24 octubre, 2008

EL UTILITARISMO: LA LIBERTAD DEL ESTADO Y LA LIBERTAD DE LOS INDIVIDUOS...

Juan Stuart Mill

El hombre màs significativo en la vida intelectual del siglo 19 fue Juan Stuart Mill, predominan sus ideas hasta que aparecen las doctrinas de Spencer y Darwin, proporcionando a la filosofìa polìtica un fundamento biològico.

Concediò mucho importancia tanto a las emociones, como a la inteligencia, y se alejò algo de los principios rìgidos y estrechos del Utilitarismo, perdiendo la confianza en las reformas democràticas. Para Ventham y James Mill existe una correlaciòn o identidad entre todos los aspectos de la felicidad; los placeres de la vida difieren, solamente, en cualidad. Pero Juan Stuart Mill señala una gradaciòn de placeres, unos màs altos y otros màs bajos. Segùn èl, "vale màs ser un Sòcrates descontento, que un necio satisfecho". Mill se manifiesta opuesto a la idea egoista que concentra todos los esfuerzos del individuo, de una manera deliberada, a la conquista de su exclusiva felicidad; y dice que quien persigue directamente su bienestar propio, puede fracasar en tal empeño. Con mayor claridad que sus precursores, señala el caràcter social de la moralidad, y considera a la justicia y al altruismo como sus principales fundamentos. Mill, por consiguiente, insiste en la recomendaciòn de que cada individuo se preocupe de producir con sus actos el bienestar general. El fin del gobierno radica en el bienestar social, en la supremacia de la virtud y el imperio de la inteligencia descansa la prueba de su propio èxito.

Con respecto al problema de la naturaleza y mètodo de las ciencias sociales, se nota en Mill la influencia profunda de los positivistas franceses, especialmente de la filosofìa de la historia que sustenta Augusto Comte, y del interès que se desarrolla en torno de la apariciòn de una ciencia de la sociedad. No obstante, Mill se interesa màs por el individuo, y, en general menos por la sociedad que aquel escritor. Señala la complejidad de los fenòmenos sociales y los errores de razonamiento en que caen con frecuencia los polìticos.

Abogò, con todo entusiasmo, por la emancipacion de las mujeres y fuè el primero que llevò su causa al parlamento. Segùn Mill, si se dieran a las mujeres las mismas facilidades en la vida que a los hombres, se producirian resultados beneficiosos para su destino, porque sòlo la libertad puede engendrar la felicidad, y, tambièn, para la comunidad en general, porque la sociedad se enriquecerìa con obras que resultaran de la cooperaciòn de las mujeres.

Con respecto a las clases trabajadoras, Mill defiende la necesidad de su educaciòn y la posesión de un mayor grado de independencia. Posteriormente, admite las trade-unions y la cooperaciòn voluntaria entre el capital y el trabajo. Admite, igualmente, la propiedad privada, pero solicita determinadas reformas que mitiguen sus desigualdades, sobre todo las que se derivan de la propiedad de la tierra. Al mismo tiempo, Mill desconfìa de la intervenciòn de los gobiernos en las cuestiones econòmicas. Cree que el control del Estado debe reducirse a lìmites estrictos, y que solamente debe intervenir cuando lo exijan los intereses generales de la comunidad. En sus ùltimos años, sin embargo, la confianza en las reformas y en el mejoramiento económico le llevan a la concepción socialista fundada en "propiedad comùn de las primeras materias del globo y en la participaciòn idèntica de los individuos en los beneficios del trabajo.

Se opuso a la educaciòn del Estado por considerar que constituía "un medio para modelar a los hombres, en el mismo patrón, haciéndoles exactamente iguales los unos a los otros"....

A pesar de la estrechez y caràcter materialista de su ètica y del formalismo y abstracciòn de su concepciòn de la soberanìa y de la ley, que induce a los escritores posteriores a buscar la existencia de un soberano polìtico dentro del soberano legal de Austin, las teorias del Utilitarismo encierran una verdadera importancia tanto en el campo de la polìtica pràctica, como en el aspecto de la filosofìa polìtica. Bajo su influencia nacieron muchas de las reformas màs importantes del siglo 19. La sencillez y precisiòn de su nomenclatura polìtica y el interès que demuestra esta escuela por las realidades concretas de la vida pùblica, ofrecen un marcado contraste con las generalizaciones vagas de la filosofía de los derechos naturales y los conceptos metafìsicos de los idealistas..



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