12 junio, 2007

J. J. BENITEZ Y SU TEMATICA OBSESIVA...


J. J. Benitez tendrà en la actualidad unos 62 años. La fama de excelente novelista que ha adquirido es de verdad sorprendente. Su temàtica obsesiva: Los Ovnis. Su ovnifilia lo ha sumergido en su mundo de viajes espaciales a velocidades superiores a la luz. Un mundo de tecnologìas tan sofisticadas y perfectas que se creerìa que la nuestra, ahora, resulta burda, atrasadìsima, alienante...pero no.
Sòlo, uno de los autores afines a lo fantàstico y al futurismo, el francès Julio Verne, a nuestro entender, se le puede parangonar, en cantidad de titulos publicados, tal vez no tanto en la originalidad de los temas. Con todo, a Benitez sòlo se le podrà aquilatar a toda capacidad en el futuro. Mañana, muchas de sus actuales invenciones novelescas es muy probable que sean y sobrepasen la realidad, y lo estamos viendo.
J.J. Benitez es español. Naciò en Navarra, una provincia al Norte de España cuya capital es Pamplona. Tiene tras sì una casi interminable estela de tìtulos, entre otros:..."Existiò otra Humanidad"; "Cien mil kilòmetros tras los ovnis" ; "Incidente en Manises"; "Encuentro en Montaña Roja", "Los visitantes", "El Misterio de la virgen de Guadalupe"; "La punta del Iceberg"; "Erase una vez un ovnis".... en definitiva si hacemos la lista completa serìa demasiado tedioso, asì que lo paramos aquì.
Este libro que traemos entre manos y reconditeces del cerebro es su novela "CABALLO DE TROYA". Es novela, es historia, es ciencia ficciòn....Novela porque en realidad es el gènero literario dentro del que cabe perfectamente...es historia porque la narrativa se basa en los cuatro evangelios que son libros històricos, independientemente de que sean revelados o no segùn los creeres. Se fundamenta tambièn en el Talmud, en la Tora, los documentos de Flavio Josefo y tantos de ese entonces: evangelios apòcrifos incluìdos.
Es ciencia ficción por consistir su narrativa en un viaje al pasado, justamente al año 30, a Palestina, durante la celebraciòn de la Pascua. Aquella Pascua que fue judìa y fue universal como ninguna.
La persona històrica de Jesucristo no ofrece en orden de su existencia, hoy dìa, dudas a nadie. Sòlo su divinidad es la que ha sido objeto de innumerables controversias. El Concilio de Efeso definiò dogmàticamente el espinoso problema teològico presentado por Nestorio, quien fuera Patriarca de Constantinopla. La Iglesia definiò entonces a Cristo, verdadero Dios excomulgando a Nestorio de la Iglesia por heresiarca.
Todo lo que gire alrededor del Hombre-Dios, el Gigante, como lo llama Benitez, por su estatura fìsica e irradaciòn espiritual, es interesante observar. En la novela, como su autor hace incapiè en el aspecto que ofrecìa a sus contemporàneos, Jesùs de Nazaret, cautivante, para hombres y mujeres por la sensación de paz y el porte tan lleno de dignidad y a la vez absequibilidad que tenìa, los describe magistralmente una y otra vez.
Nunca antes, ni despuès, hombre alguno fue capaz de concitar tanta atenciòn a su alrededor. Atenciòn sostenida veinte siglos despuès de su muerte, con la misma curiosidad, el mismo interès, el mismo amor que la primera vez. Nadie antes ni despuès ha sido tan repudiado, odiado y maldecido de forma tan perseverante y con tanta saña. Ese Jesus de Nazareth. Ese personaje de personaje. El Hijo del Hombre.
Antes de El, existieron en el tiempo, grandes maestros gurües, muchos de ellos fundadores de religiones antiquísimas, como Gautama Buda, Lao Tse, Confucio, religiones que aùn perduran con mùltiples ramificaciones, pero ninguno de ellos ha sido capaz, de vivir con aquella pasiòn casi enfermiza, en el corazòn de sus seguidores, en el claustro o en la calle, como Jesùs, llamado el Cristo, o sea el ungido.
