Alejandro Aura
El poeta y escritor Alejandro Aura falleció el 29 de julio a las cuatro de la tarde. Su blog hace recuento de sus últimos días.
Mié, 30/07/2008 - 14:17
Alejandro Aura. Foto: alejandroaura.com
En nuestro reciente artículo El blog y la muerte, reflexionábamos sobre el destino de los blogs una vez que sus autores mueren. Aunque existen actualmente miles de blogs "muertos", abandonados por sus autores por aburrimiento o tedio, poco a poco encontramos casos en los que la vida de un blog se trunca por la razón inevitable: el fallecimiento de su autor.
Lamentablemente, un blog más ha detenido su actividad definitivamente. El poeta y escritor mexicano, Alejandro Aura, falleció ayer a las cuatro de la tarde en el hospital de Madrid, Gregorio Marañón, víctima del cáncer.
Desde el 20 de febrero del 2007, Aura escribía diariamente en su bitácora en línea, alejandroaura.net/wordpress/ los pormenores de su tratamiento y de otros temas, pero el 28 de julio no escribió nada. Tan habitual era encontrar textos suyos cada día que sus visitantes se alarmaron de su ausencia.
Precisamente, lo último de su autoría data del 29 de julio: "Querido todos, nos tuvimos que encerrar en el hospital. No teníamos internet y se me perdió por completo el orden del pasar del tiempo. Por fin Milagros lo conectó. Mañana les contamos cómo anda la cosa". El poeta, sin embargo, ya no lo contó. Ésa sería su última entrada.
El poeta y escritor Alejandro Aura falleció el 29 de julio a las cuatro de la tarde. Su blog hace recuento de sus últimos días.
Mié, 30/07/2008 - 14:17
Alejandro Aura. Foto: alejandroaura.com
En nuestro reciente artículo El blog y la muerte, reflexionábamos sobre el destino de los blogs una vez que sus autores mueren. Aunque existen actualmente miles de blogs "muertos", abandonados por sus autores por aburrimiento o tedio, poco a poco encontramos casos en los que la vida de un blog se trunca por la razón inevitable: el fallecimiento de su autor.
Lamentablemente, un blog más ha detenido su actividad definitivamente. El poeta y escritor mexicano, Alejandro Aura, falleció ayer a las cuatro de la tarde en el hospital de Madrid, Gregorio Marañón, víctima del cáncer.
Desde el 20 de febrero del 2007, Aura escribía diariamente en su bitácora en línea, alejandroaura.net/wordpress/ los pormenores de su tratamiento y de otros temas, pero el 28 de julio no escribió nada. Tan habitual era encontrar textos suyos cada día que sus visitantes se alarmaron de su ausencia.
Precisamente, lo último de su autoría data del 29 de julio: "Querido todos, nos tuvimos que encerrar en el hospital. No teníamos internet y se me perdió por completo el orden del pasar del tiempo. Por fin Milagros lo conectó. Mañana les contamos cómo anda la cosa". El poeta, sin embargo, ya no lo contó. Ésa sería su última entrada.
El 30 de julio, un amigo o familiar suyo colocó una entrada anunciando la muerte del autor. Se adjuntaba también un poema de Aura, titulado "Despedida":
Así pues, hay que en algún momento cerrar la cuenta
pedir los abrigos y marcharnos,
aquí se quedarán las cosas que trajimos
al siglo y en las que cada uno pusimos nuestra identidad;
se quedarán los demás, que cada vez son otros
y entre los cuales habrá de construirse lo que sigue,
también el hueco de nuestra imaginación se queda
para que entre todos se encarguen de llenarlo,
y nos vamos a nada limpiamente como las plantas,
como los pájaros, como todo lo que está vivo un tiempo
y luego, sin rencor, deja de estarlo.
¿Se imaginan el esplendor del cielo de los tigres,
¿Se imaginan el esplendor del cielo de los tigres,
allí donde gacelas saltan con las grupas carnosas
esperando la zarpa que cae una vez y otra y otra,
eternamente? Así es el cielo al que aspiro.
Un cielo con mis fauces y mis garras.
O el cielo de las garzasen el que el tiempo se mueve tan despacio
que el agua tiene tiempo de bañarse y retozar en el agua.
O el cielo carnal de las begonias en el que nunca se apagan
las luces iridiscentes por secretear con sus mejillas
de arrebolados maquillajes.
El cielo cruel de los pastos,
esperanzador y eterno como la existencia de los dioses.
O el cielo multifacético del vino que está siempre soñando
que gargantas de núbiles doncellas se atragantan y se ríen.
Lo que queda no hubo manera de enmendarlo
Lo que queda no hubo manera de enmendarlo
por más matemáticas que le fuimos echando sin reposo,
ya estaba medio mal desde el principio de las eras
y nadie ha tenido la holgura necesaria para sentarse
a deshacer el apasionante intríngulis de la creación,
de modo que se queda como estaba,
con sus millones,billones, trillones de galaxias incomprensibles a la mano,
esperando a que alguien tenga tiempo para ver los planos
y completo el panorama lo descifre y se pueda resolver.
Nos vamos. Hago una caravana a las personas
que estoy echando ya tanto de menos, y digo adiós. ............
Al momento de esta última entrega, su blog había recibido 97,318 visitas, de acuerdo a su contador. Los comentarios de la última entrada muestran como sus visitantes pasan del alivio por encontrar una nueva entrada del poeta a la pena y las despedidas de sus lectores y amigos.
Para éstos últimos, e incluso para quienes nunca lo conocieron, queda en su blog un recuento de su vida que permite reconstruir al hombre y mantenerlo vivo en el recuerdo de quien se tope con esta página en el futuro.
Alejandro Aura nació en el Distrito Federal, el 2 de marzo de 1944. Fue poeta, narrador, dramaturgo, director de escena y guionista. Fue director y guionista de programas de radio y televisión y autor de varios de ellos como: Azul, En su tinta y Entre amigos.
Dirigió también talleres de poesía, para instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Autónoma Metropolitan (UAM). Impartió cursos de Teatro Clásico, Danza y Montaje Escénico; colaboró con varias revistas y suplementos dominicales de México y otros países.
Gozó de la beca del Centro Mexicano de Escritores en 1964.
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