20 junio, 2007

EL PRINCIPITO... (1)

"Sòlo con el corazòn se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos"

El Principito comienza con la simpàtica historia, reminiscencia infantil de su autor, la serpiente Boa que se traga un elefante y èl, con su ilusiòn de niño la dibuja, pero pasa lo que tenìa que pasar, los adultos no comprenden el dibujo, lo interpretan toscamente, diciendo que es un sombrero maltratado, y lo mandan a estudiar gramàtica, aritmètica, geografìa y a que coja cabeza.


Desilusionado por la incomprensiòn de los mayores, se dedica aprender a volar aviones, y en uno de esos vuelos tiene un percance y debe aterrizar forzosamente en el Sahara, a màs de dos millas del lugar habitado màs pròximo. Allà se le aprece, de buenas a primeras -El Principito. Venìa del Asteroide B-612.
Habìa iniciado un pèriplo por los Asteroides cercanos a su pequeño planeta,en cada parada nos da una lecciòn.


En el quinto està solo un farolero. Prende y apaga de contìnuo su farol, asì el hombre. Su vida es un interminable terminar y comenzar de nuevo. Amar y Odiar. Trabajar y holgar. Confiar y desesperar.


El Anciano geògrafo con sus libros mora en el ultimo de los Asteroides. Todo lo sabe. Todo lo conoce, pero en el papel, no ha vivido o no ha querido vivir, jamàs se involucra con la vida.


Por fin cae en la Tierra. Se maravilla de lo grande que es, para lo escaso de las personas que la habitan.
Caminado se encuentra con una serpiente y charla con ella, pero no la entiende pues solo le habla en enigmas.


La Flor le dice que los hombres "no tienen raìces". Que solo hay dos o tres de ellos en todo el planeta, y que la brisa los vuela.
Sube a una montaña y saluda. Sòlo el eco repite como si fuera una contesta, su saludo reiteràndolo.


-"Que planeta màs raro, pensò, està todo seco, puntiagudo y salado. Los hombres que lo habitan carecen de imaginaciòn. No hacen màs que iterar lo que se les dice"- Y vuelta a caminar.


En eso se encuentra con un jardìn de Rosas. Un poco màs alla con el zorro.
".Si, veràs, le dijo. Tu no eres para mi todavia màs que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos, y no te necesito para nada; tamposco tù tienes necesidad de mì, y no soy para tì màs que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tu eres para mì ùnico en el mundo, como yo lo serè para tì".-
Le, argumenta, tratando de convercerlo para que le tome y lo domestique- "domesticar es crear vìnculos"- insiste ansioso.


Cuando ya el Principito se alejaba, el zorro, triste le dio su secreto, y es donde a mi parecer radica el mensaje de esta obra sin precedentes: "Sòlo con el corazòn se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos!"- Sòlo los niños son capaces de ver con esos ojos, los del corazòn, a los adultos ya se nos olvidò como.


El mensaje està manifiesto, Sencillez de vida.
Discurrir sin complicaciones y futilidades, abrazados a la franqueza. Llevando por bandera la simplicidad de vida. Lo llano, lo fàcil y natural.
Pero el hombre no. Se empecina cada vez màs en hacer aparatosa y apocaliptica su existencia. Una existencia que puede ser màs apacible y voluminosa que una gota de mañanero rocìo!..


Una de las historias màs extraordinarias inventada por escritor alguno es este Principito de Antoine De Saint-Exupery.


Saint-Exupery, hombre de personalidad compleja y completa. Abierto, transparente como los cielos que surcò, muriò en 1944, exactamente a los cuarenticuatro años, habia nacido en 1900, con el Siglo XX. Su cautivador carisma sintetiza en èl, componedor de valìa, gran belleza, profundas y filosòficas ideas, creatividad sin par, cuya obra màs insigne es precisamente esta del Principito, con una mentalidad de adulto ocupado en cosas serias, y en quien la sencillez y la simpleza de las cosas verdaderamente hermosas de la vida se habian ido apagando.


Facturada como està, la obra el Principito, con la frescura, agilidad y lozanìa que aùn se respira a travez de la traducciòn y a pesar de ella, siendo estas casi siempre las mas mortales enemigas de las grandes obras que pasan por su implacable y demoledora criba.


Nos sorprende Saint-Exupery, agradablemente con esta historia riquìsima en ternezas, en sotoriente ironìa, en simpatìa y amabilidad, nos induce a caminar por el bosque de ensueños y melodias que sus glosas y nuestros pensamientos nos llevan. Nos deja arrastrar tranquilamente como cuando niñas bordeabamos los linderos de la fantasìa y la ilusiòn vestida de sedas, luces y sonidos de cascabeles. Nos lleva a ser un poco niñas, sin por eso dejar de lado la responsabilidad que conllevan nuestras obligaciones, haciendonos volver a la Edad de Oro.


Comienza a ir sumergièndonos en una inusual cosmo-visiòn infantil, azucarada y tierna, nos enseña el verdadero sabor de las cosas cariñosas y cantarinas de la vida. La lògica de la sencillez y del descarnado amor. Nos insinua entre lìneas la terquedad y necio academismo de los adultos.
Al niño se le advierte desde lo màs tierno de su infancia que solo vale y es importante la historia, el càlculo matemàtico, la sintàxis gramatical, la geografia, la quìmica. Se colocan cortapisas al raudo vuelo de su sutil imaginaciòn. Se afean los lìmpidos colores de sus inteligentes ideas. Se frustan sus ìntimas y naturales inclinaciones siempres sanas y siempre buenas. Los adultos no comprendemos por desgracia ya, ese mundo de maravillas y no lo entendemos, porque, fue nuestro una vez y nos lo afearon tambièn. Entonces ya, o son aviadores, marinos, choferes, mèdicos, abogados, reyes, presidentes, libreros maestros, financistas...preocupados y afanosos en las cosas serias de la vida enterramos "in aeternum" la ilusiòn y la alegre sencillez de nuestra corta existencia.


El hombre , muchas veces, atormentado por la angustia que va aparejada a la propia existencia se siente apabullantemente solo. No tiene que ser necesariamente soledad fìsica. Abandono material. Saint-Exupery nos habla de estar perdido en el desierto de Sahara donde cayò su aviòn y donde la aldea màs cercana distaba a unas mil millas de distancia. Se nos antoja que es un "estar perdido" simbòlico.. Bien sabemos que en medio del atronador bullicio, siente el hombre la soledad cincelada por esos tantos motores que tenemos desesperadamente que reparar en la vida. Habièndonos dormido asì, con cavilaciones tan y tan serias, vitales, de ùltimo minuto una cantarina voz infantil nos pide al despertarnos que le pintemos un cordero, ni boas, ni elefantes sino un corderito que no estè cansado, que no sea viejo , que no sea carnero y si fràgil, pequeñito.


Para salir del paso Saint-Exupery le entrega una caja, con tres rendijas, le entrega el bosceto a su joven interlocutor, que no es otro que EL PRINCIPITO, dicièndole que en esa caja, va el cordero que el quiere, y asi- es como yo lo querìa!- exclama el tierno niño. Àhì està, al vuelo la fantasìa y el intimismo, sòlo en una estructura mental tierna, desprejuiciada y sana, como la del niño cabe aceptar y regocijarse en juegos tan inocentes.


El adulto, agitado por mis cosas serias y especulaciones dificiles, tropieza y cae
al primer intento de avanzar por ese mundo. Dibujar cajas que llevan dentro corderos!, Vaya perogrullada!...Si hoy tenemos viajes a la luna y a venus, penicilina, cine, T.V. Tarjetas de Crèdito, Boxeo, computadoras...no es para andarse a estas alturas con "boberias" Y no lo son. Hemos fusilado la sencillez del vivir y por eso tanto de ùlceras, neurosis depresivas y suicidios.
¿Ay, si pudièramos hermanar el tecnicismo y el progreso con la sencillez y las luces de un encantador vivir!.... (Continua......)

4 comentarios:

  1. Anónimo20/6/07

    Amiga Karina:
    Por zanjar el asunto. La expresión “lo juro por....” también es muy habitual por estos pagos. Y debido a mi profesión, tengo que hacer frecuentemente uso de Internet. ¿Por qué te iba a mentir?
    Un saludo amiga...

    ResponderEliminar
  2. Ok, mi amigo, me resigno a creerte, ni modo....
    Saludos cordiales.....

    ResponderEliminar
  3. El Principito es un libro pedagógico, filosófico, una historia de amor y de la amistad. Lo esencial es lo que los ojos no pueden ver... buena frase para un mundo regido por el pragmatismo. Es una historia de de amor y de amistad, de soledad, de encuentros y desencuentros.
    Es un libro de soledad: de nuestro amigo aviador, incomprendido y solitario; del Principito, cuyo viaje es un intento por comprender aquella su "rosa", lo complicado de amar; los desencuentros del principito con los diversos habitantes de los planetoides, y el solitario zorro que vive huyendo de las personas humanas. Pero además es un libro de encuentros, de apertura hacia el otro: El encuentro entre el principito y la rosa, entre el aviador y el principito, entre el principito y el zorro. Quizá nos invita a descubrir que lo que hace especial a los demás es el amor que compartimos con ellos. Por ello
    domesticar es "crear lazos", crear lazos es la "philia" que une a los amantes y a los amigos.

    Bueno Karina todo esto es un pretexto para felicitarte por tu blog...

    ResponderEliminar
  4. Hola Mirkos, gracias por tus palabras, la verdad que reflejas en ellas el sentido fundamental que plasmò el autor de esta fantastica obra, ìcono cuando se quiera sintetizar el amor y la amistad como eje principal que mueve nuestras acciones en el mundo.

    Visitè tu blog, y me gustò mucho, es raro en chicos de tu edad tanta profundidad de pensamiento, pese a este mundo que va perdiendo poco a poco el valor del intelecto y la educaciòn cultural, sustituyèndola por otros patrones fuera de orden.

    Un saludo cordial...Karina

    ResponderEliminar