Benitez en este su Caballo de Troya, nos cuenta en su archidocumentada narrativa de un proyecto super secreto entre las entonces dos grandes potencias EE.UU. y la URSS, las dos caen dentro de los paràmetros de la influencia judeo-cristiana, y quieren dar por sentado los acontecimientos acaecidos en el año 30 en Jerusalem durante la pascua.
Asi como el famoso descubrimiento; el de los MUNDOS PARALELOS.
Por los mundos paralelos el "ayer" puede ser perfectamente el ahora de "hoy", el ahora de "hoy" corre parejo con el hoy de "mañana". Se hacen estudios. Se experimenta con la inversiòn de la materia del hoy en "ayer", y resulta que efectivamente se puede "ir" al pasado.
El viaje al pasado estaba científicamente probado que era posible, y entre ambas potencias tras la inversiòn de miles de millones de dòlares, y dentro del màs estricto secreto, entre el gobierno de Estados Unidos y el de Golda-Meir en Tel-Aviv.
Se dieron a la tarea de poner en una nave- cuna, un equipo altamente capacitado para hacer "el viaje" le llaman- dos crononautas, la NASA, el Departamento de EE.UU, estarìan al tanto.
Se barajan muchas posibilidades de èpocas, decidièndose por el fin del año 30, del S.I, de nuestra era. No era este un viaje como se concibiò originalmente, es como si lo fuera. Es una inversiòn de masa "hoy" a "ayer". "La Cuna", como ya dijimos llamaban los dos tripulantes a la nave se puso en funcionamiento el 12 de febrero de 1973 para, en retroceso de 709, 137 dìas advenir al 30 de marzo del año 30, dia jueves, previo a la primera Semana Santa.
Uno permanecerìa en la "cuna". El otro se irìa a rastrear por donde andaba Jesùs de Nazaret. Como estaba exactamente planificado lo encontrò en medio de una multitud cuando iba a resucitar a Làzaro. Jesùs lo viò y reconociò en aquel "griego llamado Jasòn a un hombre venido del futuro, de los EE.UU, del S.XX.
La simpatia fue mutua. Jesùs a "Jasòn" por su osadìa y la osadìa de los de su època; "Jasòn" al Maestro, al Gigante, por aquella mirada..."Los ojos del Galileo, ligeramente rasgados y de un vivo color de miel, tenìan una virtud singular: parecìan concentrar toda la fuerza del Cosmos. Màs que observar,, traspasaba...la frente despejada. Su faz, apacible y tibiamente iluminada por el sol, infundìa un extraño respeto. Levantò los brazos y depositando unas manos largas y velludas sobre mis hombros, sonriò, al tiempo que me guiñaba un ojo."
La narrativa de Caballo de Troya, desde que La Cuna, como llaman a su nao del tiempo, se posa entre Betania y Betfgè hasta que parten a las 05.42 horas del domingo 9 de abril, primer domingo de resurrecciòn, es simplemente sobrecogedora, asì como suena. Para los que tengan fe o no, aunque claro, su lectura me imagino serà doblemente impresionante para aquellos, sean catòlicos, protestantes, agnòsticos o ateos, que vean en Jesùs de Nazaret algo màs que un ente històrico, sino el Mesìas, el Salvador del Mundo.
Caballo de Troya son, en cada una de sus partes, la primera, segunda, tercera y cuarta dos libros en cada uno, por las cantidad enorme de documentaciòn, que a tìtulo de notas al màrgen trae.
Esas notas marginales son riquìsimas en informaciones cientìficas, historicas, teològicas, antropològicas, arqueològicas...una enciclopedia.
Las notas de corte cientìfico son enormes, es toda la ciencia futurista, o algo de ella, como si nada.
Otra faceta cautivante de Caballo de Troya es, el como nos presenta a El, al Gigante. En ningùn momento se aparta de los Evangelios pero elucubra, fantasea realìsticamente sobre detalles que los libros sagrados como es natural no especifican.
Esta obra extraordinaria en el campo de la inventiva de ciencia-ficciòn, es raro que no estè en los anaqueles de las bibliotecas de los amantes de la lectura. Con su dosis religiosa para quienes la degustan; con su dosis de descreimiento, para los escépticos...

1 comentario: