19 noviembre, 2006

EN PRISION...

No cabe dudas de que es desagradable estar.
La prisiòn de un hombre..Su pèrdida de la libertad en castigo por algùn delito cometido, o tambièn como una profilaxis social, quizàs como una prevenciòn o un preservativo de la delincuencia y comportamiento antisociales, siempre ha sido un tema de palpitante actualidad.
Para periodistas una fuente inagotable de reportajes...Para el ensayista, siempre un jugoso punto de anàlisis..Para el poeta un semillero de inspiraciones..Para el novelista, el dramaturgo o el productor de cine un enjundioso tema siempre explotable e interesante.
En una palabra, un tema siempre caliente, y siempre presente
En todas partes, y en nuestro paìs ni se diga, a raìz de la muerte del dictador, con los respiros de libertad y denuncia que afloraron entonces, una de las primeras escenas macabras que se abrieron, frente a frente a una opinion pùblica escandalizada, fueron las càrceles y ergàstulas del servicio secreto.
La sociedad està en su pleno derecho de castigar a los que violenten las reglas del juego de la buena y civilizada convivencia; y de cuidarse, de cuidar sus componentes de los elementos antisociales, psicòpatas y desamprensivos que hacen el mal.
Pero esa sociedad que castiga y penaliza no siempre es dechado de buenos ejemplos; es màs, ella fomenta y amamanta hipòcritamente la delincuencia, promueve la guerra, las disenciones sociales, la envidìa; insinùa al robo y al crimen.. pero eso sì, muy discretamente y a lo callado.
Por afuera nos presenta un còdigo de leyes muy estricto. Unas muy bellas normas de respeto a los demàs. Ley para eso ley para aquello, para lo otro y lo esotro, pero como dice el pueblo en los corrillos, "buche y pluma na´ma".
Y decimos esto porque o no se cumplen, solo se cumplen a medias, salvo los mas infelices que sì tienen que cumplirlas con pelos y señales.
Y asi no se vale. Ademas, si por si acaso meten en chirona a algunos con pesos ($$$), y apellidos o enllavadura- no lo pasa muy mal y hasta su pasito en carro le dan.
La situaciòn de las carceles no es un problema privavito de èstas. No. Es un problema de la sociedad, en su totalidad.
Toda la falta de higiene, la promiscuidad, la deformativa vagancia, la sucieza, las enfermedades, los irritantes privilegios, los abusos y la extorsiòn, las injusticas, la desesperacion de no ser enviado a los tribunales, la pèsima calidad nutritiva de la comida y por ahì hasta el infinito, son un reflejo perfecto de la sociedad que la sostiene.
Si las càrceles son asì como son es porque la sociedad, es tal cual, lo ùnico que con un poco màs de disimulo y ni eso a veces.
La diferencia que hay entre el castigo y la venganza es la siguente: El castigo tiende en su rigidez y dureza al escarmiento y la regeneraciòn del hombre delincuente, por aquello de que si en el delincuente no prima una disposicòn patològica a hacer el mal, con una carencia total de valores y de principios èticos, el delincuente puede perfectamente reorientar su vida.
En cambio la venganza no. La venganza la trata y pisotea para desquitarse, para saciar un odio tan ciego y absurdo como el del mismo delincuente o màs.
¿Entontes los carceleros son delincuentes? Bueno, los sàdicos y abusadores sì, al igual o peor que los que los que custodian.
De que los presos en general no son una papita, que no son gente fàcil, que a cualquiera le arrancan la cabeza, perfecto todo lo que se quiera argumentar.
Como decìamos anteiormente, todo lo que de feo y repugnante y degradante tienen las càrceles son un flamente reflejo de nuestra Sociedad.
Nadie da lo que no tiene. Si la sociedad no tuviera esas purulentas llagas y podredumbre, ninguna de las instituciones que auspicia- y el sistema penitenciario es una- tuviera esas marcas.
Y viente todo a ser en un cìrculo vicioso
La sociedad actual, con todo y su respiro polìtico, es un complejo humano altamente conflictivo, desigual e injusto.
Aqui ninguna instituciòn entièndase bien ninguna, cumple a cabalidad su cometido, ni siquiera las instituciones donde "las frutas estàn sanas, còmo lo va a cumplir, una instituciòn para "frutas podridas" o casi podridas...Ni soñarlo
El gran reto de que el "cambio" no supo interpretar correctamente. La gran responsibilidad que los juristas sòlo supieron enmarcar con el florilegio de sus "importantìsimas" leyes penales, pero a quienes se les escapò lo mas importante, el tiempo y el hombre todo.
Y ahì està fundamentalmente el fallo, en la idea del tiempo y en el concepto del hombre.
El tiempo no existe. El tiempo es lo que los filòsofos llaman como ya dijèramos un "Ente de Razòn", o sea que sòlo existe en la mente humana.
Lo que sì existe en el hombre y su proceso biolìgico, que èl, como inteligente que es, distribuyò ese proceso de su desarrollo vital, en espacios y èpocas, segun los astros y el clima y el dia y opta por llamarlo tiempo.
Y entonces, por su pereza o malicia, el hombre prefiere enquistartse en un tiempo pasado que para su egoìsmo y beneficio fuera mejor.
Y para algunas cosas màs que con otras y en este las càrceles siempre han sido
las de perder.
El ideal indudablemnte es otro. El ideal de la prisiòn regenerativa, rescatadora del delincuente comun. Salvaguarda de los mas genuinos valores del ser humano. Una fanstantica oportunidad.
Pero esos son sueños en casi todos los paises y no otra cosa.
Si a los recièn nacidos, y a los moribunddos que de por sì son gente inocua e inocente, si al hombre y a la mujer serios, de trabajo, se les presiona y vapulea econòmicamente sin muchas contemplaciones en nuestra sociedad, ¿Que no se les harà a los delincuentes?
¿Debemos pretender acaso que una sociedad injusta con los buenos, sea justa con los malos o lo que es peor, con los que ella dice que son los malos?
No nos hagamos ilusiones, pero con todo hay que seguir clamando en el desierto. En el desierto de los tribunales, de las supremas cortes, de las càrceles hacinadas.
En el desierto del paìs entero con sus calles llenas, no hay mas remedio.

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