de “monoteísmos” y no de “monoteístas”. El monoteísmo es una ideología que, en sus principios, detesta que la gente piense o reflexione y prefiere que obedezca y que se someta a la Ley, a la palabra de Dios y a sus Mandamientos. Que hay monoteístas inteligentes, no esperé su pregunta para saberlo. Y tampoco he dudado de la inteligencia de ciertos monoteístas cuando son inteligentes.
Dejemos a un lado la Iglesia como institución e incluso la Biblia. ¿Cómo sabe usted que, en verdad, Dios no existe? Podría perfectamente existir. ¿Cómo saberlo? ¿No cree que aceptar la duda sería una actitud más filosófica?
Usted critica a “los hombres que se embriagan de ilusiones”. ¿Está mal? ¿Y si eso les permite ser menos infelices? Usted escribe: “El camino de la verdad filosófica es largo y difícil”. Pero hay muchísima gente que nunca tendrá la posibilidad de hacer ese camino. ¿Por qué negarles su propia forma de consuelo a aquellos que creen en algo superior?
Cuando un creyente piensa en el universo, imagina una suerte de más allá, donde pone a todos sus seres queridos, sus divinidades y sus ilusiones. Esa dimensión debe de ser imposible de borrar una vez adquirida. ¿Qué hay en la imaginación de un ateo total?
En todo caso, tengo la impresión de que la desaparición de lo sagrado no es inminente. ¿Cree usted en una humanidad sin religión?
Siempre habrá religiones, porque las religiones viven de la angustia y del miedo de los hombres, y porque estamos lejos de haber terminado con los temores existenciales. El ateo está condenado a militar por una causa perdida. Pero poco importa que esté perdida, si es una causa justa. Lo irracional, lo irrazonable, la ilusión, las ficciones disponen de un futuro grandioso, pues el mundo liberal que se prepara en nuestro planeta odia la cultura, que hace retroceder a los mitos, entre ellos, la religión.
Usted escribe: “La autoridad me resulta insoportable; la dependencia, invivible. Las órdenes, invitaciones, pedidos, propuestas, consejos me paralizan”. ¿Cómo hace para organizar su relación con los demás, sobre todo con sus allegados?
Usted se declara a favor de un hedonismo del ser y no del tener. ¿Me puede explicar?
¿Y cuál es la diferencia entre ese hedonismo y el estoicismo?La oposición entre ambas escuelas suele ser una cuestión de universitarios. Hay que leer las Cartas a Lucilio de Séneca, el estoico. Allí hay cantidad de argumentos epicúreos. En mi libro Contra-historia de la filosofía explico cómo esta oposición entre dos sensibilidades filosóficas fueron instrumentalizadas por Cicerón con fines políticos: era necesario desacreditar a los candidatos epicúreos al Senado, y Cicerón, el estoico, los estigmatizó como voluptuosos e incapaces de ocuparse de la cosa pública. Después, el cristianismo se apoderó de esos argumentos que perduran hasta hoy.
Usted es un filósofo decididamente orientado hacia la modernidad. ¿Qué lugar reserva en su reflexión al psicoanálisis y a las neurociencias? ¿No cree que esta última está terminando con Freud?
Tengo el proyecto de escribir un libro sobre el psicoanálisis que evitará dar poderes absolutos tanto a Freud como a las neurociencias. Rehabilitaré el psicoanálisis como un chamanismo posmoderno, precisando que el cuerpo no es una cuestión de inconsciente psíquico, sino de inconsciente neurovegetativo.
¿Está usted satisfecho de su vida? Quizás sea ridículo preguntarle a un filósofo si es feliz, pero…
Comentarios introductorios por Ferney Rodríguez
Entrevista de Luisa Corradiniwww.sindioses.org
Por ello es que son el opio de los pueblos...
ResponderEliminarAprovecho para desearte feliz navidad y exitoso 2010.
muy interesante sus articulos saludos y parabienes a comunicarnos¡¡
ResponderEliminarDame una explicacion porque sucedio lo de Haiti.
ResponderEliminarMientra haya un mundo pensando que no existe un Dios, tenemos ese tipos de dificultad.
Porque clamaron a un Dios, despues de una catastrofe, y uno clamaron a aquellos que nacieron de nada.
Gracias muy buen articulos, solo quisiera saber de donde nosotros aparecimos no quiero mono, porque quiero que sigamos naciendo mono no hombre.
ResponderEliminarPorque del mono nacen monos.
Y de los seres humanos nacen seres humanos.
Necesito una explicacion con base.
Gracias y paz.
La mente es amplia y no quiero que despues me hablen de un Dios grande y poderoso.
Suponía que esta pagina la leían personas inteligentes. No soy ateo, pero que tiene que ver un terremoto con que si Dios existe o no?
ResponderEliminarCada persona es libre de creer o no creer. Precisamente las religiones condenan a los que no creen porque no están bajo sus dogmas.
Creo en un ser superior, pero no en el dios que milagrosamente somos a imagen y semejanza de el.
Hay ideologías de ciertas personas que pueden sacar a cualquiera de sus casillas...
Había comentado en otra entrada que debemos sacar a dios de estas cosas, lo del terremoto de Haití es simple y llanamente producto de la naturaleza, los ciclones y desastres naturales como su nombre indica no es obra de dios, entonces tendríamos un dios perverso, ya que propicia la destrucción de seres humanos, la creación del hombre es simple y llanamente producto de la evolución, todo en la vida evoluciona para bien o para mal, no creo en eso de Adan y Eva, es absurdo este planteamiento, entonces fue incesto, cada quien tiene sus creencias y sus cosas absurdas, otra vida, ni de juego, al morir se acaba todo, no mas...hay que leer y mucho para entender estos vericuetos que tienen a tantos ignorantes vueltos locos y sin ideas, de verdad es una pena....
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