Siempre nos impresionò particularmente la idea central del pensamiento pesimista de este hombre, que venia en el texto ilustrado, con un rostro adusto, cano, de amplìsimas patillas y mirada dirìase que casi feroz. Era Arturo Shopenhauer. Incluso su apellido teutònico tiene, para los latinos como nosotros, como una no sè que melodìa de marcha fùnebre, a lo Schubert, o estremecedora como los compases terribles de la òpera Los Nibelungos de Wagner.
A Schopenhauer se le considera en la historia de la filosofìa de los ùltimos cien años, el creador de la corriente llamada Vitalismo.
La expone en su obra principal "El mundo como Voluntad y como Representaciòn" y cualquiera que se enfrasque en ella sale vapuleado en su espìritu.
Su filosofìa es la filosofìa de la VOLUNTAD y del DOLOR.
La palabra voluntad arranca del "volo latino que significa: yo quiero. Esa voluntad, o sea, ese yo quiero, impera en este mundo que es ciego, irracional, absurdo.
Solo escapan de la necedad existencial del mundo, tres cosas de èl, pero no irracionales, aunque parezca un contra sentido. Esas son: la propia Naturaleza, la Sociedad y la Ley. Ellas hacen posible el conocimiento cientìfico, y por supuesto que hacen posible el progreso històrico.
La voluntad, para èl, era voluntad de vivir. Voluntad de vivir, es querer vivir. Querer cada vez, màs y màs, y, como tal cosa es imposible de satisfacer a plenitud, de "llenarse" de ella hasta lo ùltimo, lo que hacìa en definitiva era producir insastisfacciòn y concomitante a ella, un dolor lacerante. Una frustraciòn invencible.
Esto asì, el dolor vendrìa siendo lo ùnico permanente y real. El placer, el goce ìntimo, son cosas totalmente negativas. Son ùnicamente carencia de dolor, por cortìsimos lapsos, que es lo ùnico real y permanente.
Como puede verse Schopenhauer hace una cirugia muy cruda a la realidad, como si estuviera viendo la historia presente de los dominicanos de ahora...que se debaten de crisis en crisis, en medio de la voluntad, o sea, en medio del querer vivir...y desgraciadamente casi no poder ya, vivir.
Las disquisiciones filosòficas de Schopenhauer, que èl las dirige hacia una burguesìa normal e ilustrada como la que conociò y viviò en la mayor parte de sus setentaidos años en Alemania, nunca habrìan cobrado tal exactitud profètica como hoy dìa en la Repùblica Dominicana.
La voluntad de vivir, el querer vivir del dominicano de hoy es poco menos que una ficciòn.
Desenergizado el paìs...Carente de los màs elemental para poder vivir con decoro, con un emprobrecimiento creciente y una desorganizaciòn vergonzosa, no hay soluciòn posible.
El filòsofo fundamenta su ètica en la compasiòn. Si los cristianos dicen "amaos unos a los otros" Schopenhauer afirma "compadeceos los unos a los otros"
Que otro camino cabe, segùn el, al hombre de un paìs normal, seguir, que el de la compasiòn mutua. Compasiòn mutua porque todos, de una forma u otra estamos uncidos al narigon de la voluntad y el dolor.
Los hijos de esta tierra con mucha màs razòn todavìa.
No queremos que vaya a creerse que propugnamos por una actitud ante la vida llena de tristeza, depresiòn y pesimismo. No. Sòlo pretendemos hacer resaltar como las ideas y sistemas filosòficos vertebrados por hombres, que a lo mejor en su vida jamàs supieron que en Amèrica, en una media islita caribeña, de pocos años de fundada y que nombraban como Repùblica Dominciana, se iban a cumplir, con inesperada exactitud, sus postulados filosòficos.
Voluntad, queda dicho, es voluntad de vivir, necesitar màs, querer màs, y como no se puede alcanzar sobreviene el dolor y la insatisfacciòn que es justamente en el plan que estamos.
Por lo regular un dolor preñado de incertidumbres y premoniciones azarosas. Que la carestìa crecerà como la espuma...Que el asunto energètico...de la salud...del agua...de la educaciòn seguiràn peñas abajo.
El esfuerzo se impone. La lucha contra nuestras propias frustraciones se hace impostergable. O nos imponemos a la tristeza y a la impotencia, o la tristeza y la impotencia se impondràn sobre nosotros.
Nota: El dibujo de Shopenhauer es de la autorìa del artista Argentino Roberto Bobrow.
Muy buen post, me gustó como enlazaste las ideas filosóficas de Shopenhauer con la realidad que azota nuestra tierra.
ResponderEliminarVoluntad, aprendí mucho sobre ese deseo de querer más y más hasta ver reventar ese deseo.
Saludos, muy buen blog.
Gracias de nuevo amigo, es reconfortante encontrarse con personas que asimilan estos postulados a veces un poco complejos...
ResponderEliminarSaludos desde Quisqueya la bella...
Hola, soy el autor de este dibujo, que es parte de mi actividad creativa y profesional. Me alegro de que le haya gustado.
ResponderEliminarAgradeceré se sirva citar la fuente cuando utilice uno de mis trabajos. Se trata de algo que llaman "etiqueta" (y en Argentina, además, "buena leche"). Gracias.
Hola Sr. Bobrow, si supiera que me alegro de este contratiempo, ya que me ha permitido conocer a un gran artista del pincel caricaturesco, ademàs de darme la oportunidad de visitar su blog que considero super...la imagen la copiè de Google (imàgenes), aunque si vi la firma no la pude descifrar, por eso no puse la fuente, por lo tanto le pido disculpas, editarè la entrada y pondre la procedencia de este magnifico cuadro de Shopenhauer. Soy una ferviente lectora de la prensa Argentina, principalmente Argenpress, las carituras que publica Lander a veces las copio en un foro que participo, pero de verdad no sabìa que esta procedia de un Argentino, las caricaturas de su blog me encantaron, no dude Ud. que en algun momento me tomarè el atrevimiento de copiarlas, y claro està esta vez no cometerè este error imprevisto, que ha motivado su disgusto.
ResponderEliminarLe Saluda. Karina
Gracias, Karina. Como amante de la cultura me siento orgulloso de contribuir al embellecimiento de tus reflexiones. Suerte.
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