12 febrero, 2008

EL DOLOR.....


Como el diablo a la cruz. En ninguna de sus formas nos cuadra y tan pegado que camina siempre a nosotros aunque hagamos lo posible y lo imposible por no verlo. Por ignorarlo. Ni el moral, y ¡cuidado! Si mencionan el fìsico, ese menos

Su solo recuerdo nos pone alerta y en guarda. Hacemos todo lo que nos venga a mano por apartarlo.- "¡aparta de mi mì ese caliz!" Hasta el hijo del Hombre, que no reniega de su humana condiciòn, se sintiò estremecer frente a èl. Ante la inminecia de sus làtigos, sus espinas y su depresiòn.

Fìsicamente lacerante. Moralmente envenenador.

Existe una verdadera gama, terrible, en la variedad de los dolores del cuerpo y del espìritu. La migraña inhabilita, duele la luz, duele el sonido, duele la posiciòn de la cabeza. El de estòmago postra e inapetece. El de huesos entumese. El de un golpe atonta, y si es provocado enfurece.

Cada òrgano, cada parte de nuestra anatomìa tiene su algia especial que estan como las teclas del piano o las cuerdas de la guitarra, tensas, a la espectativa, pendientes a la menor pulsaciòn para "avisar, para dar la voz de alarma, con sus tremendos y nefastos acordes.

El dolor moral es peor. A simple vista no lo parece. No hay analgèsico que lo calme. Es como un barreno que destruye penetrando, màs profundo cada vez. Enturbia el sueño. Borra la ilusiòn de los placeres sencillos y complicados de la vida. Amarga la existencia. Frustra. Paraliza. Aniquila.

Este tiene tambièn sus matices segùn sean las razones que le den vigencia. Si las causas han partido de nuestras propias negligencias y locuras los efectos son inmensamente màs crueles, desgraciados. Si los motivos han surgido de los encontronazos que da la vida, a diestra y siniestra, sin dejar de ser sus efectos igualmente crueles, lo son menos, en cierta forma ya que no media entre nosotros y el dolor un arrepentimiento de que lamentaarnos y llorar.

No hay cosa que le amargue al hombre la vida con mayor efectividad. Con el mas negro designio...No hay peor plaga. El dolor, El dolor fìsico. El dolor moral, del espìritu, del alma.

Desde que el hombre existe sobre la faz de la tierra, le ha aterrorizado siempre la sola idea del dolor. Por librarse de el, ha recurrido y recurre, y recurrirà a los mecanismos terapèuticos ortodoxos o no, mas disìmiles y àrduos.

El miedo del hombre al dolor fìsico es perfectamente explicale. El dolor es el detonante que desmenuza toda felicidad, a su vez la felicidad, se sabe, es la mas ansiada meta del hombre, asì que, entre uno y otro no hay forma de avenencia.

Ademàs, como secuencia de lo dicho anteriormente, el cuerpo y el espìritu van por la vida demasiado unidos. Si duele por algùn lado el cuerpo, se aja y entristece el espìritu. Si sufre el espìritu, si sufre el alma, se marchita y escualidiza el cuerpo.

Como apuntamos, al dolor fìsico se apareja el moral. No es verdad que una persona, fìsicamente adolorida, tenga el ànimo en alto. Deseos de vivir, actuar. Ayudar a otros. Divertirse. Por el contrario se replega sobre si misma hasta que las drogas y medicamentos desplacen al dolor. La hagan ver de nuevo la vida.

Pero no todo en el dolor es negativo. Su radiografìa nos muestra un conocimiento mejor y màs nìtido de nuestra propia debilidad. De nuestra natural y miserable condiciòn humana, por lo que nos abre el camino de la humildad.

Ademas otra cosa, no hay ese que no le tema al dolor. Ante el dolor podrà haber entereza y
dignidad de ànimo, pero nunca guaperia. El que diga lo contrario habla mentiras.

Jesucristo por ejemplo mantuvo una gran entereza antes y durante los terribles tormentos a que fue sometido, sin dejar de estremecerse ante la sola imàgen de su cercana proximidad. Y, en el huerto de Gestsemanì, minutos antes de ser apresado sudò sangre. Este fenòmeno que cientìficamente se le llama hematohidrosis, es perfectamente explicable cientificamente en momentos de estress profundisimos y de tensiones terribles, como es de sentirse el Señor antes de la pasiòn.
Otra cosa positiva en el dolor es que es purificante. Bajo este aspecto, lo del dolor merecerìa muchas descripciones largas.




2 comentarios:

  1. Anónimo15/2/08

    Lo más interesante para mí del dolor es el mecanismo que avisa del umbral que se puede soportar, lo que los neurólogos llaman la "nocicepción", me parece una gran herramienta para renovarse.

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  2. Anónimo29/1/11

    Hey, I am checking this blog using the phone and this appears to be kind of odd. Thought you'd wish to know. This is a great write-up nevertheless, did not mess that up.

    - David

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