Desde tiempos remotos el hombre, artista por antonomasia, cualquiera que sea su condiciòn ha buscado la forma de expresar dos cosas: sus sentimientos y la belleza que presiente a su alrededor.En cuanto a los sentimientos lo hace por aquello de que si no habla se ahoga...revienta...como reventarìa una caldera de agua hirviendo hermèticamente cerrada.
O tal vez como una vejiga a la que se le sopla aire sin parar.
En relaciòn a la belleza, porque al hombre-artista los años no le restan, es màs, le acentúan algunas facetas de su antigua condiciòn de niño, y el niño tiende a imitar todo lo que ve...y ve lo bello.
A esto añadimos un recòndito e inconsciente deseo de vencer, a nuestro modo, la inalterable ley del socavamiento fìsico...del deslucimiento mental y la muerte. Dejando huella...nuestra huella.
Una de las formas de esa expresiòn inevitable es la pintura. Despuès de la poesìa la mas antigua manifestaciòn de arte.
Lo anterior porque recientemente pasamos una exposiciòn de arte, individual , las paredes se cubrian con oleos y pasteles.
Ambientados en la especialidad verde-azul, amarillo (para el varón desnudo)
Rosa-blanco-naranja (por la hembra) en lienzo.
En todas predomina una cierta y rara tristeza...una criolla y amable rusticidad...Cruda belleza. Los desnudos ahogantes, opresivos...luchando por salir de la rusticidad, sin poder lograrlo.
Rostros duros, de mentones incisivamente delineados y boca selladas, mudas, quietas.
El autor tiene un estilo que se puede clasificar de duro y agobiante, todavía puede cuidarlo mejor, pero es su forma. Eso no quiere decir que no guste. No.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario