EL PRINCIPITO (2)

..."Me gusta que mis desgracias se tomen en serio"... pensò ante la alegre carcajada del Principito, Saint-Exupèry, en representaciòn, el, de toda la humanidad adulta...y resuma entre lìneas la idea-pregunta : ¿què tan seriamente deben aceptarse los contratiempos y las desgracias personales?

Sorpresivamente hemos caìdo de la nada absoluta al ser. Ese ser, existir, de por sì, es lo suficientemente absurdo y trabajoso como para recargarlo aùn mas.

Pero nosotros, los adultos de este planeta no calamos esa sencillez y es una làstima. Nuestros taladros y barrenos oradan hasta 100 Klm. de dura y compacta piedra de la corteza terrestre, fisuran delicadìsimamente en complicadìsimas cirugias el corazòn y el cerebro, escarban la plataforma submarina, pero...ahondar en la sencillez del vivir ¿que va!...nunca....Saber no ser, mas desgraciados de lo que, a veces las circunstancias imponen, se nos hace titànicamente mas que imposible.

Necesita, entonces el hombre un reencuentro, con los años apagados y cenizos ya, de su infancia.

El Principito tenìa que venir de otro planeta, no ni siquiera de un planeta, con un asteroide, porque en nuestros propios niños comienzan ya muy temprano a apargarse las ilusiones. Venìa del universo el Principito. Su mundo era pequeño. Los problemas que en el habian eran pequeños tambièn.

La risa y la ilusiòn campeaban. Las desgracias, como la muerte de una flor eran encarados con un corderito con su casa, la caja, para por las noches; y sin sogas ni postes para atarlo..¿Còmo atarlo en un mundo tan chiquito?...El Principito, fiel espejo de la luz y la sutileza infantil no entendia algo tan obtuso como el amarrar algo para que no se vaya, para que sea mio. Què barbaridad, los adultos entendemos y desciframos lo dìficil y enredado y somos torpes y mensos para lo diàfano y sencillo. Sabe lo que es amarrar, asegurar las cosas para que no se vayan!

Los ojos de nosotros los adultos se han vuelto de piedras. Los càlculos y el descubrimiento del Asteroide B612 hecho por un astrònomo turco fueron desconocidos hasta que este no vistiò a la usanza occidental.

El criterio que rige las relaciones entre los hombres es asfixiante, Edad, Estado Civil, Trabajo, Cuenta Bancaria, Preferencias sexuales, apellido, donde vive....otras referencias, como dirìa Saint-Exupery, el tono de su voz ,su amor por las flores, si gusta de ver los atardeceres, si sufre con los que sufren, resultarìa a los oìdos e inteligencia de los demàs sandeces incalificables, tonterias romànticas.

A los adultos nos fascinan las grandes cifras. Llamar al mundo del Principito Asteroide B61, despierta en las serias mentes adultas una inusitada curiosidad: si decimos de su sencillez se aburren.

Y exclama el autor:..."Tener un amigo no es cosa de la que puede ufanarse todo el mundo" y que cierto es esto.

El muchas veces llamado amigo, sòlo es verdadero amigo de si propio y lo mas penoso del caso es que sin darse verdadera cuenta de ello.Lo descubrimos de buenas a primeras cuando de golpe sobreveviene algun cambio que hacen virar intereses. Entonces se esfuma el llamado amigo como por encanto.

Què difìcil erà para todos los adultos, ver el mundo desde otro angulo...¿Còmo podrìamos hacerlo, sin caer en el infantilismo?

El baobads es un àrbol mostruoso, dada la pequeñez del Asteroide B61, en nuestro planeta no pasarìa de un frondoso laurel o sauce. Para el mundo del Principito el crecimiento de un baobads constituirìa una verdadera tragedia. Cuantos Baobads son tragedias en nuestras vidas?...

En nuestros diminutos y parcelados mundillos que de caos y turbulencias interiores se forman cuando aflora la primera ramita de un baobads. Pero nuestra excesiva "lògica" de adultos nos entorpecen la soluciòn correcta, arrancarlos cuando son pequeños.

Se nos antoja tambièn que el Asteroide posiblemente reventado por un baobads o tres, se asemeje a la vida de un individuo doblegado por la falta de un enfoque correcto al "problema" de sus problemas...Insistimos, en el mensaje de simpleza y sencillez que respira toda su obra Saint-Exuppèry. Un corderito habrìa de ser la màs fàcil e inmediata soluciòn del problema de los baobads, porque a estos, se les tenìa que atacar desde temprano. La cizaña no puede dejarse crecer, nos rememora una vieja enseñanza evangèlica.

El Baobads es tantas cosas....Neurosis fermentadas por los prejuicios sociales...complejos alimentados por un incorrecto enfoque de las cosas y de la vida...temores infundados....odios raciales....La soledad y el abandono cuando estamos vacios por dentro.

El peor de los Baobads vive en cada uno de nosotros y es nuestro egoismo.

Pocas lìneas hay en la literatura universal de tan profunda y larga resonancia humana, como las precedentes.

¡Què hermoso es ver ponerse el sol!...Y la temàtica central de esta obra sigue, entre lìneas, exhalando su agradabilìsimo perfume y su callada persuaciòn....Sencillez, simplicidad de vida. Ya los hombres no sabemos ver ponerse el sol, que es saber, en otros tèrminos, encontrarse asì mismos, vivenciarse. Hay mucha TV y cinematografìa por delante, para aburrirse soberamente, viendo puestas de sol.

Las consideraciones siguen girando sobre la temàtica central. El hombre adulto, volcado sobre el perno de su motor dañado, las manos llenas de grasa, sudoroso, fastidiado, es un hombre ausente de sì mismo.

El hombre ha vivido esa ausencia, por generaciones. Ausencia e infelicidad.

Somos hongos, coloradotes, no han hecho mas que sumar y sumar para sì. Restar a los demàs. Nunca se han inclinado a oler una flor, ni alzado la cabeza para contemplar las estrellas.

En el mundo del Principito no hay tigres, los volcanes se desollinan, hay flores que nacen con el sol y tienen miedo a las corrientes de aire y tosen, querian biombos. Los baobads se arracaban desde que surgian.

El Principito dialogaba con su graciosamente vanidosa flor mientras se preparaba a partir. Era su gran aventura o nuestra a la vez. Habìa una emigraciòn de pàjaros silvestres, se iria con ellos, por eso ponìa las cosas en orden para que su partida fuera menos triste.

Las ùltimas palabras de su ùnica amiga y compañera, la flor fueron estas...."Serà necesario que soporte dos o tres orugas, si quiero conocer las mariposas"...

Boten las penas, las pequeñas molestias que resarce luego en bienes y alegrias mayores. (Continua)...

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