Lecturas que no se olvidan nunca...lecturas que informan y forman calladamente...las lecturas mas cariñosas, sencillas y simples, que abren de par en par las puertas a la curiosidad que siempre llega, afortunadamente, seguida de informaciòn, se dan en la primera infancia.
Recordamos que cuando la vida nos era, por nuestra propia pubertad, diferente ahora. Creìamos en la bondad y en la buena fè de los demàs.
El ambiente exterior ayudaba...Las calles se veìan màs espaciosas y limpias...La gente, a pesar de todo, se notaba mas risueña, hacendosa y servicial. Nuestra querida ciudad capital, que quizàs no tenìa tantos habitantes como ahora, se aponsetaba apacible y tranquila en su malecòn de cemento.
Todos eramos un poco "primos", y nos conocìamos aunque fuera de vista. La Primada de Amèrica distaba mucho de ser, lo que otras ciudades latinas eran. Esos molotes de tràfico y la gente, que se forman a diario en nuestras calles, no se veìan. Asì como en las festividades y procesiones religiosas de Semana Santa. Aparte de ahì nada màs sacaba a los dominicanos de su despaciosa y diaria rutina.
En ese ambiente sanote y transparente. De escolaridad completa, los nueve meses, en los colegios y escuelas sin mediodia de menos. Beisbol romàntico....fue que cierto dìa en que nos habìan llevado mas temprano que de costumbre al colegio donde estudiabamos, tendrìamos unos seis ò siete años, cuando naciò nuestro hàbito por la lectura, al encontrarnos en su pequeña biblitoteca el libro: AVENTURAS DE TOM SAWYER y nos dedicamos a leerla con avidez.....
Samuel Langhorme Clemens, es el nombre de ese famoso autor de relatos fantásticos y de aventuras, popularmente conocido por Mark Twain.
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