Los problemas de la Iglesia, sin estar uno necesariamente inmerso en ella, saltan a la vista de los profanos con suma facilidad, tan solo fijàndose un poco. Bàsicamente son dos las modalidades que tienen; primero, problemas como instituciòn humana que es, regenteadora de un Estado soberano. Poseedora de un ejèrcito, aunque simbòlico, que en parte queda suplido, por el nada simbòlico "batallon" de agentes secretos bien armados que acompañan al Papa y lo protegen ya que es, y por derecho milenario, Jefe de Estado y Principe.
Es ademàs la Iglesia dueña y señora de riquezas incalculables que ella protege, sabedora que son patrimonio sagrado de toda la cristiandad, de la humanidad entera por igual. Tambièn tiene la Iglesia, Bancos, estaciones de radio, TV, bienes inmuebles, tierras, universidades, en fin todo lo que cualquier instituciòn humana pueda detentar para su influencia, prestigio y misiòn.
En segundo lugar sus problemas como asamblea. Esto es, como iglesia propiamente dicha, supuestamente depositaria absoluta de una "revelaciòn. Con una obligaciòn suprema, la evangelizaciòn. Con un mandato impostegable, la Caridad. Con un ùnico encauzamiento la Redenciòn, que comenzò en el Calvario y que sòlo ella està llamada a culminar, segùn sus propios postulados...sin embargo ve, estupefacta, que pierde vertiginosamente adeptos.
Los templos se vacian. Las òrdenes religiosas de varones y hembras (frailes y monjas), se van quedando cada vez màs solas. Las ordenaciones Sacerdotales cada vez màs esporàdicas. Los puestos misioneros desiertos. El fervor y las vocaciones en tal postraciòn que se necesitaron medidas heròicas, entre ellas la Misa Tridentina, o sea en lengua vernàcula, y que hace poco este Papa que nos gastamos a resuelto de nuevo porquè sì, que sea en latin, seràn pocos los que la entenderan. Tambièn hubo que echar mano a la instauraciòn del Diaconato, y otras para salvar la situaciòn.
Aunque no nos parece que el sentimiento religioso estè llamado a desaparecer, porque eso no van en la programaciòn psiquica del hombre que necesita de Dios, de lo alto, del Ser Supremo, o lo que sea, como de sus muletas el cojo, para andar con menos tropiezos por la vida.
El hombre, sèpase, en lo màs recòndito de su corazòn jamàs dejarà de ser sincrètico, y buscarà, ya lo està buscando, "Su Fe", y no necesariamente la que a cuenta gotas, otros igual que èl, le ofrezcan, llàmense Teòlogos, Santo Oficio, Sagrada Rosa o Curia Romana.
Las Sandalias del Percador, de MORRIS WEST, es el libro sobre el cual meditamos. The Shoes of the Fisberman, dice en inglès. De ella se ha filmado una estupenda pelìcula. La ediciòn del libro que tenemos es la sexta, data del 1979. Abarca trescientas cuarenta y ocho pàginas.
Cirilo Lakota estuvo diecieste años prisionero en la Siberia. En esas circunstancias fue nombrado Cardenal "In pectore" por el Papa anterior. Precisamente en los dìas en que muere el Papa Cirilo llega a Roma libertado y toma parte en el Cònclave donde es, por aclamaciòn de los Cardenales reunidos en la Capilla Sixtina, y que apenas lo conocen, elegido Papa- Acceptasne electionen"? Le pregunta el camarlengo, Acepto, miserere mei Deus!" Responde Cirilo.
En toda esta novela, profètica, ve uno, como el autor trae a colaciòn sin llamarlo por su nombre, situaciones en que se ha visto envuelta la Iglesia, como es el caso del P. Telèmond SJ, en novela, el P.T. Chardin SJ. en la realidad.
Cirilo el primer para ruso, el primer extranjero en siglos, el primer viajero....Juan Pablo II , un viajero incansanble. Profètica coincidencia.....
plop
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