Todo el mundo no puede ser igualmente importante. Entonces se acabarìa la importancia de lo importante. Si esa importancia se acaba para muchos la vida no tendrà la misma sabrosura. Carecerìa de sentido y razòn. Mire Ud. que no haber gente importante, ni cosas importantes, es horrible, no sè ni para que estamos viviendo¿ Eso dirìan.
La primerìsima de las cosas importantes que existen sobre la tierra es el propio YO. Aunque seamos unos pelagatos(as) somos importantes por nosotros ser fulano de tal y cual. si los demàs no me aprecian en mi justo valor es porque son inferiores y sin talento. Yo soy el mejor. Mi nombre es el màs bonito, y siempre tengo la razòn.
Claro que ese egocentrismo tan marcado a veces se recrudece aùn màs cuando hay alguna perturbaciòn mental, o disminuye cuando hay complejos de inferioridad de origen morboso, aùn asì yo siempre soy yo.
A la importancia del yo sigue la del dinero. Lo ùnico ante lo cual el hombre se arrodilla y es hasta capaz, ¿vaya si es capaz! de pisar su orgullo, tragarse su macherìo, renegar de los suyos, traicionar, matar, en fin todo lo peor, a lo que el Yo reniega a palo seco cuando hay mucha y buena moneda de por medio, dizque al principio como que se vacila un poco, y luego, luego..."vàmono" con Dio"
Al dinero, en el maratòn de cosas importantes que hemos inventado ahora, le sigue el talento, precisamente para hacer dinero, quedan marginados de esto. Los genios son aburridos. Su habitat mentales son el càlculo infinitesimal, las ecuasiones y demàs asuntos profundos que el 99.9% no entiende, incluso nosotros entonces esos no parecen ser importantes para la mayorìa aunque sì para las ciencias.
Son tambièn importantes pero con relaciòn al dinero los apellidos de las personas. No es igual un apellido rancio, aristocràtico, y de gente con fortuna que un equis cualquiera, y volvemos a los de antes, si se sabe que tan equis tiene fortuna automàticamente se importantiza.
Otras muchas cosas son importantes, muy importantes, un cambio de gobierno, una catàstrofe natural, una epidemia de la que sea. Los antiguos amigos. Los recuerdos, la rutina diaria. Para el mèdico sus enfermos. Para el periodista la noticia, para el profesor sus alumnos. Para el frutero sus frutas. Para el borracho su ròn. Para las tiendas sus mercancìas. Para el ladròn los apagones.....
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