28 junio, 2007

SOBRE LA SENECTUD Y LA VIDA.....

Para algunos y algunas, la vida se les cumple en la màs cruda de las estrecheses y miseria.

La mugre campea en sus enfermizos cuerpos y camisas rotas, miradas opacas, indefinibles. Si no estàn descalzas las encallecidas plantas de sus pies, llevan a rastras calipsos o chancletas rotos.

Un viejo palo de escoba les sirve de ayuda a sus dos piernas cansadas. Las articulaciones alteradas por la artritis. Rìgidez muscular, funcionamiento orgànico alterado. A todo esto a veces se una la ingesta de alchohol en exceso lo que hace mas lastimoso el cuadro de esa senectud seca, desamparada, sin la mas mìnima esperanza.
Ancianos acabados, hirsutos. Peinando, si es que alguna escasa pelambre capilar les queda, unas canas cenizas de puro sucio.

Van temblorosos y perdidos, desorientados en medio de un mundo que no es ahora, el que ellos vivieron. Un mundo hostil que los rechaza insensible. Desandan calles repletas de jòvenes y adultos de otras edades que no les conocen, ni lo desean, ni le miran a los ojos...

Pocas cosas hay tan sobrecogedoras como el rostro de un niño y de un anciano, sus ojos.
Son las playas extremas del viaje de la vida, que es tan breve y en el que paradòjicamente se puede hacer tanto. Nos reconforta mucho ver a los que van a comenzar esta carrera de avatares y sorpresas de la vida, y contemplar a los que van llegando a la meta, cansados y encorvados y llorosos y alucinantes. Me reconforta, decìa, y reafirma en nosotros vocaciòn por la vida.


La contemplaciòn por demàs de la lozanìa de la infancia y las estrecheces y arrugas de la ancianidad, constituyendo la meditaciòn visual màs completa.
Una nota de humildad para nuestras propias vidas que tendemos a disiparla y malgastarla, como si fuera para siempre, como si fuera de hierro.


Las cosas estan llamadas a suceder como sea.El tiempo de cada uno està previsto. El universo se tomò billones de billones de años para dejarnos ese granito de arena perdido en èl. Debidamente habitable y acondicionado para nosotros.

Infancia y ancianidad, puntos extremos de una idèntica unidad, que es la vida, veteada por los destellos de unos ojos rebosantes o apagados.
Punto de llegada y punto de partida de la brizna existencial, a la que nos aferramos desesperadamente y con sobrada razòn, porque la vida es indiscutiblemente hermosa.

Hay sin embargo otra ancianidad esplendorosa, si es que, tan optimista calificativo, puede aplicàrsele a una edad que marca el fin. Ancianitas y viejitos atildados. Limpiecitos. En el disfrute pleno de sus facultades intelectivas. Siempre oportunos en el consejo, moderados en sus entretenciones, comprensivos, y sufridos en sus achaques, para no molestar demasiado a los demàs.

Esa ancianidad, asì, es fructìfera y ejemplarizadora. No se extralimitan, saben respetar para que sus años y canas sean adecuadamente respetados. Se saben ya personas mayores y no se ofenden si alguien, por ello, les gasta alguna broma. Se interesan por las cosas de hoy. Ponen en su justo lugar las cosas del ayer, las de su "època" sin lamentar demasiado que hayan pasado, asì como tambièn, sin privar que las han olvidado por completo, cosa que no se verìa bien en los màs jòvenes.

La vejez, como epìlogo de la vida, la resume. Cada vejete pone de manifiesto el tipo de vida que tuvo en sus años de juventud y adultez. A la desorganizaciòn y el desorden de vida, no puede seguirse una ancianidad alentadora ¿como? Si no se tuvo esa tradiciòn, no podrà improvisar a los ochenta años, ni soñarlo.

De una juventud y una adultez sana y morigerada por recta obligaciòn se sigue una vetustez placentera y equilibrada a pesar de que la vida y cùmulo de años se las traen.
Imàgen: Sandra Sandoval




4 comentarios:

  1. Me han gustado las descripciones que has dado. La senectud es volver a ser niño otra vez.

    No estoy de acuerdo con los dos tipos de ancianos que quieres yuxtaponer, ya que uno no tiene ninguna relacion con el otro.

    Se puede ser un anciano mugriento, andar con camisa y zapatos rotos y ser un gran ejemplo, ser alguien sabio que transmita sabiduría con cada palabra, ser alguien que se reserva sus achaques y alguien a quien no le molesta que le llamen viejo.Se puede tener un bastón de palo de escoba y ser un ejemplo también.



    "De una juventud y una adultez sana y morigerada por recta obligaciòn se sigue una vetustez placentera y equilibrada a pesar de que la vida y cùmulo de años se las traen."

    Lamentablemente el sistema de nuestro país es anti-anciano. La vetustez no es placentera para muchos de nuestros envejecientes, sin importar como fue su juventud, si fue sana o no. En otro país quizás sea el caso, pero no en el país que conozco.

    Te felicito por el gran homenaje a los envejecientes.

    Ciao

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  2. Baakanit esto es generalizando, fìjate que comienzo "para algunos y algunas"...no es que sean todos, en realidad eso es lo que tu ves a diario por las calles de nuestra ciudad, precisamente esta mañana cuando me ejercitaba por el Mirador Sur, de regreso contemplè un anciano mugriento, sucio hasta mas no poder tirado en la acera en forma fetal...los ojos vidriosos, bueno era triste este espectàculo, lamentè no andar con mi càmara como a veces hago para tirarle una foto, y bajarla en el blog de polìtica,(Momentum) a ver si tenìa la suerte de que alguien de Salud Pùblica la viera, que es ya mucho pedir...hay ancianitos que son limpios, cuidados por sus familiares, pero los ancianos pobres es asì que viven...es mas creo que en ningùn pais he visto mas ancianos en las calles en lastimoso estado como en New York.
    Saludos...K

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  3. me gustó el post..
    un tema siempre dificil de abordar.
    me parece tu texto muy acertado y conmovedor y bueno ni que decir que quedó perfecto para acompañar la imagen

    besitos

    sandra

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  4. Anónimo26/10/07

    Corregir la escritura mejoraría la imagen de este material. El acento grave se utiliza cuando se escribe en francés.

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