Josè Ingenieros fue un hispanoamericano de muchas facetas. Es raro encontrar, entre personas medianamente cultas, una que no haya leìdo algo de èl, sobre todo jòvenes estudiantes de secundaria y universidad. Ha ejercido siempre una saludable influencia en la juventud.
Josè Ingnieros es un apòstol laico. Un sembrador. viviò 48 años, y, como Rodò, Sarmiento, Bello, Hostos, Josè Marti, Pedro Henrìquez Ureña, Juarez, W.. Emerson, y tantos otros de las tres Amèricas que abrazaron verdedera pasiòn el oficio de abrir cauces a la una juventud trepidante, ideal al despertar del sol. Risa y alegrìa de las mañanas.
Su ilusiòn y su meta era una juventud pura, no puritana, una juventud limpia capaz de garantizar un futuro promisorio a nuestra Amèrica morena.
Cerca de los ùltimos años de su vida, sin saberlo, èl lo llama "quinquernio renovador de un nuevo espìritu en nuestra Amèrica Latina" eran entre 1918 al 1923, èl moriria dos años mas tarde en 1925.
Desdichadamente Amèrica Latina no se renovò en el interin de las dos grandes guerras, y èl partirìa asì con su anhelo salièndolo por los poros.
Fisosòficamente fue positivista. El positivismo estaba de moda en los corrillos filosòficos de entonces. El positivismo a su vez lo induce a la Sociologia. Una sociologìa inspirada y suspirante; de propòsitos casi inalcanzables. Esa sociologìa, como ciencia, tan afìn al positivismo filosòfico, lo convierte en sanador de mentes :psiquiatra.
Como positivista fuen sensista, logicista y empìrico. Sensista porque son las sensaciones ventanales abiertos a la realidad cincundante. Fuente perenne de conocimientos de primera mano. Logicista porque la disciplina del pensamiento y de la acciòn es la lògica, introducciòn obligada a toda filosofìa, y a todo discernimiento sociològico. Empirico porque està fundamentado en la experiencia.
Como sociòlogo, Josè Ingenieros, ofertò a la juventud de su època, los años veinte, ideas morales y principios èticos de su vendimia interior; optimizando ante el futuro, energìa y entusiasmo en lo emprendido, firmeza de voluntad, espìritu de iniciativa y trabajo.
Trata de inculcarle sentido del deber. Afirma sobre el valor de la dignidad personal, la grandeza de la verdad y las ciencias.
Valora para que se valore en su justa dimensiòn, la educaciòn, la escuela y el maestro. Nos enseña atender el aviso de la historia y la esperanza del porvenir.
Como psiquiatra abriò el alma humana. Vio en los jòvenes de su generaciòn, y sobre todo, en los de la generaciòn siguiente, pasada la hecatombe de la primera gran guerra, la gran esperanza de Amèrica que nunca fue realidad. La muerte le evitò la tristeza de ver el solemne fracaso de la juventud a quien el brinda estas Fuerzas Morales.
Y fueron un fracaso, un fiasco para Amèrica, los de esa generaciòn, la de los años 50, la de los años 70.....y por estos tiempos que discurren, con sus excepciones por supuesto, corre el mismo albur, los de esta ùltima comienzos a de un nuevo milenio....y lo estamos viendo...
Fuerzas Morales no es para leerlo ràpido, sino para abrirlo aquì o allà y leer, como quien se bebe un vaso de agua fresca- "...Los jòvenes sin derrotero moral, son nocivos para la sociedad. La incomprensiòn de un posible enaltecimiento, los amodorra en las realidades màs bajas acostumbrarlos a venerar los dogmatismos envejecidos"...
Siguiendo con la misma idea firma -..."Se envilece la juventud aconsejàndoles el fàcil camino de las servidumbres lucrativas...Quien ame la grandeza de su pueblo, debe enseñar que el buen camino suele resultar el màs difìcil, el que los corazones acorbadados consideran peligrosos"-
Cuando enseña sobe el maestro escribe:..."El maestro del povenir tendrà a su cargo la funciòn màs grave de la vida social. No serà un autòmata repetidor de programas, que otros hacen y èl no comprende, sino un animador de vocaciones multiples, que laten en un niño, buscando aplicaciones eficaces. Despertarà capacidades con el ejemplo, enseñarà hacer, haciendo"...
Cuado dice sobre la justicia afirma:- "El hombre justo quiere que desaparezcan por innecesarios, el favor y la caridad. La justicia no consiste en ocultar las lacras, sino en suprimirlas. Los remedios inùtiles sòlo sirven para complicar las enfermedades"-"
Treinta y cuatro Fuerzas Morales aborda Ingenieros. Un libro pequeño, que trasciende los tiempos.....
excelentwe
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