02 agosto, 2007

LAS MANOS....


Las manos, ¿què bellas son y que nobles!...¿Què no tocan?...¿A donde no son capaces de llegar?...¿Que bien o què mal hay, por grande, recóndito, terrible, en la vida, que ellas solícitas, prestas, fàciles, como dos alas de paloma, no sean capaces de llevar a cabo?...Realizar...

Con ellas, ejecutoras infalibles, se sana, hiere; se bendice y maldice; se señala y se esconde; se acaricia y golpea; se crea y destruye; se es generoso, y mezquino.

Con ellas, como instrumentos, se han consumado los mayores portentos en la historia, desde la invenciòn de la rueda, y las construcciones en el Neolítico de los Dòlmenes y Túmulos funerarios de aquellos antepasados de nuestros antepasados, hasta las manipulaciones màs sofisticadas llevadas a cabo por los Astronautas ante la consola computarizada de una nave espacial; o en el quiròfano, cuando magistralmente, el cirujano que es todo manos habilìsimas, opera un corazòn abierto, una Hipòfisis, o el globo ocular.

Con ellas se han llevado a cabo las guerras, los genocidios, los aniquilamientos màs devastadores. Por igual ellas han sido el vehìculo de las grandes construcciones, monumentos colosales e imperecederos llenos de arte y sublimaciòn en la paz.

Sòlo ellas son capaces de rubricar, con un gesto o con la firma, la misericordia que la voluntad resuelve. El culto al Dios todopoderoso que el hombre creyente rinde. El amor por la vida. La angustia indescriptible de la muerte. La aprobaciòn entusiasta en los aplausos. La alegrìa.

Las manos, montoncito de nervios, cartìlagos, venas, huesecillos y minùsculos musculitos. Tan insignificante cosa físicamente hablando, unida al antebrazo por la "muñeca", una palma, un anverso y cinco dedos dispares en tamaño y grosor, ¿cuàn poca cosa! Y què de maravillas ejecuta. Tan simple y desvalida, y tan capaz de conmover y revolucionar el Universo, estremer los cimientos mismos de la creaciòn y llamar la atenciòn de Dios!

¿Que no tocan las manos?..¿Que no son capaces de gesticular?...Què no de alzar, señalar, representar, indicar, "decir" protestar, aprobar.

Las hay largas, finas, huesudas, desplicentes que cuelgan de los huesos del brazo y antebrazo en caprichoso descuido. La de los niños son seda. Las de los ancianos nervudas. Las del obrero grandes y asperas. Las hay revoloteadoras, inquietas, que no conocen el reposo que siempre tiene que estar algo entre ellas. Unas son grandes y peludas, como instrumentos de terror. Otras son pequeñitas, ganchudas, repelentes. Unas son vizcosas, siempre sudadas y blandengues que llenan de raras y pertubadoras premoniciones al que se la estrechan.

No es culpa, son asì, tienen esas caracterìsticas...asì como aquellas manos varoniles, peludas unas, mas otras no, que tienen la virtud de un bàlsamo mágico  cuando nos acarician, enredan sus dedos en nuestro cabello y de ahì en adelante bendecimos las manos...no importa como sean, secas y retorcidas como algunos troncos viejos de piel muy fràgil y torpes movimientos.
Y, como corona de las manos, las uñas que dejamos crecer y pintamos, que hombres vanidos acicalan con esmalte transparente, y que todos absolutamente todos debemos llevar siempre bien recortadas y muy limpias.
¡Oh las Manos! Què grande son las manos del hombre o mujer màs pequeño...!Que grandes
ese abrazo del amigo que nos consuela, y nos pasa su mano por la espalda, de nuestros familiares, nuestros padres, hermanos (as), abuelos(as)...Las manos, siempre las manos, ese apretón de manos que nos dice, puedes contar conmigo, esas son manos indescriptibles..

1 comentario:

  1. Lamento el hecho de no pasar muy seguido por tu bloog…es que no tenia tiempo para poder visitarte ya que entre al colegio y los días se me hacen nada… el tiempo ya no me facilita las cosas en nada. Leí hace algún tiempo esta entrada que habla de las manos. Es muy lindo en verdad; en realidad siento que las manos de una persona pueden decirnos mucho de ellas mismas; la forma en como las resguardan al entablar una platica, o como las mueven en una disertación, la forma en que acarician, etc.
    La verdad es que hace días que estuve con un amigo poeta, que viajo de concepción a chillan para, además de visitar a su familia, descansar de lo estresante que es la universidad. Además de eso, conservo algunos días para danos a los amigos.
    Cuando veíamos una película, nos sentamos juntos, y al tomar sus manos pude darme cuenta de que es un poeta por excelencia: sus manos eran frías y delicadas, llenas de un perfume humanista, y preocupadas por la simpleza estética y hermosura de la vida.
    Es común que uno piense que, debido a la profesión, la delicadeza o la rudeza de nuestras manos… es que siento que podemos entregar tanto a través de ellas… ^^
    jajajjaja, yam amiga, tenia ganas de mandarte un comentario. =)
    Cuídate mucho,
    Y te estaré escribiendo!

    Terran

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